Las lágrimas de Dembélé en la noche de un Messi modo Balón de Oro
El jugador francés cayó lesionado en el minuto 25 de la primera parte y se tuvo que retirar entre lágrimas. Griezmann, su sustituto, marcó y Messi volvió a manejar el encuentro a su antojo
El Barça se impuso con autoridad al Borussia Dormund (3-1) en un partido determinante para sus intereses y estará en el bombo de octavos de final de la Champions League como primer clasificado de su grupo. Sin embargo, la alegría del cuadro culé, que no completó un partido extraordinario, pero que tiene a Leo Messi y Luis Suárez siempre en liza para sacar al equipo de cualquier apuro, no fue completa debido a la lesión (una más) de Dembélé.
El jugador francés saltó a por un balón colgado al área en la primera parte y cayó mal sobre su pierna derecha. Inmediatamente, comenzó a cojear hasta que no pudo más y se sentó sobre el césped, incrédulo, descalzándose de ambos pies. Estaba derrotado. Era plenamente consciente de que se había hecho daño y no volvería a incorporarse para jugar, sino para retirarse con lágrimas en los ojos a vestuarios. No por habitual, la imagen dejó de sobrecoger a sus compañeros. Messi se acercó directamente a preguntarle y Ousmane negó con la cabeza, suspirando y con la mirada perdida. Incapaz de explicar el porqué de este nuevo contratiempo físico. No hay forma, Dembélé no consigue tener continuidad en el equipo desde que llegara hace tres años tras la salida de Neymar. Su situación en el club es complicada.
El galo, que le costó al Barça más de 100 milones, acumula nueve lesiones desde que aterrizara en el Camp Nou: contusiones, desgarros, roturas, etc. Dembélé es de cristal y sus largos periodos de baja no solo le condicionan su futuro en la entidad, también en su selección. Ha dejado de contar para Deschamps en un año clave, con una Eurocopa a la vuelta de la esquina. Esta temporada una lesión en el muslo izquierdo a mediados de septiembre le postró en la enfermería durante más de un mes, lo que le hizo perderse seis partidos de Liga y uno de Champions, la ida contra el Dormund en Alemania.
Ahora, cuando parecía recuperado y listo para ayudar al equipo, es el muslo derecho el que le vuelve a jugar una mala pasada. Pruebas de calado estimarán su nuevo periodo de baja en las próximos horas. Dembélé tiene un problema muy serio con su físico y parece irreconducible. Este, ante su exequipo, debía de ser un partido para empezar de nuevo a lucirse, pero no termina de entrar en una dinámica positiva. En el Barça ya no saben qué mas hacer con él. El joven, de tan solo 22 años, está siguiendo por fin todas las pautas que le está marcando la entidad para tratar de frenar sus constantes recaídas (mayor descanso y recuperación), pero ni por esas. El Ousmane más profesional (o al menos eso cuentan en el club de puertas hacia fuera) tampoco tiene suerte y ha vuelto a dejar cojo al equipo antes de la Navidad. Hay futbolistas que nacen con estrella y otros en cambio...
Duro calendario por delante
La preocupación de Ernesto Valverde es lógica, se le viene un calendario de aúpa con las salidas al Wanda Metropolitano, San Siro y Anoeta, más la visita del eterno rival, el Real Madrid, tras el aplazamiento del Clásico. Griezmann no termina de carburar y Ansu Fati es demasiado joven como para exigirle mayores responsabilidades. Así las cosas, tener a Dembélé fresco, sano y enchufado era uno de los objetivos más importantes del 'Txingurri'. De hecho, el galo había vuelto a recuperar la titularidad en el tridente, pero las alegrías, como se ve, le duran muy poco. El futbolista se echó las manos a la cara al retirarse del campo, totalmente desolado, tapándose incluso el rostro con la camiseta. Maldecía su suerte mientras Valverde, una vez salió del terreno de juego, intentaba animarle con una palmadita. "Está tocado, es normal. No es la primera vez, son varias", comentó el entrenador a los micrófonos de Movistar.
A Dembélé este miércoles le tocó ver como su sustituto en el minuto 25, Griezmann, marcaba a pase de Leo para subir el tercer tanto al marcador, ya en la segunda parte. Antes, en el primer tiempo, Suárez abrió la lata tras una buena conexión con Messi y, posteriormente, fue el uruguayo el que conectó con el argentino para que este convirtiera el segundo. El Barça ganó sin pasar demasiados apuros. Messi manejó el encuentro, el 700 con la camiseta blaugrana, a su antojo, en modo Balón de Oro, disfrutando de muchos espacios para poder desarrollar su juego y encontrar a sus compañeros desmarcados. Cuando los culés no tuvieron la pelota, su presión alta incomodó a los hombres de Lucien Favre, que no estuvieron demasiado precisos en la salida de balon. Sancho recortó diferencias para maquillar el resultado. El Barça se pudo marchar contentísimo del Camp Nou, pero la lesión de Dembélé empañó la victoria. Hay motivos para la preocupación.
El Barça se impuso con autoridad al Borussia Dormund (3-1) en un partido determinante para sus intereses y estará en el bombo de octavos de final de la Champions League como primer clasificado de su grupo. Sin embargo, la alegría del cuadro culé, que no completó un partido extraordinario, pero que tiene a Leo Messi y Luis Suárez siempre en liza para sacar al equipo de cualquier apuro, no fue completa debido a la lesión (una más) de Dembélé.