Cesc: "No hay que culpar al árbitro de la derrota ante el Barça"

Cesc Fábregas (23 años) era ayer la viva imagen de la derrota. Recluido en su casa de Londres, pasó el día en cama. Los síntomas decían que infección de garganta y unas décimas de fiebre le habían impedido hacer una vida normal, pero lo que verdaderamente dejó postrado al campeón del mundo fue la derrota ante el Barcelona en el Camp Nou y la consiguiente eliminación de la Champions. Poco importaba el dolor físico y sí el moral de verse un año más fuera de Europa y, de nuevo, ante el Barcelona, el que fue su equipo en su etapa de infantil y cadete. 

"El fútbol no está siendo justo conmigo y con el Arsenal", acertaba a decir, dejando patente el disgusto por lo sucedido en el terreno de juego. La derrota siempre entra dentro de los planes de un deportista y más cuando el que está enfrente es el mejor equipo del mundo, pero cuando se tiene tan cerca el éxito duele aún más. "Todo lo que ha sucedido ha sido muy duro. Mucho castigo", confesó a El Confidencial.

 

Y es que los jugadores del Arsenal vieron muy cerca la posibilidad de eliminar al equipo de Guardiola tras el autogol de Busquets. "Sólo me queda desearle suerte al Barcelona y que llegue lo más lejos posible", afirma con resignación. Wenger, algunos compañeros y la prensa inglesa señala a alguna que otra decisión de Massimo Busacca como el culpable de la eliminación. "(Los árbitros) a veces te favorecen y otras te perjudican. Lo que sucedió en el Camp Nou es raro. Creo que es la primera vez que veo cómo expulsan a un jugador por tirar la pelota fuera. No fue justo, pero tampoco hay que culpar al árbitro de la eliminación". 

 

"No recuerdo nada así en mi vida como futbolista. Ha sido el peor día de mi carrera. Sólo me queda pedir perdón a todos los aficionados del Arsenal. Asumo toda la responsabilidad de la eliminación", reflexiona un día después de ver cómo el juego del Barcelona y una discutida actuación arbitral dejaban al equipo londinense compuesto y sin la posibilidad de vengar la final de París y la eliminación de la pasada campaña. "El Barcelona siempre se cruza en mi camino. Es algo que está ahí y no puedo hacer nada". Y lo cierto es que las vidas de Cesc y de la entidad azulgrana parece que están condenadas a encontrarse. 

El centrocampista se formó en La Masía hasta que a los 16 años decidió aceptar la oferta del Arsenal. Wenger se fijo en su juego y en 2003 decidió cambiar de vida, de club y dejar atrás su formación en la cantera del Barcelona. En octubre de ese mismo año debuta en el primer equipo del Arsenal. "A los quince minutos noté un pinchazo, pero tenía que seguir. En ese momento sabía que el partido había terminado para mí, pero quise ayudar al equipo y la verdad es que no salió bien", afirma una vez que ha escuchado las críticas recibidas en Inglaterra al juego de su equipo y al suyo en particular.

"No hay que culpar al árbitro de la derrota"

 

Los desencuentros con el Barcelona se vienen repitiendo desde la final de París de 2006, cuando a su equipo se le escapó la Champions cuando a falta de diez minutos mandaban en el marcador. La pasada temporada se repitió el duelo en octavos de final y Messi y compañía pasaron por encima del Arsenal. Lo sucedido el martes ya es sabido, como también el episodio del pasado verano, cuando jura amor eterno al club azulgrana y Rosell decide no ejecutar el acuerdo que tenía con el jugador, dejando a Cesc en una situación complicada. 

Cesc cree que el Barcelona fue mejor y que el fútbol debe una a su equipo y a él. "De verdad que no está siendo justos con nosotros. El Barcelona fue mejor, aunque conseguimos por momentos tapar todas las líneas de creación de su juego, pero tienen mucho potencial y al final te terminan haciendo goles. Creo que el Arsenal se mereció algo más, que no tuvimos miedo de enfrentarnos a uno de los mejores equipos del mundo. La crueldad es aún mayor cuando tienes una ocasión cuando resta tan sólo un minuto y al final no aciertas con la portería. Es lo de morir ahogado en la orilla".

Ahora, en Inglaterra se apunta a un final de ciclo del Arsenal, con Wenger a la cabeza, pero no será hasta final de temporada cuando Cesc y el técnico francés decidan qué sucederá a partir de la próxima campaña. 

 

Las ofertas no van a faltar y todo apunta a que se puede repetir una nueva pelea por su fichaje entre Real Madrid y Barcelona. "Es pronto para saber qué sucederá", afirma el capitán del Arsenal. Lo cierto es que el Barcelona parece que se está vengando en el tiempo por su escapada cuando tan sólo contaba con 16 años. El destino parece que no le ha perdonado.

 

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