El Real Madrid progresa adecuadamente

El Real Madrid progresa adecuadamente. Pellegrini parece haber entendido de una vez lo que es el actual Real Madrid. El chileno ya ha asimilado lo que quiere la clase dirigente y lo que demandan los jugadores. La consecuencia es que el equipo blanco ha cambiado su imagen, parece otro. El madridsmo todavía no tiene motivos para tirar cohetes, pero sí para sentirse optimista tras lo visto en San Siro. Ante el Milan hubo solidaridad, ayudas, ambición y ganas, muchas ganas de vencer y de hacerlo jugando bien al fútbol. Repasen el gol de Benzemá y se darán cuenta de que es la máxima expresión del juego colectivo: robo de balón, calidad en el disparo de Kaká y fe en Benzemá para buscar el rechace de Dida. Imagen de equipo.

 

El cambio llega de la mano del órdago lanzado por el técnico chileno al dejar a Raúl en el banquillo por segundo partido consecutivo. La imagen del capitán blanco en el banquillo se puede convertir en habitual a partir de ahora. La victoria ante el Getafe y las buenas sensaciones dadas ante el Milan puede significar la continuidad de una idea lanzada por algunos de los que mandan en el Bernabéu y que el entrenador ha tardado en captar. No se está siendo justo con Raúl.

El empate mantiene las constantes vitales de Pellegrini. Su presencia en el banquillo está asegurada... hasta el próximo sábado. La confianza en el técnico ha subido más por las decisiones que ha tomado tras escuchar a los que le colocaron en el puesto, que por los méritos deportivos, aunque nadie niega la mejora apreciada. Pese a ese peldaño escalado por los blancos, al Real Madrid le cuesta mantener el mismo ritmo durante un partido. Aparece y desaparece. La primera media hora fue lo mejor que se ha visto del equipo blanco en toda la temporada.Llas ocasiones se sucedieron, pero al rato llegó la ausencia que provoca el bajón físico de algunos jugadores como Kaká o el propio Benzemá.

Eso sí, el equipo reaccionó y tras pasarlo mal ante un Milan muy previsible, los últimos diez minutos fueron blancos, recopilando méritos para llevarse los tres puntos con oportunidades de Marcelo y Raúl. Esa victoria hubiera servido para casi asegurar la clasificación para octavos, circunstancia que puede quedar solventada ganando al Zurich en el Bernabéu. Demasiado sufrimiento para la baja calidad de un grupo en el que los de Florentino Pérez deberían haberse paseado y sin embargo todavía no han sellado su clasificación.

De lo visto en San Siro me quedo con el futuro de Pato, el partido de Sergio Ramos, el mejor en año y medio, y la inseguridad que en ocasiones provoca Pepe. El central portugués se acelera y en el último minuto casi da el triunfo al Milan por intentar despejar de tacón en el área pequeña. No es para tanto el ex del Oporto. Su renovación, de momento, está parada. ¿Se imaginan lo que sería Ronaldinho con 15 kilos menos y con ganas de jugar al fútbol? El que fue, el mejor del mundo. El Real Madrid ya sabe lo que es sacar un punto en casa del Milan. Algo es algo.