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Tras fracasar en Copa, el único consuelo del Athletic puede ser conservar la categoría
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HACE SEIS DÍAS FUERON ELIMINADOS DE LA EUROPA LEAGUE

Tras fracasar en Copa, el único consuelo del Athletic puede ser conservar la categoría

No corren buenos tiempos en San Mamés. La Catedral del fútbol vive en una caída continua que no parece tener fin: ha pasado de ver cómo

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Tras fracasar en Copa, el único consuelo del Athletic puede ser conservar la categoría

No corren buenos tiempos en San Mamés. La Catedral del fútbol vive en una caída continua que no parece tener fin: ha pasado de ver cómo su equipo llegaba a la final de la Europa League y de la Copa del Rey con un fútbol que sólo recibía halagos, a cosechar un fracaso detrás de otro. En apenas una semana, los aficionados del Athletic Club se han despedido de Europa y de la Copa, un torneo en el que era amo y señor hasta que apareció el todopoderoso Barcelona. Este miércoles el Eibar puso la última puntilla eliminando al Athletic, un equipo que se descompone, navega sin rumbo desde este verano y donde la tranquilidad brilla por su ausencia. Marcelo Bielsa está cavando su propia tumba y se está llevando por delante a un equipo que hace un año vivía un sueño y ahora protagoniza una pesadilla.

San Mamés no celebró ningún título la temporada pasada pero pudo presumir de un equipo que se ganó las alabanzas de Europa tras conquistar Old Trafford. El Athletic Club llegó a dos finales y ambas le dejaron el amargo sabor de la derrota pero, al menos, eran conscientes de que habían peleado y habían hecho las cosas bien. Meses después, aquellos tiempos de bonanza parecen más lejanos que nunca y es que las cosas en Bilbao han experimentado un giro de 180 grados. Seis días después de despedirse de la Europa League, dijeron adiós a la Copa con la sensación de haber dado todo por perdido antes de salir a pelear. Los dos torneos en los que fueron finalistas. Y en Liga la situación no es mucho mejor: ocupan el puesto 18 con catorce puntos consecuencia de sus 5 victorias, 3 empates y 7 derrotas. Incluso, si Bielsa no es capaz de provocar un punto de inflexión, el equipo podría verse inmerso en la lucha por la permanencia.

El técnico argentino ha pasado de héroe a villano. No empezó con buen pie pero con paciencia consiguió que los jugadores asimilaran su forma de ver el fútbol, sus métodos, su visión, su modo de trabajo… aunque ahora la plantilla esté exhausta, sin fuerzas y no comparten las formas de Bielsa. El presidente del Athletic, Urrutia, ha recibido las quejas y sabe que algunos jugadores no estaban a favor de la continuidad del argentino pero apostó por él olvidando los escándalos del verano pasado cuando se enfrentó al jefe de obra de Lezama porque consideraba que estaba estafando al club y que las obras deberían haber estado terminadas antes de que el equipo comenzase la pretemporada. Además, las relaciones con la directiva y con algunos de los jugadores de la plantilla están lejos de ser las idóneas.

Salidas, filtraciones y silbidos

Precisamente fueron los movimientos de dos jugadores los que dieron forma al principio del fin. Javi Martínez y Fernando Llorente, dos piezas clave, confirmaban que querían seguir con sus carreras lejos de San Mamés. El primero lo consiguió y disfruta del liderazgo de la Bundesliga en las filas del Bayern Múnich mientras el segundo ve los días pasar desde el banquillo de los ‘leones’ ya que ningún equipo llegó con los 36 millones que ponen precio a su cláusula de rescisión y hace unos días confirmaba un secreto de sobras conocido por todos: a final de temporada será libre y se marchará del Athletic. Desde el pasado verano, las noticias buenas han escaseado en Bilbao: Iker Munian también tuvo su cota de protagonismo por su dudoso comportamiento con la Sub 21 que le obligó a disculparse si quería seguir siendo convocado, aparecieron las filtraciones de la charla que mantuvo Bielsa con su plantilla tras caer en la final de la Copa del Rey frente al Barcelona y llegaron los silbidos de las gradas de San Mamés que puede acabar viendo la salvación como el único consuelo de esta temporada.

No corren buenos tiempos en San Mamés. La Catedral del fútbol vive en una caída continua que no parece tener fin: ha pasado de ver cómo su equipo llegaba a la final de la Europa League y de la Copa del Rey con un fútbol que sólo recibía halagos, a cosechar un fracaso detrás de otro. En apenas una semana, los aficionados del Athletic Club se han despedido de Europa y de la Copa, un torneo en el que era amo y señor hasta que apareció el todopoderoso Barcelona. Este miércoles el Eibar puso la última puntilla eliminando al Athletic, un equipo que se descompone, navega sin rumbo desde este verano y donde la tranquilidad brilla por su ausencia. Marcelo Bielsa está cavando su propia tumba y se está llevando por delante a un equipo que hace un año vivía un sueño y ahora protagoniza una pesadilla.