Del Bosque responde a las quejas de los jugadores: "Todos somos hijos de pobres"

Recife es la primera de las sedes que albergará España en la Copa Confederaciones. Dicen que es la ciudad menos preparada de todas las que darán forma al torneo FIFA que sirve de preámbulo a la Copa del mundo del próximo año. Las obras que se agolpan en los alrededores del estadio, no son más que un ejemplo del caos que reina en una urbe que está lejos de reunir las condiciones mínimas para albergar un torneo de deporte de elite.

 

Los jugadores españoles ya lo han comprobado. Para empezar el hotel, siguiendo con el campo de entrenamiento y terminando por las complicadas condiciones meteorológicas que, por el momento, pusieron en peligro el primer entrenamiento de la selección en Recife. La lluvia, torrencial por momentos, se ha convertido en la principal compañera de viaje de la Selección desde que pisó Brasil.

 

Vicente del Bosque ha querido recordar a los jugadores su origen y procedencia ante las quejas aparecidas por la calidad del hotel asignado por FIFA, bastante alejado de lo que están acostumbrados. “Todos somos hijos de pobres”, afirmó en Onda Cero para poner a cada uno en su sitio y frenar las protestas aparecidas ante la escasa calidad del hotel. Y es que los jugadores no gozan de las comodidades habituales de otras competiciones al no tener sede fija y tener que cumplir con las órdenes de FIFA.

 

El remate al mosqueo llegó con la hora de desplazamiento que tuvieron que sufrir los jugadores hasta llegar al campo de entrenamiento, la ciudad deportiva del Náutico. Una vez más era el lugar asignado por el comité organizador y poco importaba que en el camino se quedaran cerca de sesenta minutos. Al llegar, más lluvia. Al menos el terreno de juego, acostumbrado al agua que cae por aquí, respondió a la perfección y aguantó la sesión de trabajo sin alteración alguna.

La excusa que ponen tanto FIFA como la organización local hablan de que el verdadero objetivo es dentro de un año, con el Mundial 2014, pero la sede de Recife deja mucho que desear en cuanto a infraestructuras y condiciones deportivas. Los accesos al estadio siguen a un día del estreno repletos de operarios que están dando algo más que los últimos toques. A esto hay que añadir la escasa oferta hotelera, con recintos un tanto caducos y obsoletos y campos de entrenamientos lejos de la ciudad y anegados de agua por las lluvias.