El Fuenlabrada no fue una excepción: el covid-19 invade la pretemporada del fútbol

Si el fútbol tiene algún valor estadístico como espejo de la sociedad española, el rebrote del covid-19 es incluso superior al que muestran las cuestionadas estadísticas nacionales. El coronavirus se ha convertido en el principal protagonista del inicio de la pretemporada de los clubes españoles. Este miércoles fue el Athletic Club quien comunicó seis positivos en su plantilla y anunció, como tantos otros equipos en las dos últimas semanas, que “los futbolistas ya han sido aislados en su domicilio siguiendo los protocolos establecidos por la Liga y las autoridades sanitarias”.

El virus llegó también el miércoles al único ‘grande’ que no había registrado positivos: el francés Jean-Clair Todibo (cedido por el Barcelona al Schalke 04 esta última temporada) también dio positivo en los tests previos al inicio de la pretemporada de los nueve futbolistas del club culé que no se han desplazado a Lisboa para jugar la fase final de la Champions.

La expresión “protocolo establecido por la Liga” y “comunicado oficial” se multiplica de forma siniestra por los diarios deportivos: en el fútbol de Primera y Segunda, hasta el momento se han detectado positivos en el Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Valencia, Betis, Sevilla, Alavés, Granada, Celta, Español, Huesca, Mallorca, Tenerife, Almería Las Palmas, Zaragoza y por supuesto el Fuenlabrada, el primero de todos, un caso cuya onda expansiva -al retrasarse la fase de ascenso a Primera- no se ha detenido aún.

Los jugadores afectados han de mantenerse totalmente aislados hasta obtener los resultados de un segundo (o tercer) test que demuestre la desaparición del positivo: hasta ese momento, los entrenamientos deberán realizarse de forma individualizada.

El agravamiento de la situación es transversal al fútbol, en todas sus categorías: bastante peores que estos positivos asintomáticos en equipos con presupuestos altos y la temporada 2019-20 concluida son las angustias del fútbol no profesional (Segunda B y Tercera División), aterrados ante la posibilidad de que se suspendan las competiciones hasta enero y peligre su viabilidad económica. De hecho, las fases restantes de ascenso a Segunda B no se jugarán, y la Federación de Fútbol ha decretado el ascenso administrativo a 2ªB de los cuatro equipos que no pudieron disputar la fase adicional de ascenso de 3ª División. El Consejo Superior de Deportes (CSD) mantiene silencio y ha convocado la próxima semana una reunión del ‘Grupo de Tareas para el Impulso del Deporte’ en el que se recabarán ideas para empezar a afrontar el problema.

En Segunda División, la categoría con mayores problemas, el ‘caso Fuenlabrada’ ha mutado finalmente en ‘caso Zaragoza’: el club aragonés se ha negado a jugar los ‘playoffs’ atrasados por presuntos agravios comparativos, y varios equipos han solicitado una Liga ampliada a 23, 24 o incluso 26 equipos (HIPERV). Finalmente, la Liga ha impuesto que las eliminatorias pendientes entre Zaragoza y Elche, por un lado, y Girona y almería, por otro, comiencen este jueves.

El lío del fútbol puede ser mucho mayor de lo que parecía hace sólo unas semanas, cuando la Liga y el CSD se felicitaban por el éxito de los protocolos establecidos para la reanudación de las ligas de Primera y Segunda en España. Por desgracia, el ‘caso Fuenlabrada’ no era una excepción: por extrapolación, la difusión del coronavirus por el fútbol español indica que, de haber suficientes tests para toda la población, las cifras de contagio en este rebrote serían probablemente escandalosas.