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La Junta Gestora de Larrea no convocó elecciones como era preceptivo
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varios candidatos necesitan más tiempo

La Junta Gestora de Larrea no convocó elecciones como era preceptivo

La Federación, en contra de lo que marca la Orden ministerial, formó la Gestora pero no llegó a convocar el proceso electoral. Se está demorando el proceso

Foto: Juan Luis Larrea, en la última Asamblea de la RFEF. (EFE)
Juan Luis Larrea, en la última Asamblea de la RFEF. (EFE)

La sucesión de un líder de muchos años de servicio siempre es complicada, y si en la Federación Española de Fútbol no lo sabía ahora podrán comprobarlo. Ángel María Villar pasó 29 años en la presidencia antes de caer en desgracias. Contra él hay abierto un procedimiento judicial y, en materia deportiva, fue recientemente destituido por el Tribunal Administrativo del Deporte, finalizando así efectivamente su periodo como mandatario del fútbol español. Villar, salvo resurrección jurídica improbable, está fuera, pero ese no es más que el primer punto en la resolución de este enigma.

Ahora tocan, en teoría, unas elecciones. Tendrían que estar ya convocadas, pero no fue así. Este jueves hubo junta directiva en la Federación que hizo, al menos en principio, lo único que podía hacer, que no es otra cosa que constituirse en junta gestora, el paso que establece la orden ministerial sobre procesos electorales. Esa parte se hizo con tino, con Juan Luis Larrea al mando, pero se le pasó un requisito más que es tan importante y urgente como el primero: convocar el proceso electoral.

El artículo 18.1 de la Orden ministerial que regula los procesos electorales de las federaciones deportivas establece que "cuando el presidente de una Federación deportiva sea suspendido o inhabilitado por resolución definitiva [como es el caso]... se procederá a la convocatoria de elecciones a presidente". La inhabilitación ya está en marcha, las elecciones, no.

También contraviene el no haber comenzado ya el proceso a los propios estatutos de la RFEF, que en su artículo 34.8 señalan que, en un caso como el actual, "la Junta Directiva se constituirá en Comisión Gestora, y convocará elecciones para proveer al cargo". Fuentes jurídicas consultadas por este periódico expresan que esta formulación obliga a que los procesos sean simultáneos, es decir, que la Junta Gestora tenga que organizar la elecciones en el mismo momento que sea elegida y no esperar a fechas posteriores, como se supone que hará.

Larrea estipuló que en la próxima reunión de la recién constituida Junta Gestora que tiene como objetivo tratar algunas resoluciones del TAD sobre futbolistas concretos. En principio también se espera una decisión del Consejo de Estado, que ha sido consultado en fechas recientes por cuestiones relacionadas con una moción de censura y el procedimiento electoral, pero es probable que no se llegue a esperar a ese dictamen.

placeholder El destituido Ángel Villar.
El destituido Ángel Villar.

Ganar tiempo

La idea de la Junta Gestora es comenzar el proceso electoral el 12 de febrero. Y su presidente, Juan Luis Larrea, estimaba en unas declaraciones que desde el inicio de ese proceso hasta la elección final del presidente se utilizarían 30 o 40 días. Es sorprendente el lapso de tiempo, pues la últimas, de 2017, solo necesitaron 20 días hábiles para salir adelante y en esta ocasión se espera casi el doble de tiempo.

¿Cuál es el problema? La desorganización. Son muchas las fuerzas que se están moviendo en el fútbol español y difíciles los acuerdos y encontrar los perfiles oportunos para la sustitución de Villar. La fuerza del anterior presidente fue absoluta y, por la duración de su reinado, hizo que casi nadie viese posible que la sucesión fuese a darse algún día. Eso ha cogido a muchos con el pie cambiado y ahora no es sencillo encontrar candidatos viables para lograr la presidencia.

Ni siquiera el propio Larrea está del todo descartado, y estos movimientos podrían estar pensados para ganar apoyos de cara a las ya seguras elecciones. Además de él se habla de Manuel Llorente o Emilio García Silvero, dos candidatos del gusto del presidente de La Liga, Javier Tebas, que por unos motivos u otros no terminan de salir a la palestra. Más adelantado parece el proyecto de Luis Rubiales, antiguo presidente de la AFE, que ya ha expresado su deseo de ser presidente federativo y está organizado con ese objetivo. En su contra, eso sí, están algunos de los actores más poderosos del fútbol español, entre ellos, por supuesto, el propio presidente de la patronal que ha dicho en público en diversas ocasiones que no querría de ningún modo al exfutbolista como sucesor de Villar.

La sucesión de un líder de muchos años de servicio siempre es complicada, y si en la Federación Española de Fútbol no lo sabía ahora podrán comprobarlo. Ángel María Villar pasó 29 años en la presidencia antes de caer en desgracias. Contra él hay abierto un procedimiento judicial y, en materia deportiva, fue recientemente destituido por el Tribunal Administrativo del Deporte, finalizando así efectivamente su periodo como mandatario del fútbol español. Villar, salvo resurrección jurídica improbable, está fuera, pero ese no es más que el primer punto en la resolución de este enigma.

Real Federación Española de Fútbol Ángel María Villar
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