La hipocresía de las órdenes de equipo por la radio: "Daniel, por favor, querríamos ver si..."

Corría el año 2010. Fernando Alonso disputaba su primera temporada con Ferrari junto a Felipe Massa. El brasileño regresaba a la competición después de un grave accidente, pero seguía manteniendo la vitola de piloto líder, en absoluto asumiendo un papel de escudero del piloto español, quien había sido regularmente más rápido que Massa y le superaba en el mundial de pilotos. En la famosa carrera de Hockeheim, los dos Ferrari marchaban por delante. La amenaza de Sebastian Vettel con su Red Bull estaba muy próxima y la victoria se hacía imprescindible para aspirar al título, con un Felipe Massa con menos ritmo justo por delante de él.

Entonces se escuchó a través de la radio de Ferrari el famoso: “Felipe, Fernando is faster than you”. El revuelo que organizaron aquellas aparentemente inocentes palabras fue tremendo. Suponían una seria contravención del reglamento, dado que en ese momento las órdenes de equipo estaban estrictamente prohibidas. Por otra parte, Felipe Massa sintió aquellas palabras como una humillación innecesaria. Su cara de pocos amigos en la rueda de prensa posterior contribuyó a avivar todavía más el fuego de los reguladores y medios de comunicación contra Ferrari.

En el pasado gran premio de la Emilia Romaña se reavivó la polémica de las órdenes de equipo con los cambios de posición de los pilotos de McLaren, cuando se pidió a Ricciardo que dejara pasar a su compañero. No se luchaba por la victoria, pero tampoco hubo la menor polémica Las órdenes llegaron con un estilo muy diferente al de Hockeheim 2010. Lo cómico del asunto es observar el revuelo que se organiza cada vez que un equipo llamémosle de ‘carácter latino’ como Ferrari hace uso de este tipo de estrategias, y lo desapercibido que pasa cuando decisiones similares son realizadas por un equipo anglosajón como fue el caso del equipo McLaren en el pasado Gran Premio de Imola.

Austria 2002: El detonante

Precisamente Ferrari en el Gran Premio de Austria de 2002 obligó a Rubens Barrichello a ceder la victoria a Michael Schumacher, fue lo que precipitó que la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), regulara esta cuestión. Quién diría que apenas unos años el mismo tema acabaría en el despacho del mismo Jean Todt, ahora presidentre de la FIA y por tanto jefe de los comisarios deportivos

Stefano Domenicali, en ese momento ‘Team principal’ del equipo Ferrari, defendió que no habían existido órdenes de equipo, lo más, un aviso de que un compañero de equipo venía por detrás más rápido, y que lo importante era asegurar la victoria el equipo independiente del piloto que se tratara. Ante la dificultad para rebatir los argumentos de Domenicali , asumiendo la práctica imposibilidad de regularlas, la FIA ha dejado las órdenes de equipo en una especie de limbo legal, donde el único asidero para sanciones con el código deportivo internacional en la mano son “las acciones que puedan suponer menoscabo en la reputación del deporte”.

Así, desde entonces, hemos visto aplicaciones más o menos explícitas de las órdenes de equipo como el famoso ‘Multi 21’, de Malasia 2013, un código interno en RedBull que indicaba que ambos pilotos mantuvieran posición, pero que Sebastian Vettel se saltó a la torera. Mas recientemente, Mattia Binotto pidió a Charles Leclerc en Australia 2019 que cediera su posición a Sebastian Vettel. Binotto defendió su decisión argumentando que no había tales órdenes de equipo y que se trataba de una simple decisión de favorecer al equipo en su conjunto, no de favorecer a un determinado piloto.

Un deporte de equipo

La FIA también admitió que la Fórmula 1 no deja de ser un deporte de equipo y que por tanto, se debe dejar cierto margen de maniobra en este sentido. Aunque el hecho sea el mismo, donde Ferrari dice un crudo: ‘Fernando es mas rápido que tu”, Mclaren tira de diplomacia británica con ese elaborado y almibarado mensaje que se escuchó por la radio: “Daniel (Ricciardo), queríamos ver qué ritmo podría tener Lando (Norris) con aire limpio, pues él cree que tiene más velocidad en él". Exquisito.

Aquí se constata la importancia de las formas y el lenguaje en los terrenos pantanosos para que, aquello que hace una década fuera un escándalo de proporciones considerables, hoy pase prácticamente desapercibido. Bueno será que ingenieros y pilotos, se aprendan la sibilina forma de ejecutar órdenes de equipo de McLaren, para que cuando vengan con el dedo acusador a pedirles cuentas puedan decir: "¿Ordenes nosotros? que nos registren".