La firma de Del Bosque dejaría de ser válida si España fracasa en el Mundial

Vicente del Bosque ha aceptado formalizar la renovación del contrato que le ofreció Ángel María Villar en el momento en el que España logró la clasificación del Mundial de Brasil. La firma, que se produjo en la Eurocopa, no se llevó a cabo hasta el día antes del inicio de la competición y por insistencia del presidente de la Federación. Esta semana ha rubricado el contrato, pero lo ha hecho a la manera Del Bosque.

El seleccionador ha puesto sus condiciones y la principal habla de un posible adiós en caso de que lo que suceda en Brasil no entré dentro de lo que espera. Si además el técnico nota un clima contrario o que pueda perjudicar a los intereses de la federación, Del Bosque dirá adiós sin recibir compensación alguna. Cero euros. Su firma está en un papel, pero de manera simbólica.

Durante la Eurocopa de Polonia y Ucrania, Del Bosque anunció que su ciclo en la selección terminaría en 2014, coincidiendo con el Mundial de Brasil. Los dirigentes de la federación callaron y esperaron el momento para intentar convencer al seleccionador de continuar otro periodo, dos años más. Los éxitos y la gestión de los mismos son el principal argumentos para ampliar el vínculo y llevarlo hasta los seis años.

Jorge Pérez, secretario general de la federación, ha sido el hombre clave en este largo proceso de convencimiento. Siempre creyó en la continuidad de Del Bosque, mientras que Villar ya miraba y pensaba en posibles sustitutos. Pérez no cesó y poco a poco el gesto del seleccionador iba cambiando hacia el sí, pero condicionado.

El respaldo de los jugadores también ha tenido mucho que ver en su continuidad. La federación sabe que el vestuario respalda la gestión llevada a cabo por Del Bosque y su equipo. El entendimiento con el grupo es total, algo que también sucedió en el Real Madrid. Del Bosque entiende al jugador y alguna de sus decisiones están condicionadas al perfecto funcionamiento del grupo.