"Hay cuestiones de Le Pen que me parecen correctas y no por eso tengo cuernos y rabo"

“Hace 30 años llegué a escribir un artículo en un periódico en el que dije que mi libertad estaba por encima de todo y que si yo podía perder un amigo, un trabajo o un cliente por decir lo que pienso, lo perdería”. Javier Tebas tiene un ideario personal muy marcado. No esconde sus querencias y cuando se le pregunta responde. Incluso en los días en los que no está previsto que hable con los medios, como era el caso de este lunes, después de presentar a Vero Boquete como embajadora de La Liga.

“Hoy no iba a hablar...pero bueno”, dice a modo de preámbulo antes de atender a El Confidencial. La polémica más reciente de Tebas, que difícilmente será la última, tiene que ver con una entrevista en la que muestra simpatías por el controvertido Frente Nacional francés. Lo primero de todo, un matiz. “Hay que ver el titular, yo dije que “a veces hace falta un LePen” no estaba diciendo que en todo”, señala para desmarcarse, aunque sea superficialmente, de los políticos ultranacionalistas franceses.

Rechazo a la xenofobia propia del Frente Nacional

Resulta sorprendente que alguien que, desde la presidencia de La Liga, ha sido extremadamente beligerante con la violencia en las gradas de fútbol se muestre benévolo con líderes abiertamente xenófobos. Jean Marie Le Pen, fundador del partido, ha llegado a decir que la selección francesa estaba llena de extranjeros, en referencia a la gente de otras razas que forman el núcleo del equipo. También ahí matiza: “Desconozco las declaraciones de Jean Marie Le Pen, pero cuando hablé de Le Pen me refería más a Marine, su hija”.

En efecto, el discurso de la actual líder del partido radical es algo menos duro que el de su padre, pero sigue siendo muy agresivo con temas como la inmigración. Hace no mucho dijo que Benzema nunca debió de haber ido a la selección porque es parte de esos jugadores “que no cantan la Marsellesa y en las entrevistas manifiestan desprecio por cualquier forma de patriotismo”. Tebas, por si acaso, recuerda que algunos diputados del Frente Nacional no son de raza blanca.

El presidente de la Liga quiere dejar muy claro el tema de la xenofobia. “Yo no soy racista, el que me conozca personalmente sabe que no lo soy y por mi vida personal, que no me voy a parar a explicarla, no puedo ser racista de ningún modo”, responde a este diario. Es más, asegura que "hay muchos ciudadanos de este país que hablan de progresía y son mucho más xenófobos que yo".

Políticamente incorrecto

Tebas se siente cómodo en su discurso, y no le preocupa que tras sus frases las críticas se ceben con él. “No puedo estar pensando en las reacciones de los demás, si la gente lee el titular ve claramente que digo a veces, no quiere decir que en todo tenga esa forma de pensar”, cuenta.

El presidente de la Liga habla sin tapujos de política y no cree que su silencio sea una mejor manera de moverse como la figura institucional que es. “Lo que me estás pidiendo es que el presidente de La Liga sea un hipócrita o un mentiroso. Yo creo que uno de los defectos de este país es ser políticamente correctos, que ha llevado a que los políticos no digan la verdad. Así vamos, que nadie sabe donde estamos, yo no quiero ser hipócrita”.

Reclama su libertad para hablar de cualquier tema y explayarse en sus opiniones, lo cual tiene cierto contraste con los postulados del Frente Nacional francés, que no destaca especialmente por su defensa de la libre expresión. Al ser preguntado al respecto él tercia rápido: “Si crees que el 30% de los franceses están como cabras… no voy a entrar en un debate político, vuelvo a decir que no comulgo al 100% con el Frente Nacional, pero creo que a veces hay muchos temas que se han demonizado”.

El aborto que le acerca a "los bolivarianos"

Es el propio Tebas el que saca en la conversación otro de los temas mas polémicos de su entrevista: el aborto. Lo hace para desmarcarse del ideario del Frente Nacional con un curioso argumento. “Mi postura en contra del aborto -considera que tiene que ser ilegal en todos los casos- no coincide con ellos y sí con Daniel Ortega de Nicaragua o Rafael Correa de Ecuador, que son gente bolivariana; son personas de izquierda, diríamos que hasta de izquierda radical, y coincido con ellos. En este país tenemos que aprender a no ser sectarios con la forma de pensar”, dice.

Todo este circunloquio para terminar pidiendo respeto por sus opiniones. Lo hace, como es costumbre en él, con una frase contundente: “Hay cuestiones de Le Pen que me parecen correctas y por eso no creo que tenga que ser el diablo que lleve cuernos y rabo, que no los llevo”.