Michael Schumacher, una vida liberando adrenalina con el 'carpe diem' como filosofía

Una vida vivida al límite le tiene al bordela muerte. Michael Schumacher siempre ha pensado que la vida hay que disfrutarla sin contemplaciones ni límites. Dio miles de vueltas a circuitos de todo el mundo pisando a fondo el acelerador, pero lejos del circo de la Fómula Uno siempre ha tratado de experimentar otras actividades sin emplear el freno. Tal vez ese espíritu aventurero, con el peligro como fiel compañero, ha sido lo que le tiene prostrado en coma en una cama de un hospital de Grenoble.

La búsqueda de descarga o liberación de adrenalina ha sido siempre para Schumacher una auténtica adicción. Una necesidad que con el paso de los años ha ido en aumento. El circo del automovilismo nunca ha sido suficiente para el alemán, que lejos de este mundo ha buscado nuevas experiencias y en diferentes terrenos. Su vida siempre ha sido un constante ‘carpe diem’ y ahora lucha para que lo siga siendo durante muchos años más. “Lo importante en la vida es divertirse”, ha dicho más de una vez. Y esa búsqueda de la plena felicidad mezclada con riesgo le ha llevado a una situación límite.

La velocidad siempre ha estado unida a la vida de Schumacher. Las motos son su otra gran pasión. Pasión que hace años casi le cuesta la vida. Fue en 2009, cuando sufrió una tremenda caída en el circuito de Cartagena conduciendo una moto. Se fracturó una costilla y sufrió una fractura en la base del cráneo, además de otra en la columna. Afortunadamente, y pese al tremendo susto inicial, el alemán se recuperó por completo.

Michael es un ‘motero’ en toda regla.Enamorado de la Harley Davidson,siempre ha disfrutado manejando esta legendaria moto, siendo habitual en muchas concentraciones de aficionados a este mundo. Curiosamente, el piloto ha tenido más respetoa las motos que a los bólidos de Fórmula Uno. Así, alguna vez ha manifestado que consideramucho más peligroso conducir una motoen una carretera que un automóvil en un circuito.

“Creo que mi principal habilidad es la capacidad que tengo parareconocer el límite de un coche,y llevarle constantemente allí ”. Esa frase de Schumacher resume a la perfección cómo se ha manejado siempre en la vida. Cada vez que ha experimentado algo nuevo, primero ha estudiado todos los detalles técnicos para luego practicar esa actividad al límite.El esquí es un buen ejemplo,un deporte que practicacon asiduidad y dominaa la perfección.

Su constante lucha por ser feliz y disfrutar del momentole llevaron a probar con el paracaidismo después de retirarse momentáneamente de la Fórmula Uno. Otra práctica deportiva de elevado riesgo, pero con la que disfrutó cuando se alejó de la agitada vida del automovilismo.

Todas las actividades que le apasionan a Michael tienen que hacerse al aire libre. Por ello, cuando aparcó el volante del circo del automovilismo también se atrevió con el alpinismo. Siempre buscando su límite, el alemán se atrevió a escalar montañas cuando disponía de más tiempo libre. Otro deporte arriesgado que disparaba la revolucionada adrenalina deMichael.

En una entrevista realizada hace tiempo, ya de vuelta a la Fórmula Uno, recordó su etapa alejado de los circuitos hablando de esas otras actividades que le dispraban la adrenalina. "Tuve miedo de practicar caída libre en un principio, hasta el día que traté la escalada libre. Entonces pensé: “¡Prefiero hacer caída libre!”.Lo hice y fue divertido", comentó el piloto alemán.

Schumacher es un caso aparte si lo comparamos con otros ex campeones del mundo de Fórmula Uno. La mayoría, cuando dejó de conducir automóviles, comenzó a practicar actividades mucho más relajadas. Se embarcaron en diferentes proyectos, pero sin el aderezo del riesgo. Stewart, Lauda, Piquet, Mansell,Hill,Hakkinen... Ninguno de ellos se atrevióa competir en dos ruedas, por ejemplo.Michael ha hecho siempre todo lo contrario. El vértigo y el riesgo siempre han protagonizado su vida. Ahora toca luchar por ella con la misma pasión que siempre ha puesto en todas las aventuras que ha vivido…