Es noticia
Mientras Mas y Rajoy siguen a lo suyo, el Calderón deja imágenes de hermandad
  1. Deportes
  2. Fútbol
LA AFICIÓN CULÉ APLAUDIÓ AL ATLÉTICO

Mientras Mas y Rajoy siguen a lo suyo, el Calderón deja imágenes de hermandad

El ambiente entre Atlético y Barcelona siempre es caldeado más allá de lo futbolístico, por el conocido componente político. Aunque esta vez fue distinto

Foto: La afición rojiblanca vivió un día de fiesta sin incidentes reseñables.
La afición rojiblanca vivió un día de fiesta sin incidentes reseñables.

El ambiente entre Atlético y Barcelona siempre es caldeado más allá de lo futbolístico. El componente político que tan poco pega en el deporte siempre sale a relucir en este tipo de duelos. Aunque a veces hay margen para la esperanza y el deseo de que todo se pueda normalizar algún día.

Como siempre, este miércoles también era fácil encontrar, aparte de senyeras o cruces de San Jorge, banderas esteladas (independentistas) al cuello de muchos hinchas culés. O tampocoera nuevo que la presencia de banderas españolas (constitucionales en el 99% de los casos) fuera sustancialmente mayor respecto a cualquier otro partido donde el rival no sea vasco o catalán.

El Viva España del recién fallecido Manolo Escobar (quien por cierto, recibió en vida la insignia de oro y brillantes del Barça, el club de sus amores) fue cantado por gran parte del estadio como arma arrojadiza contra el sector independentista de la afición barcelonista. Todo lo que hay escrito hasta aquí es lo común en cualquier Atleti-Barça o Madrid-Barça o Sevilla-Barça, por ejemplo.

Pinche en la imagen para ver el álbum

Y esto ocurrió un día después de que el Congreso de los Diputados hubiera tumbado la petición del Parlament de Catalunya de poder asumir las competencias para convocar consultas, con el fin de celebrar un referéndum secesionista a finales de año. En ese ambiente especial motivado por el plan diseñado por el president Artur Mar y que choca de bruces con la Constitución Española, tampoco fueron extraños (por esperados, que no por comprensibles) los insultos que oyó Josep Antoni Duran i Lleida a su llegada a la puerta cero que daba acceso al palco de honor, donde el presidente de Unió Democràtica de Catalunya presenció el partido. “Vete a Cataluña” fue lo menos fuerte que el puñado de aficionados atléticos que se decidió a increparle le acabó diciendo, ante las miradas de la gran mayoría, que bien por mejor educación bien por menos ímpetu público, prefiere guardar silencio en esas situaciones.

placeholder

Y si todo esto parece lo normal, lo relevante llegó al final del choque, cuando los miles de aficionados barcelonistas situados en el fondo norte no dudaron en aplaudir al ganador de la eliminatoria. Quizá contagiados por lo espectacular de un ambiente de celebración realmente único, todos los culés se pusieron en pie para reconocer la labor de sus rivales, gesto que fue agradecido por el resto del estadio.

Ese hecho, junto con la multitud de aficionados calmados y normales que se mezclaron por el resto del estadio viendo a sus respectivos equipos cada uno vistiendo sus colores, suponen la mejor imagen para lo que debe ser una fiesta deportiva. Y todo, un día después de que la política diera un ejemplo bien distinto.

El ambiente entre Atlético y Barcelona siempre es caldeado más allá de lo futbolístico. El componente político que tan poco pega en el deporte siempre sale a relucir en este tipo de duelos. Aunque a veces hay margen para la esperanza y el deseo de que todo se pueda normalizar algún día.

Cataluña Artur Mas
El redactor recomienda