El Barcelona y el Sevilla jugarán en Tánger en un estadio endeudado, sin luz ni agua

Aún quedan casi tres semanas para la disputa de la Supercopa de España entre el FC Barcelona y el Sevilla y casi se podría escribir un libro sobre los líos que la rodean. El último es que el Stade Ibn-Batouta de Tánger, sede elegida por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para la disputa del partido, no tiene ni agua ni luz porque lleva meses sin pagar esos servicios. En total, la deuda asciende a más de 83.000 euros.

Según informa el medio marroquí 'Le 360º Sport', hace tres meses que Sonarges, empresa que gestiona el recinto, no paga las facturas. La deuda asciende a 920.000 dírhams (83.400 euros). La citada información dice que no habrá problemas y que el 12 de agosto la instalación tendrá luz y agua, aunque da a entender que la operadora, Amendis, ha cortado ambos servicios justo ahora para obligar a que le paguen.

Sonarges es el acrónimo de la Sociedad Nacional de Consrtucción y Gestión de Estadios, una empresa estatal creada en 2010 y que también se encarga de los estadios de Marrakech y Agadir. Según una información de 2015 publicada por 'L'Economiste', las deudas tenían a la empresa estaba al borde la quiebra. El estadio de Tánger fue inaugurado en 2011 con un partido amistoso entre el Atlético de Madrid y el Raja de Casablanca. Tiene una capacidad de 45.000 espectadores y ha acogido dos veces (2011 y 2017) el Trofeo de los Campeones, equivalente francés de la Supercopa.

El FC Barcelona y el Sevilla se enfrentan en Tánger el 12 de agosto a las 22:00 horas, en una edición de la Supercopa que se jugará a partido único. A diferencia de otras Supercopas europeas, es la primera vez que el torneo viaja fuera de España. La decisión de la RFEF fue mal recibida por el Sevilla, que quería que se jugara a doble partido y que se ha sentido perjudicado. El Barcelona sí apoyaba la postura de la federación, que apostaba por un solo partido.

La principal razón dada por Luis Rubiales para el cambio del formato de la competición, era problemas de calendario. El 9 de julio, tras la reunión de la Junta Directiva que fijó el 12 de agosto como la fecha del partido, el presidente de la RFEF dijo que el convenio con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y el inicio de LaLiga hacían inviable una final a ida y vuelta en los dos pares de fechas propuestos (5 y 12 y 12 y 19).

Ese mismo día, Rubiales anunció que Tánger era la principal opción para ser la sede del partido, aunque aún no era seguro. El máximo mandatario de la RFEF dio dos motivos para justificar la elección de la ciudad marroquí. Uno era el dinero, pues el dinero que dará la ciudad permitirá pagar a los dos equipos (reveló que uno de ellos había pedido una compensación de 950.000 euros).

La otra fue el calor. "Paradójicamente, aunque esté en África, por las condiciones climatológicas de Tánger la temperatura siempre está por debajo de los 30 grados a las 7 u 8 de la tarde", dijo. Sin embargo, el 22 de julio la RFEF anunció que el partido se jugaría a las 22:00 horas. Y no fue una exigencia de las televisión, pues los derechos fueron adjudicados a RTVE un día después, el 23 de julio.