El ataque de Miguel Ángel Gil a los jugadores del Real Madrid calienta el derbi

Tensión en el césped y en el palco. Atlético y Real Madrid disputan esta noche la vuelta de la semifinal copera que se abrió hace seis días y terminó con el triunfo blanco (3-0) y con multitud de golpes repartidos entre los dos equipos. Sobre el césped hubo más que palabras. Algunos gestos no pasaron inadvertidos y el Atlético, tanto jugadores como dirigentes, consideraron que el comportamiento de algunos madridistas dejó mucho que desear.

Mientras los jugadores rojiblancos no señalaron a nadie, tampoco hacía falta, el que sí lo hizo fue Miguel Ángel Gil Marín que pidió sanción para Pepe y Arbeloa por lo sucedido en la ida. Las palabras del consejero delegado del Atlético no sentaron nada bien en el Santiago Bernabéu. Las consideraron una afrenta, justo en el momento en el que las delicadas relaciones entre los dos clubes parecían mejorar.

"Fue impropio de profesionales, de jugadores importantes" y continuó respondiendo afirmativamente si se refería a Pepe y Arbeloa. Sus palabras han sentado especialmente mal entre los dirigentes madridistas, que no entienden ese ataque a los jugadores del Real Madrid cuando Diego Costa, según los que pisan en la zona noble del Bernabéu, no cesa de provocar desde el primer minuto. "Que pregunte qué dice Diego Costa en cuanto coinciden los jugadores. No para de provocar".

Gil Marín, sin embargo, ve la jugada con otros ojos. "Diego Costa fue insultado tanto dentro como fuera del terreno de juego. No recibió la solidaridad de los compañeros. O todos o ninguno", comentó el consejero delegado en una declaración de principios que no comparten ni en la otra acera ni su propio entrenador que dijo haber visto al equipo unido, como siempre.

Y es que Simeone no quiere batallas, detalle en el que coincide con su compañero de banquillo. Ancelotti es el menos interesado en que la tensión se lleve de nuevo al césped. Son varios los jugadores que están señalados ante una posible amonestación, empezando por Pepe y Ramos, y pretenderebajar una tensión que también se ha instalado en el palco.

El italiano elevó la tensión del juego de su equipo para contrarrestar a los rojiblancos, algo que sorprendió y no gustó a los jugadores atléticos. Tanto que al día siguiente prometían venganza, siguiendo la estela de su jefe en los despachos, pero no el de los banquillos.

Las relaciones entre Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil son complicadas desde hace años, desde el momento en el que el Kun Agüero planteó la salida del Calderón con dirección al Bernabéu. A partir de ese momento, hablamos del verano de 2011, la distancia que hay entre el Calderón y el Bernabéu se ha multiplicado.