Fernando Torres, el fruto prohibido del Barcelona que intimida al Camp Nou

Titular ante el Betis y titular en el Camp Nou. “Estaba hablado”, desveló el Cholo Simeone cuando se le preguntó por Fernando Torres, sustituido en el minuto 63 el pasado sábado a pesar de haber marcado un gol y sentirse cómodo en el campo. En aquel momento, con el equipo verdiblanco enterrado, tocaba pensar en la Champions League en el exigente partido que le espera al Atlético de Madrid en el Camp Nou. Escenario en el que el atacante ha firmado momentos importantes ante un rival al que ha noqueado a golpe de gol en más de una oportunidad. Se le aprecia en la Ciudad Condal a Fernando desde hace muchos años, pero siempre fue una fruta prohibida para el club catalán, por más que soñó más de una vez con vestirlo de azulgrana.

Muchos atacantes tienen especial facilidad para batir a determinados rivales. Es lo que le pasa a Torres con el Barcelona, que ha sufrido en muchos momentos la eficacia del atacante en un buen puñado de duelos. Tal vez por eso ha trabajado en su contratación en más de una oportunidad. El intento más sólido data de 2003, época en la que el club catalán nada tenía que ver con el actual. Eran tiempos de mucha convulsión. Joan Gaspart había dimitido en el mes de febrero y en verano Joan Laporta ganaba las elecciones. Se avecinaba una gran revolución, sobre todo a la hora de recomponer la plantilla, y Fernando fue uno de los objetivos marcados como prioritarios. Fue el intento más sólido. El Barça puso sobre la mesa a Riquelme y Saviola para tratar de convencer al Atlético de Madrid, pero el cambio de cromos no se produjo. Las puertas del Vicente Calderón estaban tabicadas. No había nada que negociar.

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En aquellos lejanos tiempos, el Atlético de Madrid cerró la puerta de golpe sin dudarlo. No tenía nada que ver la realidad del club con la actual. El delantero de Fuenlabrada era el que mantenía en pie a una institución que deportivamente vivía en el alambre; era el único activo al que podía agarrarse una afición desencantada. Tan intenso fue el interés del Barcelona por alistar a Fernando Torres en sus filas que hasta Nike entró en acción. Marca que viste al club blaugrana desde hace años, en aquel momento tenía al jugador entre sus principales iconos de presente y futuro. Con sólo 19 años, la firma deportiva consideraba que el '9' rojiblanco era uno de sus valores más potentes, estimando que vestido de azulgrana su dimensión internacional ganaría muchos puntos. El Atlético de Madrid se cerró en banda.

Un gol especial

El Camp Nou, con un terreno de juego inmenso donde abundan los espacios libres que tanto le gustan para galopar, siempre ha tenido en alta estima al atacante madrileño. Posiblemente porque una y mil veces ha dicho que jamás jugaría en el Real Madrid, por muchas veces que el club blanco lo haya intentado. Cuando daba sus primeros pasos en la élite, tal vez sólo se habría vestido con rayas azules y granates en caso de no haber orientado su carrera deportiva hacia Inglaterra. En España no era planteable otra cosa y mucho menos jugar con la camiseta del enemigo. El mismo de la masa social barcelonista... “Un buen resultado en el Camp Nou es ganar, un minuto es la vida”, destacó el Cholo Simeone ante la cita de Champions League. Y para ganar, al menos intentarlo, apuesta por Torres para dotarle de un talante más ofensivo al Atlético de Madrid.

Con un Griezmann que en las últimas semanas ha encontrado el camino para llegar al gol, el Cholo Simeone apuesta por Torres como compañero del francés para meter miedo al equipo de Luis Enrique. El delantero madrileño es de esos jugadores que inquieta al mundo blaugrana porque las estadísticas así lo corroboran. Fernando impulsó al Atleti a la victoria en el Camp Nou en 2005 y 2006, los dos últimos triunfos rojiblancos -ambos en Liga- en el Camp Nou. Firmó dos dobletes (0-2 y 1-3, respectivamente) que noquearon al Barça, rival favorito del delantero, al que ha batido en total en diez oportunidades en quince encuentros. “Será el '9' ante el Barcelona, mantengo que es la mejor opción”, dijo el entrenador argentino de manera escueta cuando se le preguntó por la titularidad de Torres.

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Un momento muy especial en la historia reciente de Fernnado Torres tuvo lugar en el Camp Nou. Sucedió en abril de 2012, cuando el Chelsea selló en territorio catalán su pase para disputar la final de la Champions League. Tras el 1-0 de la ida, el Barcelona tuvo el billete en la mano cuando se puso 2-0 por delante, pero Ramires marcó antes del descanso para teñir de azul la eliminatoria. El equipo entonces entrenado por Pep Guardiola apretaba y apretaba, pero el tejido defensivo de Di Matteo se imponía. En tiempo prolongación, el de Fuenlabrada silenció el estadio. Un gol que tuvo mucho valor a nivel personal para recuperar su tocada autoestima en una complicada temporada en el Chelsea. Semanas después alzaba el trofeo de campeón. Ese con el que sueña el Atlético y que Torres suspira por levantar vestido de rojiblanco.