Sandro Rosell a Florentino Pérez: "El Barcelona está obligado a fichar a Cesc"

Se acerca el final de temporada y un año más el nombre de Cesc Fábregas vuelve a aparecer en todos los medios de comunicación. La presencia de su agente, Darren Dein, en las oficinas del Bernabéu en la mañana del jueves, disparó los rumores. El Real Madrid se apresuró a filtrar que la cita de José Ángel Sánchez, director general corporativo, con Dein era para hablar de Adebayor y para decirle que el togolés no continuará si el club blanco tiene que pagar 16,5 millones de euros que pactaron con el City como compra en el pasado mes de enero. El futuro del centrocampista del Arsenal también fue comentado y el agente volvió a reiterar que no tiene compromiso alguno y que no cierra las puertas a ningún equipo de los dos que rondan por su cabeza: Barcelona y Real Madrid, en ese orden.

 

El panorama de Cesc no es sencillo. El jugador tiene claro que no seguirá en el Arsenal y así se lo ha hecho saber a Arsene Wenger. Tras siete años en el club londinense cree que ha llegado el momento de marcharse, de buscar títulos, algo que en la Premier tiene muy complicado de alcanzar en el Arsenal. Wenger lo entiende y ha decidido que su precio de salida será el de 40 millones de euros. Esta situación ya la saben los dirigentes de Real Madrid y Barcelona. En el Bernabéu no terminan de convencer las dudas de otros años y algún que otro mensaje enviado por Cesc en los últimos días a su gran amigo dentro de la entidad azulgrana que no es otro que Piqué. Valoran que haya dado varios pasos en los últimos meses a manera de acercamiento, pero a día de hoy ha dejado de ser prioridad, aunque no le han descartado porque es de los que gustan a Mourinho.

 

La sorpresa llegó al rictus de los directivos madridistas en una de las comidas mantenidas por los dirigentes de uno y otro equipo durante el maratón de clásicos. Sobre la mesa además de viandas de lujo apareció el nombre de Cesc. Sandro Rosell -me da que la escena se vivió en una de las primeras comidas- se quiso sincerara con su colega Florentino Pérez y el resto de amigos de la Junta blanca. "Estamos obligados a fichar a Cesc y no es una prioridad nuestra. La presión mediática que estamos sufriendo es tremenda", confesó el presidente del Barcelona. Eso sí, la boca no la abrió del todo y guardó silencio a la hora de hablar de la presión que está ejerciendo Guardiola. Y es que el técnico ha llamado al jugador para reiterarle que le quiere para la próxima campaña, lo mismo que le dijo un año atrás en la cena que ambos mantuvieron.

 

El club azulgrana no anda sobrado de dinero y sus dirigentes no ven necesario ese desembolso. Creen que jugadores como Thiago, Fontás o Sergi Roberto garantizan la continuidad de jugadores del corte de Xavi, capitán y cerebro del Barça y que ha cerrado a Cesc las puertas del equipo que le vio nacer como futbolista. Ahora la duda es saber si Rosell va a resistir la presión que ejercerán los medios catalanes y el entrenador. Este jueves, la portada de Mundo Deportivo, a nueve días de la final de Wembley, la centró en el todavía jugador del Arsenal, justo de lo que habló el presidente a los, por entonces, colegas madridistas.

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