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Entre pagos de LaLiga, Arabia Saudí y Uefa: así 'engordó' la Rfef un negocio de 337 M€
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Fuerte alza en nóminas

Entre pagos de LaLiga, Arabia Saudí y Uefa: así 'engordó' la Rfef un negocio de 337 M€

Rubiales debe un tercio de la facturación a lo que pagan la competición y clubes profesionales. Su único gran salto de ingresos fue con la Supercopa

Foto: Luis Rubiales. RFEF
Luis Rubiales. RFEF

Luis Rubiales accedió a la presidencia en 2018, imponiéndose a la candidatura de Juan Luis Larrea, el candidato continuista de la era Villar, el mismo al que Rubiales presentó una moción de censura para forzar las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef). Conocido por su enfrentamiento con LaLiga y su presidente, Javier Tebas, ya cuando presidía el sindicato AFE, su triunfo anticipaba ya una etapa de enfrentamiento y conflictividad con el fútbol profesional.

Lo que pocos se esperaban es que su mandato estuviera tan marcado por un interés en hacerse con el control de todas las competiciones y competencias posibles, provocando un ciclo de cinco años en el que la relación con clubes y ligas ha sido mala y en el que su visión sobre quién manda ha supuesto un freno al desarrollo comercial y audiovisual del fútbol femenino, el fútbol semiprofesional y el futsal.

Por más que las ayudas a los clubes han crecido sacando recursos de otras partidas, el regulador ha sido incapaz de desarrollar un producto comercial y audiovisual atractivo para estas competiciones, ha impedido o ralentizado el proceso de profesionalización y sólo ha sido capaz de elevar las ayudas no por el nuevo negocio generado con ellas, sino gracias al aumento de los ingresos que recibe de LaLiga, así como por la comercialización centralizada de derechos que realizan Fifa y Uefa por el fútbol de selecciones.

El acuerdo de Rubiales con Arabia Saudí intermediado por Kosmos reporta al organismo más de 30 millones al año

Uno de los argumentos en los que se escudó Rubiales para negarse a dimitir es que, a su parecer, se ha realizado “la mejor gestión del fútbol español”, que amparó en la evolución al alza de un negocio en el que apenas ha tenido que ver. De hecho, el único incremento de la facturación que se ha producido especialmente gracias a su gestión se concentra en la firma de la Supercopa de Arabia Saudí (entre 30 millones y 40 millones al año) y distintos acuerdos multisede con administraciones como Andalucía (entre dos y tres millones anuales). A partir de aquí, todo el aumento ha sido fruto de la recuperación de competencias que ha inflado los ingresos brutos, la atribución de recursos que hasta ahora gestionaban otros organismos y un fuerte aumento de la aportación de LaLiga, sea por las obligaciones legales recogidas en el Real Decreto-Ley que regula la comercialización de los derechos audiovisuales, o por una subida de precios en los servicios prestados por la Rfef.

En 2018, cuando asumió la presidencia a mitad de año, los ingresos totales se situaron en 180,43 millones de euros, frente a los 347,83 millones con que se cerró 2022. Ahora bien, ese crecimiento de 167,4 millones no es sólo fruto de una hipotética gestión modélica. De hecho, un análisis más a fondo revela que menos de un tercio de ese aumento de recursos es gracias a proyectos desarrollados bajo su mando. En este periodo, las ganancias acumuladas han ascendido a 57,98 millones, concentrados en los dos últimos años, una situación que no ha acabado de agradar a los clubes semiprofesionales, quienes consideran que ha sido a costa de reducir las ayudas previstas y no promocionar e invertir como correspondería las competiciones que gestiona la Rfef.

placeholder La Supercopa de España reporta entre 30 millones y 40 millones de euros anuales a la Rfef
La Supercopa de España reporta entre 30 millones y 40 millones de euros anuales a la Rfef

Volviendo a los ingresos, sobresale la dependencia que existe respecto al organismo presidido por Javier Tebas, que representa un tercio de todos los recursos que maneja la Federación (son unos 130 millones entre asociación y clubes) y que ha sido determinante para que Rubiales pudiera vender “la mejor gestión del fútbol español”. La gestora del fútbol profesional ha mantenido relativamente estable su aportación a través del convenio de coordinación entre los dos entes, con una media de 18 millones de euros entre 2017 y 2022. Ahora bien, los datos incluidos en las cuentas del regulador durante el mando de Rubiales muestran cómo sus ingresos por arbitrajes, cuotas de clubes y asociaciones y licencias federativas -que en su práctica totalidad asumen los equipos de LaLiga- se han incrementado en 30,71 millones de euros en cinco años, casi lo mismo que lo que genera la Supercopa. En total, estas tres partidas aportaron 66,68 millones de euros en 2022.

Los 'Pactos de Viana', clave

Al convenio y estas facturas hay que sumar el dinero que recibe la Federación procedentes de la venta de los derechos audiovisuales de LaLiga. Este importe era inicialmente de un 1% del total, pero Rubiales aprovechó su entonces buena sintonía con el Gobierno para forzar que ese porcentaje subiera al 2% a cambio de no torpedear el reinicio de las competiciones durante la pandemia. Es lo que se denominó los Pactos de Viana, por los que la Rfef pasó de recibir 17 millones anuales a unos 35 millones de euros por curso. Por último, se añade el dinero que de LaLiga pasa al Consejo Superior de Deportes (CSD) y de este a la Federación para la protección fútbol femenino y aficionado, una partida que ha pasado de 3,62 millones a 8,5 millones de euros.

Ese incremento de la tarta del pastel audiovisual de LaLiga que va a la Federación explica el incremento de ingresos por derechos audiovisuales, que han pasado de 63,98 millones a 111 millones entre 2017 y 2022. Pero no sólo eso, ya que aquí también se nota la revalorización del negocio del Mundial y Eurocopa, que venden Fifa y Uefa para luego repartir entre los países, o la decisión de Rubiales de retirar la encomienda a LaLiga para vender las retransmisiones de la Copa del Rey y la Supercopa de España. Ese cambio se produjo a partir de 2019-2020, provocando que, de tener garantizados un mínimo de 10 millones de euros limpios para su actividad, tuviera que salir en solitario al mercado. ¿El resultado? De 45 millones de euros que arañaba LaLiga al vender estas retransmisiones junto al torneo regular -sin contar final y Supercopa-, se pasó a una cifra ligeramente inferior a los 30 millones de euros anuales.

Un avance para sumar ingresos a nivel contable, pero que ha dejado un menor saldo neto al regulador, ya que el 90% de esa recaudación va por ley a los equipos de Primera y Segunda División y sólo un 10% (3 millones) se lo queda la Federación para el resto del sistema.

placeholder Luís Rubiales, Irene Lozano y Javier Tebas tras la firma de los Pactos de Viana. EFE
Luís Rubiales, Irene Lozano y Javier Tebas tras la firma de los Pactos de Viana. EFE

Es por ello que fuentes del mercado audiovisual cuestionan el trabajo de la Federación en la venta de sus derechos, errática y por debajo de lo que podría haber obtenido si no hubiese vetado a Mediapro (la ha tenido que indemnizar y acabó vendiendo más barata la Copa del Rey) o LaLiga+, que no ha podido optar a la renovación del fútbol sala y su oferta por la Primera Federación fue descartada.

El crecimiento en el área de actividades deportivas también tiene truco, ya que pasar de 32,39 millones en 2017 a 70,21 millones de euros en 2022 no se entendería sin dos elementos clave. El primero, es que parte de los ingresos de la Supercopa de España en Arabia Saudí -una parte no relevante- se recoge en este epígrafe desde 2020. El segundo es que Rubiales se movió para, en 2020, lograr que Uefa transfiriera a las federaciones nacionales los fondos de solidaridad para equipos que no disputan competiciones internacionales. Esta partida, de unos 12 millones de euros, antes iba a los clubes de LaLiga en esta situación, pero desde hace dos años van a la Rfef, que creó un sistema de ayudas para canteras, engrosando su facturación, aunque en realidad sólo ejerza de intermediario. En esta partida también se recogen los pagos de Fifa y Uefa por rendimiento en sus competiciones, que en el caso del Mundial fueron unos 13 millones y por la Liga de Naciones son unos 10 millones.

La última partida relevante del negocio de la Federación es la de publicidad e imagen, a la que Rubiales quiso vincular un bonus por cada nuevo contrato que se firmara bajo su mando. De ahí que la factura más importante de Arabia Saudí se cobre por este concepto, un contrato sin el cual no se entendería que los ingresos por este concepto hayan pasado de 33,9 millones en 2018 a 82,59 millones de euros en 2022. Por eso también fue tan importante para él el pulso con Adidas, que sirvió para elevar el fee anual bastante por encima de los 20 millones anuales, que en realidad se neutralizaba en parte con un aumento de los importes mínimos de compra obligatoria de material deportivo.

El dinero de la Rfef que reciben las autonómicas ha pasado de suponer un 19% a un 9%

El fuerte aumento de los ingresos experimentado por todo lo expuesto antes se ha traducido en incrementos de gasto en todos los ámbitos. Ahora bien, prácticamente se ha mantenido estable el peso de cada una de las partidas sobre el total. Por ejemplo, las ayudas a los clubes siempre han estado en torno al 20% del gasto total, pero en términos absolutos se ha pasado de 31,58 millones en 2018 a 88,7 millones en 2022, excluyendo los cobros que reciben los equipos que se disputan la Supercopa de España y el 60% de los derechos de televisión que cobran los equipos profesionales por las eliminatorias de Copa del Rey. Estos dos conceptos se recogen en los gastos de organización de ambos torneos, cuyos costes se han disparado desde que la Federación cambió el formato del primero y asumió la venta de las retransmisiones del segundo.

El dinero que reciben las federaciones autonómicas, por el contrario, ha pasado de suponer un 19% de todo el gasto cuando llegó Rubiales, a sólo un 9% en 2022, y es que de media siempre se ha mantenido en torno a 35,5 millones de euros y que es dinero que casi en su totalidad procede de las retransmisiones de LaLiga.

Donde sí ha habido un fuerte incremento es en los costes de estructura, donde se combinan los gastos de explotación con los de personal, pasando de 30,67 millones en 2018 a 40,12 millones en 2022 y una previsión de 54,44 millones de euros en 2023. Las nóminas han subido a un ritmo mayor, de 14 millones en 2017 -último año de Ángel María Villar- a 34,45 millones de euros en 2022. De este importe, unos 10,5 millones se correspondieron con el personal técnico y médico de la Selección, pero en el incremento también influye el cambio de la política retributiva del presidente.

Villar aseguró que en su último año cobraba 150.000 euros brutos anuales, un salario que con Rubiales se disparó hasta 634.518,19 euros en 2021 y 657.000 euros en 2022, según la última información disponible en el portal de transparencia de la Rfef. Un sueldo del cual ha sido privado ahora tras ser suspendido de sus funciones por la Fifa, así como los 250.000 euros que tienen estipulado los vicepresidentes de Uefa. Andreu Camps, secretario general y quien ya con Rubiales suspendido maniobró desde la Rfef para presionar a la confederación con una exclusión, tiene garantizados 240.000 euros brutos.

*Artículo publicado originalmente en 2Playbook.com.

Luis Rubiales accedió a la presidencia en 2018, imponiéndose a la candidatura de Juan Luis Larrea, el candidato continuista de la era Villar, el mismo al que Rubiales presentó una moción de censura para forzar las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol (Rfef). Conocido por su enfrentamiento con LaLiga y su presidente, Javier Tebas, ya cuando presidía el sindicato AFE, su triunfo anticipaba ya una etapa de enfrentamiento y conflictividad con el fútbol profesional.

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