Ferrán Soriano sigue pintando el City de azulgrana para el desembarco de Guardiola

La Premier espera a Guardiola. Abramovich sueña con él. Intentó su fichaje pero, su negativa a regresar a los banquillos durante la presente campaña, llevó al millonario ruso a incorporar a Rafa Benítez, pero sólo hasta el final de la temporada. Mientras, el Manchester City continúa decorando su casa con colores afines al ex del Barcelona, entrenador que ha decido refugiarse en Nueva York buscando esa paz que había perdido en el club azulgrana. Pep ya sabe que si se decide por el City todo estaría bajo su control o el de su gente de confianza, tal y como sucedía en los años en los que convivió con Joan Laporta en el Barcelona.

El actual campeón de la Premier League continúa su proceso de metamorfosis, de cambio. Poco a poco, la entidad propiedad del jeque Al Nahyan se va tiñendo de azulgrana, algo que está molestando a la vieja guardia del club, al sector inglés y a los amantes de la tradición, que han declarado la guerra fría, de momento, a Ferrán Soriano y a toda la corte de ejecutivos que ya han desembarcado en el Etihad Stadium. 

Junto al que fuera directivo del Barcelona y presidente de Spanair en el momento del cierre de la compañía aérea, ya están en Manchester Txiki Begiristain, Joan Patsy, Esteve Calzada y otros dos ejecutivos con pasado azulgrana y en la compañía aérea. En Inglaterra señalan que el desembarco no ha terminado, que seguirá, y que podría quedar culminado con la llegada de Pep Guardiola a partir de la temporada 2013-2014.

A la espera de lo que suceda con el equipo y su más que criticado rendimiento deportivo, Ferrán Soriano sigue rodeándose de sus fieles, muchos de ellos con pasado reciente y relacionado con el Barcelona. Soriano quiere implantar el modelo de gestión que funcionó en su Barcelona y se está rodeando de gente de su confianza, algo que no está gustando a los ejecutivos que todavía permanecen de épocas pasadas.  Por el momento, ya están Begiristain, director deportivo, Joan Patsy, que fuera asesor de Johan Cruyff y que ahora ejerce la misma condición con Txiki, Esteve Calzada y dos ejecutivos, uno de los cuales fue el gerente de Spanair.

Lo cierto es que el club del norte de Inglaterra funciona como un reloj. Los que conocen la Premier League hablan de una institución modélica, que no falla en nada y que ahora sólo le falta trasladar ese mecanismo al césped, al terreno de juego, que el reloj no se pare cuando cae en manos de Mancini. Al italiano le salvó el esperpéntico final de la Premier, pero su nuevo fallo en la Champions y el triste juego que muestra en cada jornada le han condenado. "Todo es maravilloso en este club hasta que llegas al Etihad. Ahí todo cambia", afirma un jugador actual del City. Y es que la plantilla no entiende ni comparte las maneras de Mancini y el escaso trabajo táctico que tiene el equipo.