Vicente del Bosque sigue fiel a su guión y pasa de Mourinho y sus ataques al Balón de Oro

José Mourinho no altera ni el pulso ni el guión de Vicente del Bosque, ni el de la Federación Española de Fútbol. Su maquiavélica teoría de la conspiración maquinada por FIFA para modificar la puntuación del Balón de Oro en su contra, con el fin de que el seleccionador español resultara elegido mejor entrenador de 2012, solo ha servido para que el máximo organismo del fútbol mundial deje en evidencia a aquellos que hicieron caso del supuesto engaño. Además, el efecto ha sido el contrario debido a que el fútbol español ha vuelto a ponerse de acuerdo alrededor de la figura del campeón del mundo. De la duda se ha pasado a un nuevo reconocimiento popular y de la profesión hacia el técnico español sin necesidad de que Del Bosque abriera la boca en su defensa. No le ha hecho falta.

Jugadores y técnicos españoles han reaccionado echando abajo la teoría de la conspiración y ensalzando lo hecho por el seleccionador español en los últimos cinco años. Mientras, Del Bosque ha decidido pasar del entrenador del Real Madrid y de su proclama. "No es un asunto mío", afirmó al poco de llegar a Gijón. Primero lo hizo durante la recepción en el ayuntamiento de la ciudad asturiana ante los dirigentes federativos y políticos asturianos y después ante la prensa.

El seleccionador español tiene claro que las palabras del portugués, las relacionados con el Balón de Oro y las que hizo en referencia al juego de la selección española en la pasada Eurocopa o en las que calificó de pseudomadridistas a muchos ex de la casa blanca, no le van a hacer cambiar su manera de entender al Real Madrid. La propia FIFA ha sido la encargada de colocar a cada uno en su sitio, de ahí que el seleccionador callara y no contestara de manera directa al técnico, tal y como ha hecho en otras ocasiones.

Su frase pronunciada este jueves de: "No es un delito llevarse bien con los jugadores ni con la prensa" encierra un mensaje directo a la manera de comportarse del entrenador del Real Madrid, cada día más distanciado de los medios de comunicación y con jugadores con tanto peso tanto en la selección como en el equipo blanco como Iker Casillas y Sergio Ramos. No va a cambiar su manera de actuar. No se siente culpable de nada y sigue pensando que "nadie le tiene que dar lecciones de madridismo y de cómo debe actuar un madridista".

Los internacionales españoles han hecho piña alrededor del entrenador. No ha hecho falta que Del Bosque reclamara gesto alguno. Han sido los jugadores los que lo han hablado sin seguir pauta alguna. El seleccionador ha querido dar normalidad. Del silencio que desde el departamento de comunicación se intentó mantener desde el pasado martes, ha pasado a ser un tema menor por la normalidad con la que Del Bosque ha querido que se tratara. Y es que ningún factor externo va a alterar el normal desarrollo de la selección campeona del mundo. Los resultados si lo podrán hacer, pero nunca posibles ataques que llegan desde fuera. Al técnico le preocupa más el posible distanciamiento de algunos miembros del grupo campeón que del mundo que lo que pueda decir Mourinho. "No es asunto mío", repetía ayer. "Lo que me preocupa es clasificarnos para el Mundial", señala.