La abeja de Ruiz-Mateos, lo único de Rumasa que la afición del Rayo perdonó

A la misma hora que María Teresa Rivero se preparaba para ir hacia su estadio, en los aledaños del mismo repartían clínex para hacer pañolada al palco en el minuto 15 y 60. 

La presidenta llegó justo en ese minuto 15, así que el susto fue mayor para la esposa de Ruiz-Mateos. La 'familia', que no fue bien recibida en Vallecas, no retiró ni una sola de las pancartas que iban contra Rumasa. 

En medio de la 'familia', jugadores y afición permanecía la mascota. La abeja de Rumasa, mascota del Rayo (Pica Pica), también sin cobrar, habló con afición y jugadores. Parece lo único de las empresas de los Ruiz-Mateos que se salva de la 'revolución' que se ha iniciado desde las gradas. Fue, sin duda, la peor noche para Teresa Rivero desde que hace 18 años se erigiese en presidenta.

Se podía leer una pancarta de 'Rayo sí, Rumasa no' que evolucionó a 'Rayo sí, golfos no'. No fue la única: 'Teresa vete ya', 'Por qué no te callas' (en referencia a las declaraciones del pasado domingo en Huesca), 'Esto es Vallecas, aquí se paga', 'Rayo solución' o 'Aquí hay alguien que sobra' (justo encima del palco con unas flechas que apuntaban hacia abajo). 

Noche de carteles y de reivindicar un apoyo incondicional a los jugadores que llevan sin cobrar desde hace casi un año. La victoria ante el Alcorcón (1-0) dejó contentos a todos, mascota incluida. Los ánimos no pasaron a gestos más agresivos y todo quedó en acciones verbales y gestos simbólicos, como el de tachar las letras del estadio Nuevo Teresa Rivero. El feudo franjirrojo amaneció sin nombre ayer.

Además, la afición demostró tener un gran poder recaudatorio. Se vendieron cerca de 10.000 camisetas (5 euros cada una) logrando una buena recaudación para la 'Fila 0' que la Federación de Peñas del Rayo han creado para sufragar gastos mínimos del club. La Primera división es el objetivo y ahora, tan cerca, no quieren que se diluya ese sueño.

¿Un comprador? La afición y los jugadores han perdido la confianza en la 'familia' y todo lo que tenga que ver con Rumasa, al menos a día de hoy. La memoria en el fútbol es corta y del odio al amor (y viceversa) se pasa en poco tiempo. Veremos cómo evoluciona el corazón de Pica Pica y si es capaz de unir sentimientos y limar diferencias entre Ruiz-Mateos y el resto.

 

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