El caso que impide a Eufemiano Fuentes decir su verdad sobre el Real Madrid

"No puedo responder. Me amenazaron de muerte. Me dijeron que si decía ciertas cosas, mi familia o yo podríamos tener serios problemas. Me han amenazado tres veces y no me van a amenazar una cuarta vez”. Es fácil reconocer en estas palabras el halo de misterio que Eufemiano Fuentes implanta en cada una de sus declaraciones. Esta fue la contestación del doctor a la pregunta “¿ha trabajado usted con el Real Madrid y el Barcelona?” que el periodista francés Stéphane Mandard publicó en diciembre del 2006 en el periódico galo Le Monde. Una polémica entrevista que, 15 años más tarde, vuelve a cobrar relevancia con la aparición pública de Fuentes en el programa Lo de Évole, donde el ginecólogo dio a entender un asesoramiento en materia de dopaje a los servicios médicos madridistas y blaugranas.

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A. Pascual

Jordi Évole preguntó a Eufemiano por su relación con clubes de fútbol punteros españoles, entre ellos Real Madrid, Barcelona, Valencia o Real Sociedad. Primero, el periodista tanteó si había dado sus servicios al club ché, cuestión que el doctor negó impetuoso. Cuando le llegó el turno al conjunto blanco, la teatralidad de Fuentes saltó por los aires. Silencio largo, miradas a un lado… “No te voy a contestar a esa pregunta”, afirmó como respuesta, antes de añadir un “perdona, me has pillado”. “Tuve que declarar en un juicio sobre ese tema y dije que no. Si eso te vale… O me callo o te digo que no. Elige la respuesta”, fue la mayor explicación del médico sobre este asunto.

La reacción del Real Madrid fue tan rápida como contundente. A la mañana siguiente, el programa Jugones de La Sexta confirmó que el club presidido por Florentino Pérez iba a tomar acciones legales por las insinuaciones de dopaje que involucran tanto al equipo madridista como al que fuera su jefe de servicios médicos entre 1994 y 2007, Alfonso del Corral. El único precedente legal al respecto se remonta al 2006, precisamente a la entrevista de Eufemiano concedida a Le Monde, cuando el doctor acabaría por desdecirse ante el juez como el mismo le confesó a Évole: “Tuve que declarar en un juicio sobre ese tema y dije que no”.

300.000 euros de indemnización al Real Madrid, 15.000 para el Barça

No hubo que esperar al juicio para ver a Eufemiano Fuentes cambiar su versión tras la polémica que supuso la publicación de la entrevista del periódico francés. "Me parecen demasiado graves las acusaciones. Independientemente de que las desmientan o no los equipos, las desmiento porque no hay nada de cierto", declaró el ginecólogo para Televisión Española. Tanto el medio galo como Stéphane Mandard reafirmaron la veracidad de la información que relacionaba al Real Madrid, Betis, Valencia, Barcelona y Real Sociedad con la red de dopaje de la Operación puerto.

Barcelona y Real Madrid pusieron sendas demandas. En el 2009 tuvo lugar el juicio del club de Concha Espina, el juzgado de primera instancia y de la Audiencia Provincial de Madrid consideraron que el diario francés cometió una “intromisión ilegítima” en el honor del Madrid con una información no veraz publicado por el periodista. Según la resolución judicial, este “publicó una noticia presentando como ciertos y comprobados unos hechos que podían suponer un grave descrédito para el Real Madrid Club de Fútbol, dejando entrever una vinculación con la Operación Puerto, cuando no disponía de pruebas para ello”.

Stéphane Mandard y Le Monde llevaron el caso al Tribunal Supremo, que ratificó la condena previa: 300.000 euros de indemnización al Real Madrid, y 30.000 a su ex jefe de servicios médicos, Alfonso del Corral. En el caso del litigio con el Barcelona, la indemnización final fue de 15.000 euros a pagar al club blaugrana, una cifra mucho menor que previamente había reducido la Audiencia Provincial de Barcelona, y que confirmó el mismo Supremo. El periodista francés defendió siempre su información.

Sergio Ramos, acusado de dopaje por Football Leaks

El medio alemán Der Spiegel publicó en el 2018 un caso de dopaje protagonizado por Sergio Ramos, citando como fuente a la filtración de la famosa Football Leaks. Según su versión, el capitán del Real Madrid se sometió a un test antidopaje el 3 de junio de 2017, justo después de la final de la Champions League en Cardiff en la que los blancos ganaron la copa frente a la Juventus de Turín (1-4). En la muestra de los análisis se encontraron supuestamente trazas de dexametasona, un preparado de cortisona con efectos antiinflamatorios y analgésicos que se encontraba incluido en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Esta solo permitía su uso si existía un informe previo del responsable médico atesorando el motivo de su suministro.

En la información también se hacía relevancia a un incidente en otro control antidopaje que tuvo lugar el 15 de abril de ese mismo año, después del partido de liga Madrid-Málaga (1-2). En ese momento Ramos exigió ducharse antes del test para, finalmente, hacerlo delante del agente de la UEFA, quien había advertido que no era el procedimiento reglamentario.

El Real Madrid emitió un comunicado negando que Ramos hubiera incumplido la normativa: “La UEFA solicitó información puntual y cerró el asunto referido inmediatamente, como es habitual en estos casos, tras la verificación de los propios expertos de la agencia mundial antidopaje, AMA, y de la propia UEFA”. Más contunde se mostró el futbolista, que anunció medidas legales. “Está claro que lo que se ha querido es manchar mi imagen como profesional. Yo he realizado más de 300 controles de dopaje a lo largo de mi carrera y nunca ha ocurrido nada parecido. (…) Si en algo he dado positivo en mi vida es en horas de trabajo”, defendió en zona mixta tras un partido contra el Eibar.

Sergio Ramos, incluso, aseguró que conocía la polémica que se avecinaba: “Ya sabía que esta información iba a salir, me avisaron hace un mes y medio, pero yo no tenía miedo porque tenía la verdad”. Tres años más tarde, no se conocen ni acciones legales por parte del defensa ni nuevas informaciones sobre el supuesto caso de dopaje.