Paco Gento, el jugador que el Real Madrid fichó en un garaje y tiene más títulos que Marcelo

No hay réquiem que consuele, pero siempre honra... La semana pasada, en el Real Madrid ya se preparaban para recibir la triste noticia del fallecimiento de Francisco Gento (Guarnizo, Cantabria, 21 de octubre de 1933), su presidente de honor "y una de las más grandes leyendas de nuestro club y del fútbol mundial". Con seis Copas de Europa, doce Ligas, una Intercontinental, dos Copas de España, dos Copas Latinas y "una pequeña Copa del Mundo", la de 1956 concretamente y un título que no se tiene en cuenta en otras estadísticas, pero sí en las del Real Madrid, el cántabro se ha marchado como el jugador más laureado de la historia del club blanco.

En total, 24 títulos, uno más que el brasileño Marcelo, quien precisamente este domingo sumó 23 tras ganar en Arabia Saudí la Supercopa de España. El actual capitán del Real Madrid tras la marcha de Sergio Ramos, el tercero en este ranking, con 22 títulos, ha ganado 4 Champions League, 4 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 5 Ligas, 2 Copas del Rey y 5 Supercopas de España. Entre Gento y él, una banda izquierda de ensueño.

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U. S. F.

Al igual que aquello que se dice de La Concha, "hay playas con más sol, pero no con más solera", Luis Miguel González no es un periodista muy conocido, pero sí reconocido. Sobre todo por su estrecha vinculación a la historia del Real Madrid, de la que guarda un impresionante archivo. No en vano, es autor de libros como 'Cien años de Leyenda (1902-2002)', la historia oficial del Centenario del club blanco, 'Las mejores anécdotas del Real Madrid', '¡Yo sólo creo en Dios y en el Real Madrid!', 'El rey de Europa, historia del Real Madrid de baloncesto' y 'Las entrañas del Real Madrid', además de coautor de 'Alfredo Di Stéfano, historias de una leyenda'.

Precisamente, Luis Miguel González le hizo a Paco Gento una de las últimas entrevistas, publicada en El Confidencial en diciembre de 2016, en la que confesaba que Florentino Pérez le había hecho "el tío más feliz del mundo" por nombrarle presidente de honor del Real Madrid tras el fallecimiento de su querido y admirado Alfredo. El jueves de la semana pasada, 'Luismi' ya sabía que Gento estaba muy grave y que el fatal desenlace no tardaría, hasta el punto de que, como comentábamos al principio, en el club estaban avisados. Con los de Ancelotti clasificados para jugar el domingo la final de la Supercopa, en el Bernabéu empezaron con los preparativos por lo que pudiera pasar y finalmente pasó este martes.

Paco Gento, que jugó en el Real Madrid 18 temporadas, exactamente entre 1953 y 1971, es sin duda uno de los grandes mitos del club más laureado del mundo y la historia de su fichaje no tiene desperdicio. "Después de jugar en dos equipos modestos, La Montaña y el Rayo Cantabria, Paco Gento fichó por el Racing de Santander, donde solo jugó una temporada, pero se convirtió en un icono", cuenta el mencionado Luis Miguel González. "La galerna del Cantábrico, como le bautizaron por su endiablada velocidad, comenzó a recibir interesantes ofertas, pero el de Guarnizo sabía que para ser traspasado antes había que negociar con el Racing".

"El Madrid fue el primero en decidirse a gestionar su fichaje", añade el veterano periodista. "Lo hizo por medio del vicepresidente Álvaro Bustamente y el agente de futbolistas más famoso de la época, Luis Guijarro. Ambos se desplazaron a Santander y, en un partido que presenciaron en El Sardinero, pudieron comprobar la impresionante velocidad del extremo zurdo, además de la popularidad de la que gozaba en la capital cántabra".

Fue el propio Gento quien, en el salón de su casa, le contó a Luis Miguel González cómo fue su fichaje por el Real Madrid. "Después de aquel partido, bajó a verme Luis Guijarro. Me dijo que querían contratarme y que sólo faltaba llegar a un acuerdo económico conmigo. Al ver la cara que puse, confieso que me quedé sin aliento, y entonces me aseguró que los dos clubes ya lo tenían todo pactado".

Paco también recordó lo mal que lo pasó el vicepresidente del Real Madrid en aquella visita a El Sardinero. "Los aficionados del Racing le reconocieron y, además de algunos improperios, le amenazaron para que abandonara el campo. De hecho, al término del partido, cuando me vieron con él, el ambiente se puso tan tenso que tuvimos que marcharnos rápidamente. Cogimos un coche y enfilamos a toda leche hacia el faro, donde pesamos que nadie nos molestaría".

"Sin embargo, Luis Guijarro, Álvaro Bustamente y un servidor nos llevamos otra sorpresa. Apenas habíamos parado, vimos a varios aficionados que, con cara de pocos amigos, también se habían desplazado hasta el mismo lugar. En vista del panorama, y aunque durante ese trayecto me había dado tiempo a aceptar las condiciones que me ofrecía el Madrid, tuvimos que arrancar otra vez el coche y, después de dar unas cuantas vueltas, conseguimos despistar a los enfurecidos hinchas. Nos refugiamos en un garaje que parecía estar abandonado y allí fue donde firmé mi primer contrato con el Real Madrid".

Gento disputó 600 partidos con el Real Madrid, en los que marcó 182 goles, y fue internacional con España en 43 ocasiones. Aunque si hay un dato que le hace singular son sus seis Copas de Europa, un récord que nadie ha igualado. Precisamente es de la primera de todas, la que conquistó en la final disputada el 13 de junio de 1956, en el Parque de los Príncipes, de París, y en la que los blancos ganaron 3-4 al Stade de Reims, hay una anécdota que a Paco siempre le gustaba contar.

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Luis Miguel González

"Cuando terminamos de cenar, los jugadores pensamos que lo normal era festejar el título europeo en Lido, una de las salas de fiestas más famosas de París. Pero, cuando salíamos del hotel, vimos que venían con nosotros don Santiago Bernabéu y su esposa, doña María, una santa en todos los sentidos", le contó Gento a Luis Miguel González. "Como era habitual cuando viajaba con nosotros, doña María nos había dado a todos los jugadores una estampita de Santa Teresa de Jesús, que siempre llevaba en el bolso de mano. Por eso, antes de entrar al Lido, un compañero y yo nos miramos y, sin que nos oyera don Santiago, le comenté: "Sólo nos ha faltado entrar a la sala de fiestas rezando el Rosario"... Descansa en paz, Paco.