Messi perdona la vida a un City que le regaló los primeros 45 minutos al Barça

El FC Barcelona pudo salir del Etihad Stadium de Manchester con la clasificación para los cuartos de final en el bolsillo, y sin embargo jugará la vuelta contra un rival mucho más vivo de lo que estaba en el descanso del partido. El equipo azulgrana dejó escapar dos buenas oportunidades. Una en los 45 minutos que le regaló el City y otra en el descuento, cuando Messi falló su tercer penalti de la temporada. El Barça sigue teniendo ventaja, pero la vuelta será mucho más incómoda de lo que podría haber sido.

Si uno ve el partido y le dicen que el Barcelona ha ganado 1-2 al City en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, es posible que lo considere un buen resultado. Pero viendo cómo fue el partido, no lo es tanto. El Barça pudo haber dejado la eliminatoria sentenciada en la primera parte, en la que los citizen mostraron la misma indolencia que hace un año, también en la ida de los octavos de final. El City estuvo inofensivo en ataque e inocente en defensa. El Barça lo aprovechó para marcar dos goles y pudo marcar alguno más.

Durante la primera mitad no hubo ni rastro de la receta que dio Manuel Pellegrini antes del partido en una entrevista en El País. "La mejor manera es exigir al Barça un trabajo defensivo importante. No sólo quitarle la pelota sino llegarle constantemente a su área porque si está cerca de su área, Messi ahí no hace daño en la nuestra. Si defendemos la ubicación de Messi cerca del área se le va a permitir ser más decisivo", dijo. Pero nada de eso se atisbó en el Etihad Stadium de Manchester.

El Barcelona vivió muy cómodo durante ese tiempo. Los síntomas del City fueron calcados a los de la elminatoria de hace un año: una alarmante falta de agresividad, como si el equipo no fuera consciente de la importancia del partido. O peor aún: como si los jugadores fueran conscientes de su inferioridad. Si había un plan de juego, no se vio sobre el césped. Busquets lideraba la salida de balón mientras el jugador del City más cercano lo vigilaba a 10 metros. A partir de ahí, el Barça se plantaba en campo contrario con una facilidad pasmosa. La primera falta de los locales no llegó hasta el minuto 35; el primer tiro a puerta, en el 45.

A Messi, Clichy ni lo vio, igual que Demichelis, Kompany, Milner y Fernando. Ninguno fue capaz de identificar los movimientos del argentino, demasiado solo como para no ser decisivo. De sus botas nacieron los dos primeros goles del Barcelona. En el primero, un centro suyo desde la derecha no lo despejó Kompany en la lucha con Luis Suárez. El delantero uruguayo estuvo atento y remató a la media vuelta con la izquierda para batir a Joe Hart. Antes y después del gol, Suárez no acertó en un mano a mano ante el portero del City. En el primero recortó nada más pisar el área y en el segundo disparó al cuerpo. Parece que cuanto menos piensa en la definición, mejor resultado consigue. En el segundo gol volvió a demostrarlo: Messi penetró en la la línea que había colocado el City en la frontal, abrió para Jordi Alba y el centro de este lo remató al primer toque Suárez. Era el segundo, pero podía haber sido el cuarto.

No lo fue y ahora la eliminatoria está más abierta porque el City se dio cuenta de que no podía seguir haciendo lo mismo en la segunda parte. Salió del vestuario mucho más enchufado. Y el Barça, mucho más dormido. En cinco minutos, Ter Stegen tuvo más trabajo que en toda la primera parte. El Barça aguantó el chaparrón, pero el partido cambió de cara: el City presionaba y los azulgrana ya no encontraban tantas facilidades para conectar con los los tres de arriba.

Poco después llegó el gol local, un ejemplo de todo lo que no hizo en la primera parte: una anticipación, un desmarque y dos detalles de calidad de sus dos mejores jugadores, David Silva y el Kun Agüero. Clichy se adelantó a Messi, Fernando pasó el balón al centrocampista español y el delantero argentino fue el más rápido para llegar a tras el taconazo de Silva y poner el 1-2. En ese momento, el City podía haberse ido a por el empate, pero no lo hizo. Tanto Luis Enrique como Pellegrini decidieron no arriesgar y cambiaron a dos centrocampistas (Rakitic y Silva) por dos defensas (Mathieu y Sagna). Y luego Clichy fue expulsado por doble amarilla. A partir de entonces, el partido apenas dejó jugadas reseñables.

Y así estuvo a punto de ser hasta el final, pero solo unos segundos antes de llegar al 93, Zabaleta derribó a Messi y el árbitro pitó penalti. El delantero azulgran tuvo la oportunidad dejar la elminatoria encarrilada, pero su lanzamiento lo paró Joe Hart y el rechace lo remató de cabeza fuera. Dos oportunidades tuvo el Barça de imponerse con autoridad al City y en las dos perdonó. Sigue teniendo ventaja para la vuelta, pero menos de la que podría tener.

Ficha técnica:

1. Manchester City: Hart; Zabaleta, Kompany, Demichelis, Clichy; Fernando, Milner, Nasri (Fernandinho, m.61), Silva (Sagna, m.77); Dzeko (Bony, m.68) y Agüero.

2. Barcelona: Ter Stegen; Dani Alves (Adriano, m.75), Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets, Rakitic (Mathieu, m.71), Iniesta; Neymar (Pedro, m.79), Messi y Suárez.

Goles: 0-1, m.16: Luis Suárez. 0-2, m.30: Luis Suárez. 1-2, m.69: Agüero.

Árbitro: Felix Brych (GER). Amonestó a Clichy (m.58) y Fernando (m.89), del Manchester City; y a Rakitic (m.40), Dani Alves (m.44) y Adriano (m.88) del Barcelona. Expulsó a Clichy (m.73) por doble amonestación.

Incidencias: partido correspondiente a ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Etihad Stadium (Manchester), ante 48.000 espectadores. Lionel Messi falló un penalti en el minuto 93.