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El Atlético rema para morir en la orilla contra el Liverpool (2-3)
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Una derrota muy dolorosa

El Atlético rema para morir en la orilla contra el Liverpool (2-3)

El conjunto rojiblanco logró igualar el extraordinario inicio de los ingleses, pero la expulsión de Griezmann y el penalti absurdo de Hermoso dinamitaron el partido

Foto: Griezmann terminó expulsado. (Reuters)
Griezmann terminó expulsado. (Reuters)

El Atlético se quedó a centímetros de tallar otra muesca en su revólver de hazañas en Europa. Después de mantenerse a flote en una situación límite donde el resto de equipos se hundirían, los de Diego Pablo Simeone se agarraron al precipicio emocional que les brindó un Wanda Metropolitano a rebosar contra uno de los mejores equipos de Europa, el Liverpool de Jürgen Klopp. En un inicio donde los ingleses barrieron a los locales en todas las facetas del juego hasta colocarse por delante por partida doble gracias a los goles de Milner y Keita, el Atlético de Madrid logró levantar un duelo que solo se puede explicar desde su capacidad para sobrevivir. Así nació el doblete de Antoine Griezmann antes de acabar expulsado por una patada sin mirar a Firmino. El Atleti, con 10 hombres desde el minuto 52, resistió hasta que un absurdo penalti de Mario Hermoso dinamitó sus opciones de puntuar y Salah mató el encuentro con el 2-3 definitivo.

placeholder Griezmann se marcha expulsado. (EFE)
Griezmann se marcha expulsado. (EFE)

En una de las primeras partes más vibrantes de la temporada, el Atlético de Madrid pasó de estar contra las cuerdas a asfixiar a su rival. El partido empezó con un Liverpool dominante, vertical y directo. Los de Simeone, más conservadores y tímidos al principio, esperaban un error en la circulación rival en su campo, pero el conjunto inglés se había enfundado el traje de martillo pilón. Con Roberto Firmino tratando de arrastrar a un Geoffrey Kondogbia que debutaba en la posición de central junto a Felipe por primera vez en la temporada, el Liverpool abría el campo y cruzaba la línea divisoria a máxima velocidad. Era un partido Premier.

De una arrancada de Salah desde la banda derecha nació el primer tanto de la noche. El egipcio condujo la pelota sin inmutarse, esquivando rivales como un trilero esconde la pelota, se plantó en la frontal ante un contemplativo Koke y su disparo se coló en el fondo de la red tras encontrarse con el oportunista pie de Milner. Con el 0-1 campeando en el marcador, el Atlético dio un paso al frente. Los 'reds' no cambiaron ni un punto del guion. En un balón colgado al área, Felipe dejó un balón muerto en el balcón del área y Naby Keita reventó la pelota contra la meta de Oblak. No pudo hacer nada el esloveno para atrapar una pelota endiablada.

Una reacción única

El Atleti llegó a un momento crítico. De esos en los que se masca una goleada. Sin embargo, los pupilos de Simeone reaccionaron de la mejor manera posible: haciendo honor a su 'leitmotiv' competitivo. Sin dejar de creer nunca, Griezmann hondeó la bandera de la remontada por primera vez en una acción combinativa con Yannick Carrasco que interceptó Alexander-Arnold. En el saque de esquina, Thomas Lemar tiró de visión, la tocó hacia Koke y su disparo se topó con la puntera de Griezmann para sorpresa de Alisson. Llegaba la calma tras la tormenta 'red'.

placeholder Joao Félix estuvo brillante. (Reuters)
Joao Félix estuvo brillante. (Reuters)

Despojado del miedo y el respeto que había exhibido en los primeros momentos del encuentro, el Atleti se lanzó a la yugular inglesa. Con Lemar y De Paul cogiendo galones en el centro del campo, Carrasco ajustando en la banda izquierda y Joao Félix brillando entre líneas y a la espalda de Alexander-Arnold, Griezmann se convirtió en un quebradero de cabeza para Jürgen Klopp.

El portugués, lleno de magia, se vistió de supercrack y trenzó jugadas muy dañinas con Griezmann. En una de las ocasiones más claras del duelo, Griezmann se desmarcó perfectamente a la espalda de los zagueros visitantes para recoger el envío de De Paul y perdonar el empate solo frente al arquero brasileño.

placeholder Griezmann celebra el 1-0. (EFE)
Griezmann celebra el 1-0. (EFE)

No volvería a mostrarse piadoso de cara a puerta. En la siguiente acción, Joao se escapó de un enjambre de piernas en la banda izquierda, vio el hueco donde no existía y conectó con el delantero galo. Van Dijk, incapaz de localizar su movimiento, danzó a cámara lenta mientras Griezmann fusilaba a Alisson al palo largo. El Atleti sobrevivía a la tormenta y empataba. Antes del descanso, Lemar estuvo a punto de poner al cuadro rojiblanco por delante, pero Alisson tapó el 3-2 con un manotazo providencial.

A la vuelta de vestuarios, se abrió un escenario totalmente diferente. Del saque de esquina cabeceado por Mané para sacar la mejor versión de Oblak se pasó a la respuesta de Alisson cuando Joao Félix colocó un balón milimétrico que Carrasco no pudo convertir en otro tanto. Sin embargo, ninguna acción alteraría tanto la inercia del encuentro como la desafortunada expulsión de Griezmann cuando el francés lanzaba un control al aire que se llevó por delante la cabeza de Firmino. El Atleti se quedaba con 10 hombres y activaba el modo resistencia.

Carrasco compensó la expulsión

El Liverpool se volcó con todo y espoleó a unos laterales que habían estado bastante encorsetados durante el primer tiempo. Robertson y Arnols ganaron metros, influencia y jerarquía ofensiva en el último tercio. Ahí el escocés se sacaría un latigazo tras un rebote que no encontraría portería. Poco a poco, los ingleses fueron ganando metros, pero sin incomodar tanto como se podía esperar a los rojiblancos. Entre De Paul y Carrasco compensaban la superioridad numérica visitante y mantenían al Atleti a flote.

De hecho, a punto estuvieron los citados de lograr la gesta de ponerse por delante cuando De Paul, Carrasco y Joao Félix combinaron, pero la zaga del Liverpool se mostró atenta. En el minuto 76, cuando el Liverpool no hallaba el modo de acceder a los pocos puntos débiles que dejaba la defensa local, Mario Hermoso cometió un penalti infantil al abalanzarse contra el recién incorporado Diego Jota y derribarlo en el interior del área. El colegiado señaló pena máxima y Salah anotó el definitivo 2-3.

placeholder Salah anota el 2-3. (EFE)
Salah anota el 2-3. (EFE)

Intentaría la reacción Simeone con un cuádruple cambio (Luis Suárez, Llorente, Correa y Lodi entraron y Joao, Hermoso, De Paul y Lemar salieron) y acarició el 3-3 cuando el árbitro pitó penalti por un lance sobre Giménez. A pesar de ello, al consultarlo con el VAR, el árbitro corrigió y desestimó los siete metros. Más tarde y en el tiempo añadido, una combinación entre Suárez y Correa tuvo como resultado el remate alto del argentino. El marcador ya no se movería y el Atlético caería a domicilio por primera vez en esta Champions League.

El Atlético se quedó a centímetros de tallar otra muesca en su revólver de hazañas en Europa. Después de mantenerse a flote en una situación límite donde el resto de equipos se hundirían, los de Diego Pablo Simeone se agarraron al precipicio emocional que les brindó un Wanda Metropolitano a rebosar contra uno de los mejores equipos de Europa, el Liverpool de Jürgen Klopp. En un inicio donde los ingleses barrieron a los locales en todas las facetas del juego hasta colocarse por delante por partida doble gracias a los goles de Milner y Keita, el Atlético de Madrid logró levantar un duelo que solo se puede explicar desde su capacidad para sobrevivir. Así nació el doblete de Antoine Griezmann antes de acabar expulsado por una patada sin mirar a Firmino. El Atleti, con 10 hombres desde el minuto 52, resistió hasta que un absurdo penalti de Mario Hermoso dinamitó sus opciones de puntuar y Salah mató el encuentro con el 2-3 definitivo.

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