Tras su último servicio al Nápoles, el soldado José Callejón quiere volver a España

Nápoles llora la marcha de uno de los suyos. Insigne recibe en la banda izquierda, a pierna cambiada, no le hace falta mirar para saber quién se internará entre la defensa en el palo largo, haciendo daño en el lado débil del lateral. José Callejón rematará a dos o tres metros de la portería, Aurelio De Laurentiis, el siempre extravagante presidente del club, celebraría como un hincha más un gol de sobra conocido. Temporada tras temporada, partido tras partido, el de Granada y su mejor cómplice en el Nápoli han repetido esa forma de marcar. El español, un héroe absoluto de la hinchada azul, se despide del fútbol italiano tras 7 temporadas vistiendo la misma elástica. A sus 33 años, Callejón ultima su tramo final de carrera con las miradas puestas en regresar a La Liga. Abandona la Serie A como el mayor goleador español de la historia de la competición, superando en cifras a una leyenda como Luis Suárez, único Balón de Oro nacional hasta la fecha.

Rafa Benítez, Maurizio Sarri, Carlo Ancelotti y Genaro Gattuso son los últimos cuatro entrenadores del Nápoles, y todos ellos han apostado siempre por José Callejón. En un principio los aficionados miraron ciertamente expectantes las palabras de admiración con las que el técnico español hablaba de un fichaje de su expreso deseo. 7 temporadas más tarde el extremo se despedía del club de su vida con una derrota y eliminación ante el Barcelona en octavos de final de la Champions, y sin una atronadora ovación que seguro le habría regalado San Paolo. 64 goles ha anotado entre la Serie A, más 6 en la Copa Italia. Este último trofeo pudo levantarlos en dos ocasiones, así como una Supercopa, convirtiéndolo en el mayor logro de un futbolista español en el Calcio. José conectó rápidamente con la afición, haciendo suyo el canto ‘Un giorno all'improvviso’, un auténtico himno de la afición napolitana que hasta sonó a pleno pulmón en la celebración de su cumpleaños.

La despedida podría haber sido incluso más fría, sin llegar a jugar un último partido. Al igual que otros tantos compañeros de profesión, Callejón finalizaba contrato el pasado junio. A sus 33 años, las dos partes parecían convencidos de que era el momento de separar sus caminos, pero llegó la pandemia del coronavirus. Tres meses sin fútbol y las cuentas estaban claras, el español iba a estar sin contrato para la cita decisiva de la Champions. Mientras que otros jugadores, como por ejemplo Edinson Cavani, optaron por mantener el final del contrato vigente, el de Motril se ofreció al Nápoles para ser miembro de la plantilla hasta que acabaran la temporada. Esto lo haría sin coste para el club (más allá de mantenerle un seguro médico que le protegiera en caso de una lesión). Un soldado del fútbol como es Gattuso no pudo expresar con más claridad el absoluto respeto y agradecimiento por ese gesto: “Estoy feliz de que Callejón decida extender su contrato, dio mucho por esta camiseta y no podía terminar su historia de siete años aquí de manera diferente. Me ha aportado mucho desde que estoy aquí, es un profesional en cada entrenamiento y está muy cerca de los corazones de los aficionados de Nápoles”.

Un líder en el vestuario

No es posible encontrar malas palabras de José Callejón hacia su club, ni siquiera cuando el Nápoles despidió a Carlo Ancelotti y acusó a sus jugadores de amotinarse en contra del equipo. Ha jugado 392 partidos con la camiseta, siempre de manga larga, del Nápoli, anotando 82 goles y repartiendo 78 asistencias, juntando competiciones domésticas y europeas. Es el español que más huella ha dejado en un conjunto que ha contado con nombres como Pepe Reina, Fernando Llorente o David Albiol. En la que actualmente destaca Fabián Ruiz, un todocampista que suena desde hace tiempo para mayores aspiraciones. La gran estrella del equipo, Lorenzo Insigne, reconocía la pérdida de su querido compañero públicamente. “Querido José, desgraciadamente nuestros caminos se dividen. Ha sido un honor estar a tu lado todos estos años. Tuve la suerte de conocer a un hombre fantástico, un jugador increíble, un profesional ejemplar. Extrañaré no encontrarte en el vestuario, extrañaré nuestras risas y extrañaré tus fantásticos desmarques en el área. Te deseo lo mejor a ti y a tu fantástica familia. Buena suerte, amigo mío”, escribió en sus redes el estandarte italiano.

En busca de su último servicio al fútbol

Con 33 años, José Callejón aún guarda un espectacular físico que le permite recorrer la banda durante 90 minutos. Si su ratio goleador ha disminuido notablemente en las últimas dos temporadas ha sido, entre otros motivos, fruto de una posición más alejada del área. El de Motril es un viejo deseo de Diego Pablo Simeone, difícil imaginar un jugador más idéntico a lo que busca el argentino sobre el terreno de juego, aunque el Atlético de Madrid tenga de momento cubiertas sus demarcaciones. Con fuerza resuena la capital de Andalucía como destino para Callejón en el que será su último servicio al fútbol de élite. Lopetegui, quien ya lo llamó para la Selección Española, estaría encantado de contar con él y a más como agente libre sin necesidad de pagar un traspaso. Suso se incorporó en el mercado invernal al Sevilla, aunque sus actuaciones en la banda derecha no han acabado de convencer en el Ramón Sánchez-Pizjuán. En el Benito Villamarín le pueden prometer menos competencia y un entrenador como Manuel Pellegrini, pudiendo sumar veteranía y gol en un equipo con importante falta de colmillo en la temporada 2019-2020.

De Granada a Madrid, con Mourinho como gran valedor

Canterano del Madrid desde que destacase en su Granada natal con apenas 15 años, a Callejón le llegaría la oportunidad de jugar en Primera División, tras dos buenas campañas en el Castilla, a través de una compra del Espanyol. Ahí mostró las cualidades que ofrecería durante toda su carrera: un pulmón por la banda derecha que juega a pierna natural y con constante peligro para el área rival. El año 2011 supuso su vuelta a casa, ya que el Real Madrid lo repescó gracias a su técnico de la época, José Mourinho, encantado con la garra incansable que tiene el de Motril. En los siguientes dos años Callejón demostraría tener nivel para ser importante en el equipo, aunque su imagen más icónica sería la del entrenador portugués subido a caballito en su espalda. El conjunto madrileño marcó el gol de la tranquilidad 1-3 en un aguerrido duelo frente al Valencia; Mourinho, desatado por el tanto, se subió a la espalda de su pupilo, que se encontraba calentando. La divertida estampa se repetiría a final de temporada, cuando esta vez el luso llevó a caballito a Callejón, mientras este celebraba el título liguero.