El Sevilla no gana fuera de casa... y por eso el Real Madrid debería preocuparse

Solamente dos equipos en Europa no han ganado aún fuera de casa en sus Ligas. Uno es el Hellas Verona, desahuciado colista del Calcio. Otro es el Sevilla, finalista de Copa, cuartofinalista de Europa League y aspirante a la cuarta plaza de Champions en la Liga. Jeckyll en el Sánchez Pizjuán, donde acumula 17 triunfos seguidos, en una racha sin parangón en el continente. Hyde lejos de Nervión, donde no ha sabido vencer ni en sus 14 viajes del campeonato liguero ni en los cinco que repartió entre Champions y Europa League.Solamente en la Copa, ante Logroñés, Mirandés y Betis, degustó el triunfo el cuadro de Emery a domicilio. Un caso clínico. El Sevilla, en definitiva, no sabe ganar fuera, algo que debería tener muy preocupado al Real Madrid, a decir de los expertos.

El Confidencial consulta a Joaquín Caparrós, Pablo Alfaro y Pablo Blanco, voces de lo más autorizadas para analizar la cuestión. Por diversos caminos, todos alcanzan una misma conclusión: "Si un partido puede ser propicio para acabar con el maleficio del Sevilla es el de este domingo en el Bernabéu".

"Lo cierto es que este tipo de rachas terminan no contra equipos ante los que te dan como favorito, sino ante estos otros más grandes. De hecho, el Sevilla ya pudo hacerlo en el Camp Nou, de haber tenido algo más de fortuna", subraya Caparrós, que en su juventud formó en la cantera del Real Madrid, y que como entrenador sembró el germen del gran Sevilla que comenzaría a arramblar títulos en esta década prodigiosa. "Es evidente que secuencias así te van creando un estado de ansiedad. Resulta difícil de combatir, porque se trata esencialmente de una cuestión mental. Y ahí hay que andar con cuidado, porque tan peligroso es un exceso de motivación como no llegar al futbolista. Contra el Real Madrid esto cambia. Probablemente, el jugador ya no va a estar tan pendiente de esa racha como de batir a un gran rival. Por eso es un partido ideal para romperla".

“Si un partido puede ser propicio para acabar con el maleficio es el de este domingo en el Bernabéu", dicen varios expertos al valorar al equipo de Unai Emery

La comodidad del Pizjuán

Discrepa en el análisis, no en el fin, Pablo Blanco, exdefensa de pierna dura, actual jefe de la impagable cantera sevillista y toda una institución en el club. "Yo viví algo igual de extraño. En la temporada 79/80 lo ganamos casi todo en casa pero sólo conseguimos un triunfo fuera, en la última jornada además (frente al Hércules). Nos entrenaba Miguel Muñoz y teníamos a Scotta y Bertoni, que en el Sánchez Pizjuán valían por cuatro", recuerda como precedente. "No creas que el futbolista se come tanto el coco con estas cosas. Es más un debate del entorno, entre directivos, aficionados, periodistas… Pero el jugador no le da tanta importancia a las rachas. ¿Por qué ocurre ésta? Es muy difícil encontrarle una explicación. Es evidente que el jugador se siente muy cómodo en el Sánchez Pizjuán, donde la afición empuja mucho, y tal vez fuera actúe más relajado. También cuenta la casuística, la fortuna… Pero los chicos se toman esto con cierta naturalidad, como cosas del fútbol".

"Eran otros tiempos. Hoy la tecnología hace muy difícil que el futbolista se abstraiga del entorno", subraya Pablo Alfaro, central del Barcelona de Cruyff, tótem en el Sevilla, entrenador y analista televisivo. "Es cierto que no se le da tanta importancia a las malas rachas, pero también porque no suelen ser tan largas. Ni tan extrañas. Porque lo del Sevilla es absolutamente anormal, de Jeckyll y Hyde. ¡Es que si hubieran ganado lo habitual fuera estarían peleando por el título! El jugador es consciente de la situación. Con las redes sociales, esto se habrá convertido en la comidilla del vestuario. El Sevilla tiene muy interiorizado que es alguien en el Pizjuán y otro fuera. Se trata de una cuestión psicológica, un estado de ánimo, y por eso resulta difícil de corregir".

Importantes bajas

En estas circunstancias, paradójicamente, el partido contra el Real Madrid resulta especialmente apetecible. "De un plumazo, se acabaría el problema. Contra otro rival más pequeño, lo mismo un triunfo se interpretaba como algo natural y pervivía el debate sobre la debilidad fuera. Si lo logras en el Bernabéu, eso pasará a un tercer plano y se hablará de la supervictoria en el campo del poderoso", analiza el exdefensa, que no pasa por alto la situación del Real Madrid en la Liga, “en medio del lago, sin ir hacia una orilla ni otra, con posibilidad de distraerse porque su objetivo es ya claramente la Champions”.

Blanco gira el foco hacia el Sevilla, que a Chamartín llega con las bajas de gente tan importante como Vitolo, Banega, Konoplyanka y N'Zonzi, pero con el subidón tras pasar a cuartos de su competición fetiche, la Europa League, donde aspira al pentacampeonato. "La clave es si, tras ganar al Basilea, el equipo se va a presentar en el Bernabéu a revientacaldera o si le vencerá cierto relax tras haber conseguido otro objetivo primordial". Joaquín Caparrós tiene menos dudas: "Los jugadores del Sevilla desean este tipo de partidos, como sucedió con el Atlético o el Barça. Es un equipo ultracompetitivo que disfruta de los retos. Ni mala racha ni nada, va a hacer un buen trabajo y tendrá sus opciones en el Bernabéu, seguro".