Laporta se quiere despedir presentando a Cesc y Villa

Joan Laporta quiere despedirse a lo grande y pretende hacerlo presentando los fichajes de Cesc Fábregas y David Villa. Los dos internacionales españoles serán el legado del presidente que más títulos ha cosechado en la historia del Barcelona, pero al que no le basta poner fin a su mandato con la posibilidad de conquistar una nueva Liga (sería la cuarta desde que llegó al poder en junio de 2003), si no que quiere hacerlo bajo los focos mediáticos que supondrá la presentación del delantero del Valencia y el centrocampista del Arsenal.

 

El todavía presidente azulgrana ha contado con la 'colaboración' de Pep Guardiola a la hora de cerrar los primeros refuerzos del Barcelona 2010-2011. El técnico ha dado el ok tanto a la llegada de Villa como la de Cesc, jugadores que ya estuvieron en el punto de mira del equipo catalán durante el pasado verano, pero que quedaron descartados ante el deseo del entrenador de contar con Ibrahimovic, más por las ganas de quitarse de encima a Etoo, que por la necesidad de fichar al delantero sueco. Guardiola ya reconoce a su círculo más cercano que no ha acertado en los fichajes de Ibrahimoivc y de Chygrynskiy y no quiere que la historia se repita, de ahí que se haya puesto al frente de todas las negociaciones para intentar evitar errores y acometidos.

 

Entre los candidatos a la presidencia azulgrana, ayer se presentó Sandro Rosell, no han sentado nada bien los movimientos hechos por Laporta. Cierto es que sigue siendo presidente de pleno derecho, pero en muchos sectores del barcelonismo se le considera poco menos que una figura poco menos que decorativa o al menos eso es lo que creen que debe ser en estos momentos. No entienden como Laporta se atreve a afrontar operaciones que puede rondar los 80 millones de euros, cuando en apenas un mes dejará las oficinas del Camp Nou de manera definitiva. En el Real Madrid el último presidente en funciones que fichó a un jugador fue Juan Manuel Herrero, que cerró la contratación de Pedro Munitis dos semanas antes de celebrarse las elecciones del año 2000, que terminó ganando Florentino Pérez.

 

Laporta ya tiene el sí de Villa y Cesc se lo dará en las próximas horas y si todo va tal cual pretende, podrían ser presentados la próxima semana. El fichaje del asturiano está más cerca de cerrarse de manera definitiva. Además de la respuesta afirmativa del jugador, el acuerdo con el Valencia parece cercano sobre una cifra que rondará los 40 millones de euros y en laque se podrían incluir algunos jugadores. Con el Arsenal el punto de acuerdo parece más complicado, pero el club inglés siempre termina vendiendo a sus figuras, aunque en el caso del Cesc sea el eje del juego del equipo que dirige Arsene Wenger, quien considera al internacional español imprescindible. La cifra del traspaso podría rondar otros 40 millones de euros.

 

El todavía presidente azulgrana no descarta todavía refirzar aún más la plantilla antes de marcharse. El último nombre que ha pasado por la mente de Laporta es el de Mata, jugador que vendría a ocupar el puesto de Henry, que el 30 de junio se despedirá de la entidad azulgrana.