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Veintinueve años después, España no pudo ver jugar a su selección
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LOS OPERADORES EN ESPAÑA NO LLEGARON FINALMENTE A UN ACUERDO

Veintinueve años después, España no pudo ver jugar a su selección

La inmaculada victoria de la Selección Española en Minsk ante una débil Bielorrusia no pudo ser seguida a través de la pequeña pantalla al no llegar

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Veintinueve años después, España no pudo ver jugar a su selección

La inmaculada victoria de la Selección Española en Minsk ante una débil Bielorrusia no pudo ser seguida a través de la pequeña pantalla al no llegar finalmente a un acuerdo entre Sport Five, que poseía los derechos del partido, y los distintos operadores españoles que estaban interesados en el encuentro. El gran encuentro de Pedro y el récord de imbatibilidad de Casillas no pudo ser seguido por la afición española. La grave crisis económica que sacude al mundo llega también a la campeona del mundo.

Ni siquiera las radios pudieron narrar desde el estadio, pues al llegar a Minsk les comunicaron que debían pagar 25.000 euros para poder entrar al encuentro. Ante tal oferta, totalmente desorbitada, los habituales comunicadores de la Selección Española optaron por contar el encuentro desde el hotel, como se pudo ver a través de las cuentas de twitter de los distintos medios. La última vez que no se pudo televisar un encuentro de España fue en 1983 en Malta. Encuentro que precedió al famoso 12-1. ¿El gran perjudicado?: el aficionado.

En esta pesadilla sin fin que sigue siendo la grave crisis económica que nos azota, también el deporte rey se ve afectado.  La creencia de que un partido de la campeona de Europa y del mundo no se vería afectado ha provocado que se solicitara un precio fuera de mercado.Ni las televisiones y mucho menos las radios pasaron por el aro ante las exigencias de la compañía alemana. Sport Five pagó por los derechos de este partido 1’2 millones de euros.Empezó exigiendo 1’5 millones de euros, y ante la falta de compradores en España rebajó su oferta hasta el millón de euros, cantidad que resultó insuficiente para los operadores españoles.

Es incomprensible que un deporte con la capacidad de adaptación a las condiciones económicas, sociales y tecnológicas que ha tenido el fútbol siga contando con instituciones como la FIFA que permiten estos esperpentos. La campeona del Mundo, el principal activo a día de hoy en la mayor competición del mundo, la Copa del Mundo de Selecciones, no ha podido verse en España.

Hace tiempo que el fútbol dejo de pertenecer al aficionado para pertenecer a los despachos. El deporte que más pasiones sigue despertando en el mundo está cada vez más alejado del aficionado. La economía multimillonaria que rodea al ‘show’  no se adapta a la situación económica que sacude al mundo. La codicia y los precios desorbitados que se siguen pagando por los derechos de televisión no hace sino conducir a la hipertrofia de un negocio que sigue despreciando a su principal activo: el aficionado. Como dijo Santi Segurola, “al final, todo aquello que rebasa sus propios límites está condenado a estallar”. 

La inmaculada victoria de la Selección Española en Minsk ante una débil Bielorrusia no pudo ser seguida a través de la pequeña pantalla al no llegar finalmente a un acuerdo entre Sport Five, que poseía los derechos del partido, y los distintos operadores españoles que estaban interesados en el encuentro. El gran encuentro de Pedro y el récord de imbatibilidad de Casillas no pudo ser seguido por la afición española. La grave crisis económica que sacude al mundo llega también a la campeona del mundo.

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