¿Sabe quién es el tercer capitán del Madrid…? Mahamadou Diarrá

Ser capitán de un equipo como el Real Madrid supone mucha más responsabilidad que la mera obligación de portar el brazalete los días de partido. Con las recientes marchas de Raúl y Guti, ese peso, a la vez que privilegio, recaerá desde esta temporada en Iker Casillas.

El portero de Móstoles se convierte así en un digno merecedor de la capitanía madridista, al igual que su segundo, el defensa sevillano Sergio Ramos, quien ya se ha convertido en un referente del equipo al que llegó hace cinco años.

Pero más de un aficionado se sorprenderá cuando se entere de los dos hombres que, por antigüedad, sustituirán a Raúl y Guti en el cuarteto de capitanes del Real Madrid por detrás de Casillas y Ramos. Se trata del malí Mahamadou Diarrá, que sería tercer capitán, y del brasileño Marcelo Vieira, que sería el cuarto. Circunstancia que va más allá de la anécdota y que viene a demostrar la falta de continuidad de un proyecto sólido en el Real Madrid de los últimos años. 

Un problema que hace también que la identidad del equipo, aquella que engancha al aficionado de a pie, vaya mermándose cada año que pasa, en contra de lo que ocurre con el eterno rival, el Barcelona, donde las líneas de su proyecto jamás estuvieron mejor marcadas que en el momento actual. 

Casillas -canterano, con calidad internacional y, aunque joven, ya veterano- pertenece al mismo corte de jugador que Raúl, quien capitaneó al Madrid desde 2003. Hace siete años, Raúl recogió el testigo de Fernando Hierro, quien a su vez lo había heredado de Manolo Sanchís. En definitiva, entre los tres han cubierto prácticamente dos décadas de liderazgo de la primera plantilla blanca.

Por su parte, Ramos está siguiendo pasos similares a los de Hierro, otro andaluz que llegó muy joven al Madrid, se convirtió en fijo de la selección y terminó siendo uno de los defensas más relevantes de la historia del club.

Sin embargo, que un jugador como Diarrá que, pese a llevar cuatro temporadas en el club, no ha logrado demostrar el carisma necesario, de puertas para afuera, para convertirse en uno de los líderes del vestuario, demuestra que las urgencias de las últimas temporadas hacen imposible que funcionen en el Madrid viejas tradiciones como esta. Y el caso de Marcelo, quien llegó en el mercado invernal de la 2006/07, días antes que Gonzalo Higuaín y Fernando Gago, se asemeja bastante al del malí.

Sobrevivir en ese vestuario ha sido sinónimo de carisma

En el club blanco, la capitanía siempre se configuró al inicio de cada temporada por criterio de antigüedad, con la excepción que supuso la renuncia de Chendo en favor de Sanchís. Siempre se dio por hecho que los jugadores que conseguían sobrevivir varios años en esa plantilla, demostraban de por sí su capacidad para liderar el plantel.    

Pero que Diarrá sea actualmente el tercer jugador por orden de antigüedad (llegó en 2006 a cambio de 26 millones y por petición expresa de Fabio Capello) deja claro que la anterior suposición está perdiendo sentido.

El malí ni siquiera ha conseguido ganarse el visto bueno de la mayoría de la afición en estos cuatro años, y su valía para un equipo de alto nivel ha estado varias veces cuestionada. Cierto es que tampoco ha tenido demasiada suerte con las lesiones. Estos días, está por ver si finalmente José Mourinho cuenta con él o entra en alguna operación que quiera realizar el club presidido por Florentino Pérez.

Marcelo sí que ha ido gustándose cada vez más sobre el césped, pero a sus sólo 22 años, verle con el brazalete de capitán del Real Madrid sería una imagen muy desproporcionada.

Y es que conviene destacar no sólo a los últimos capitanes, sino a aquellos jugadores que acompañaron a Sanchís, Hierro y Raúl desde que se consiguiese la ansiada Séptima, por no irnos más lejos en el tiempo, cuando en el fútbol las fuertes tradiciones eran más habituales. Desde 1998, sólo han pertenecido al citado cuarteto que se conforma cada año Míchel Salgado, Iván Helguera, Roberto Carlos, Fernando Redondo y los citados Guti, Casillas y Ramos.

Por último, sólo recordar que Casillas ya relevó a Raúl al frente de la selección española en 2008. Gracias a ello, ha tenido en Sudáfrica el derecho de ser el primer español en tocar la ansiada Copa del Mundo, en otra tradición (la entrega del trofeo al capitán del equipo) que simboliza a la perfección lo que significa liderar a un grupo de deportistas.