La preocupación de Ancelotti es jugar más directo, no las "llamadas de Florentino"

“(Florentino Pérez) Me ha llamado muchas veces para darme su apoyo y el ánimo en estos días, y los jugadores me han apoyado mucho. El club está detrás de mí”. Carlo Ancelotti quiso dibujar este lunes un barco en el que todos reman a la vez y con el mismo rumbo, empezando por el propio presidente del Real Madrid. El técnico italiano habla por primera vez en 16 jornadas como segundo clasificado en Liga, competición que si no gana –y por mucha confianza que demuestre ahora el club- le hará restar puntos para continuar de blanco.

Este martes disputa la vuelta de octavos de Champions con un ojo mirando al principal objetivo del año, la Liga. Pero tranquilo y acostumbrado a épocas de crisis, montañas rusas que suben y bajan alrededor de su equipo. Aquí, su cometido, es que dentro del vestuario no se noten las curvas ni las fuerzas G.

De cara al exterior lleva puesto el impermeable para que las críticas o comentarios no calen. La imagen que desprende de tranquilidad es lo que provocó que la semana pasada tuviera que responder a las filtraciones en la prensa sobre el deseo de la directiva blanca sobre su carácter. “Tengo experiencia en que me pidan mano dura. Desde que empecé hubo problemas porque no hubo mano dura… Esta mano floja me ha permitido ganar tres Champions”. ¡Pum!

Sí, Ancelotti se enfada

Pero, ¿acaso Ancelotti no echa ninguna bronca? El mensaje se puede enviar de diferentes maneras, lo importante es que llegue y se comprenda. Y, en este sentido, cuando Carlo ha debido enfadarse… lo ha hecho. Acciones de vestuario que nacen y mueren allí, en ese templo sagrado exclusivo para el futbolista. Es su manera de comunicar y una práctica, la de elevar el tono, que utiliza en momentos concretos. Pero la utiliza.

A partir de ahí, ¿el problema del Madrid es la ausencia de voces, aspavientos o castigos que haga ‘espabilar’ a los mismos futbolistas que impresionaron en 2014? “Tenemos claro el problema y cada partido es bueno para intentar arreglarlo y mejorar. El problema lo he dicho: jugamos con demasiados toques. El juego no es rápido. No hay buena coordinación entre el tiempo de pase y el tiempo del desmarque”, aseguró este lunes en la previa de la Champions.

“Jugar directo frente a la petición de mano dura”. Seguramente, en esas llamadas de Florentino a Carlo, el transalpino le haya comentado algo similar.