¿Nicholas Latifi vendido? ¿Hay 'maletines' también en la final de la Fórmula 1?

La última carrera de la temporada de la Fórmula 1 ha encendido el debate a nivel popular, como probablemente jamás se haya visto antes en la historia. Es cierto que ahora las redes sociales permiten palpar mucho mejor el sentir de los aficionados, que lo que pudiera intuirse en el pasado. Gracias a ello, estamos viendo unos debates tan acalorados que recuerdan mucho a los que se viven en el futbol en el último partido de la temporada.

Lo de primar a alguien en el fútbol, por acción o inacción, es algo más sencillo que hacerlo con un piloto. Darse una bofetada a propósito contra un muro lo suficientemente fuerte como para que tenga que aparecer el Safety-Car en pista, implica un riesgo físico que nunca sabes bien como va a resultar. Pero de eso es justamente de lo que se ha venido acusando a Nicholas Latifi en su accidente a cinco vueltas del final del último Gran Premio de la temporada, de chocarse a propósito para favorecer a Max Verstappen.

Un plan sin sentido

Partiendo de la base de que en la Fórmula 1 casi todo es posible y el rocambolesco fin de temporada nos lo demostró, parece absurdo pensar que el accidente del piloto de Williams formara parte de un plan. Dado que no existe ninguna comunicación por radio que indicara mínimamente algún tipo de instrucción en este sentido, es prácticamente imposible que Latifi desde su habitáculo pudiera saber que su accidente iba a influir de forma tan poderosa a favor de Max Verstappen.

Porque aquí viene la primera gran contradicción, si de verdad Latifi (o Williams) quisieran beneficiar a Verstappen, la jugada les habría salido fatal, porque ante una situación como la provocada, lo más probable es que la carrera hubiera acabado con el Safety-Car. Por consiguiente, con Lewis Hamilton campeón. Por tanto, de haber 'maletines' en todo caso tiene más sentido que hubiera ocurrido para favorecer a Mercedes que para favorecer a RedBull.

A favor de este argumento, juega además que Williams es un equipo apoyado fuertemente por Mercedes. 'Toto' Wolff ha figurado como uno de sus accionistas, es su proveedor de motores y sobre todo, financiador a causa de las estrecheces económicas del equipo inglés. Además tienen bajo contrato a George Russell, cuya nómina siempre ha sido sufregada por la propia Mercedes. Resumiendo: de haber ocurrido la opción de fraude tendría que haber sido con Mercedes, no con RedBull.

El precedente ‘Nelsinho’

Puede entonces pensarse que, a lo mejor no es con el equipo, pero sí con un piloto como Latifi, que al no ser ninguna estrella pueda verse tentado de recibir un suculento premio por estrellarse. Aquí la teoría se vuelve aún más absurda, básicamente porque Latifi es multimillonario por familia. Su padre es accionista de McLaren y no tiene ninguna necesidad de meterse en semejante fregado. Latifi peleaba duro con el Haas de Mick Schumacher y perdió el control de su coche, no hay que darle muchas más vueltas. A los que dicen que no se jugaba nada, habría que decirles que por supuesto que se jugaba algo, como es no quedar detrás de un piloto con el peor coche de la parrilla.

Pero si tan absurdo resulta pensar que Nicholas Latifi hubiera buscado deliberamente el accidente que resultó decisivo en el devenir del campeonato, ¿porqué tanta gente alimenta esa 'teoría de la conspiración'? Muy sencillo: porque hay precedentes. Aunque sean circunstancias distintas y no hubiera un título mundial en juego, podemos recordar como Nelsinho Piquet se fue a propósito hacia el muro para propiciar la victoria de Fernando Alonso en el Gran Premio de Singapur de 2008. Al principio, el brasileño no lo reconoció, pero pasado el tiempo, despechado por lo mal que le había tratado Flavio Briatore, admitió haber aceptado una orden de equipo para chocarse y que saliera el Safety-Car.

Aquello fue una nefasta idea por parte del hijo de Nelson Piquet, porque momentáneamente tendría la satisfacción de que a Briatore le expulsaran de la Fórmula 1, pero desde ese mismo momento su carrera deportiva en el automovilismo de alto nivel quedó sentenciada. ¿Quién iba a querer contar con un piloto que era capaz de hacer eso por un lado y de traicionar un pacto del equipo por otro? Es mucho más grave lo primero, pero en el 'estanque de los tiburones' de la Fórmula 1 pesa más lo segundo.

Con ese precedente, Latifi jamás habría aceptado participar en un tejemaneje de ese calibre. El problema para él es que ante un hecho así ya es culpable haga lo que haga ante ese sector de la afición más irracional. Porque no duden que, si en lugar de haber beneficiado el Safety-Car a Verstappen lo hubiera hecho a Hamilton, los memes, burlas e insultos hubieran ido a parar igualmente a él.

Otro piloto que sabe muy bien lo que es lidiar con esta polémica es Timo Glock, que gracias verse superado por Lewis Hamilton en la última curva de la última carrera del mundial de 2008 precisamente, 'regaló' a Lewis el título mundial que segundos antes había logrado Felipe Massa. En aquel caso, podría tener más sentido, porque el piloto alemán se quedaba sin volante: Toyota se iba de la Fórmula 1, no se trataba de chocarse sino de dejarse adelantar. Sin embargo, pasaron los años y ni Timo Glock recibió contrato alguno de McLaren ni nadie pudo demostrar ni de lejos que allí hubo 'maletines'.

Lo que si parece claro es que en esta temporada tan apasionante y llena de polémica, la Fórmula 1 quizá no haya heredado la vergonzosa práctica de los sobornos con el deportista. Sin embargo, de lo que no cabe duda, es que sí que ha heredado la controversia futbolera en toda regla. Dense un paseo por favor por las redes sociales y verán lo mucho que les va a recordar la mítica pelea entre madridistas y barcelonistas en el Cristiano frente a. Messi, a la discusión entre Hamilton versus Verstappen.