La bandera cayó en la Fórmula 1 cuando ganó el mejor y se dio la exclusiva Real

Pocos esperaban que Nico Rosberg hubiera plantado cara a Lewis Hamilton al nivel que ha evidenciado esta temporada. Y prácticamente nadie habría imaginado que le hubiera batido en los entrenamientos, como finalmente ha ocurrido. Parece que en esa intensa pugna cada piloto ha confluido hacia las virtudes de su rival. Pero finalmente ha ganado el mejor en conjunto. Y este fue Lewis Hamilton.

La última carrera de la temporada no dio opciones al piloto alemán aunque tampoco tenía tantas. Durante el fin de semana, Rosberg intentó crear un ambiente de presión en torno a su compañero dentro y fuera de la pista, quizás por lo bien que le conoce desde hace tantos años. Hamilton era un piloto vulnerable bajo presión, pero al final esto se volvió contra el propio Rosberg en la arrancada y la mecánica le acabó de rematar. El británico se dio, finalmente, un paseo hacia el título. No hay mejor campeonato que el que se logra con una victoria en la carrera definitiva, como ocurrió en el caso del británico.

Y Hamilton ganó porque en 2014 no fue el piloto que el propio Rosberg se pudo esperar. Hemos visto a otro Lewis Hamilton. En los peores momentos supo mantener el equilibrio y sacó la mejor versión de sí mismo en la recta final de la temporada. Queda abierta la revancha entre ellos para el próximo año, porque Mercedes seguirá aspirando a la victoria. Y dado el nivel visto entre ambos pilotos, también será un campeonato apasionante entre ambos pilotos. Ojalá, con más rivales.

En cuanto a Ferrari, estos días hemos comprobado hasta qué punto la crisis ha sido profunda y la reconversión prácticamente total, cuando hasta el propio Marco Matteacci ha sido fulminado con sólo ocho meses al frente del equipo. Puede que Alonso tuviera claro que no era posible seguir en el equipo italiano, pero la llegada del italiano acabó de rematar cualquier opción. Ahora espera el reencuentro de aquel matrimonio que se rompió dramáticamente y que, según Dennis, puede salir más fortalecido de aquella traumática experiencia. Y con un poco de suerte, Fernando Alonso estará acompañado en la parrilla del próximo año por aquel al que el propio piloto asturiano designó, cuando le preguntaron, como su sucesor: Carlos Sainz.

Ha terminado una temporada polémica, donde la Fórmula 1 ha iniciado un rumbo nuevo pero sin encontrar todavía su norte. Pero si algo ha confirmado este deporte es su capacidad constante para reinventarse y regenerarse. Ocurrirá de nuevo en el futuro.