Alonso salvó "de una masacre" a Ferrari en Abu Dabi

Fernando Alonso, quinto en el GP de Abu Dabi, se mostró satisfecho del resultado tras ver cómo se desarrollaron los acontecimientos el sábado, donde clasificó undécimo (salió décimo por una sanción a Kimi Raikkonen). "Con el abandono de Kimi y el haber terminado entre los dos Mercedes hemos salvado una masacre que podía suceder". El subcampeonato de pilotos, con 34 puntos de ventaja sobre el finlandés parece casi sentenciado mientras que el de Constructores parece difícil ya que Ferrari está a 11 puntos de Mercedes y en las últimas cuatro carreras ha mostrado rendir por debajo de los alemanes.

"Saliendo tan atrás sabemos que va a haber batallas y tráfico durante toda la carrera, en unas hemos salido bien y en otras hemos perdido tiempo. Pero viendo que los de delante están a treinta segundos, la verdad es que tampoco hubiéramos quedado más arriba aunque no hubiéramos tenido tráfico. Estoy contento de haber podido sumar buenos puntos para el equipo. Aunque cuando estás octavo o noveno tampoco es que te lo pases demasiado bien".

El asturiano estuvo pendiente de una posible sanción por un incidente con Vergne a la salida del box. "Nunca sabes lo que puede pasar porque las decisiones de los comisarios son aleatorias. Pero sí yo tuviera que sancionar a alguien sería a Vergne. La regla dice que cuando tienes una porción del coche a la par del otro no puedes utilizar todo el espacio de la pista. Estábamos rueda con rueda y él se fue justo al bordillo, supongo que me echó... o te vuelves invisible o tienes que ir por ahí. Vamos a ver". Al final, todo se quedó en un "lance de carrera".

Mirando al futuro, a la siguiente carrera en Estados Unidos, el de Ferrari espera que su F138 "vaya mejor. Aquí hemos tenido un fin de semana muy complicado, muy lejos de los mejores. Ojalá podamos volver al ritmo que tuvimos en India o Japón, donde parecía que estábamos más cerca. Hay que intentar estar en el podio en alguna de las carreras que faltan y para eso tenemos que mejorar". La suerte está echada y sólo el cambio en los reglajes y el perfil de la pista dictaminará el orden de Ferrari tanto en Austin como en Interlagos.