Luis Enrique no necesita hacer experimentos y sí encomendarse a Messi

El tropiezo del FCBarcelona ante el Málaga espoleó al Real Madrid, que jugó en Elche con un vigor, un nervio, que no se le recordaba al equipo de Ancelotti desde antes de Navidad. El Barça desaprovechó el sábado la ocasión de meter presión a los blancos y lo ha pagado: vuelven a estar a cuatro puntos. Es decir, que la extraordinaria racha de once partidos consecutivos ganando desde la derrota en Anoeta, (seis de ellos de Liga), ha sido inútil. El mejor momento de la temporada del conjunto azulgrana no les ha servido para acercarse al liderato, lo que resulta frustrante porque ha coincidido además con el Real Madrid más endeble, pero en el vestuario del Barça no hay nerviosismo.

El equipoha digerido con desconcierto la derrota frente al Málaga, pero sin síntomas aparentes de preocupación. No se esperaban caer el sábado. Es más, confiaban en acostarse como líderes a la espera del encuentro de Elche y existía también cierta expectación por ver si Messi era capaz de seguir acortando distancias en el Pichichi con Ronaldo, del que estaba a dos goles (tres ahora tras el gol de ayer del portugués) así que la desilusión fue grande, pero la cercanía del partido de Champions ante un rival de enjundia como es el Manchester City aparcan análisis más sesudos por el momento. Que persista la tranquilidad en el ambiente, pese al pinchazo en la Liga, depende ahora de que el equipo consiga un buen resultado en Manchester. Y para ello, cada vez es más evidente que la clave es Leo Messi.

El argentino, que ha marcado nada menos que 14 goles en lo que va de 2015 y que después de Anoeta solo se había quedado sin marcar en el encuentro de vuelta de Copa frente al Atlético, apenas intervino el sábado en el Camp Nou. Es más, solo disparó una vez a puerta: En el minuto 29 y para chutar una falta en la frontal del área que se marchó por encima de la portería. Y cuando Messi no funciona, el Barça se gripa. Ya lo admitió Adriano hace unos días: “Leo es quien tira del carro y nos pone las pilas a todos” así que, básicamente, para que el equipo catalán tenga éxito ante el City, Luis Enrique no necesita hacer experimentos y sí encomendarse al argentino.