Los 'Diego Costa' que la Fórmula 1 habrá dejado escapar por las prisas y el dinero

Durante la pretemporada de 2012, Fernando Alonso señaló a la prensa una de las particularidades que menos le gusta de su deporte en comparación con otros: "Es el único que tiene prohibido entrenar. Como si le impiden a Messi jugar con el balón un tiempo". El asturiano no ve coherente la ausencia de prácticas, un problema que se acentúa en los canteranos. Ante las escasas oportunidades, a estos jóvenes se les exigen ciertos resultados desde el primer minuto. "Es muy difícil hoy en día para los jóvenes pilotos subirse en un Fórmula 1. Hace pocos años había un montón de pruebas y los más jóvenes podían obtener más kilometraje", comentaba hace un año un Valtteri Bottas que aprovechó las suyas para este año tener un volante en Williams. Retomando el símil futbolístico de Alonso, la política de la actual Fórmula 1 es del ‘aquí y ahora’, sin espacio a segundas, terceras o cuartas oportunidades… como las que ha tenido uno de los futbolistas más en forma de la Liga, Diego Costa, quien ha sido cedido en cuatro ocasiones hasta triunfar en el Atlético de Madrid, algo que saborean ahora sus seguidores y los amantes del fútbol en general.

La paciencia ha dado la razón al Atlético de Madrid. El conjunto rojiblanco fichó a Diego Costa en 2007 y, desde entonces, ha jugado en el Celta de Vigo, Albacete, Valladolid y Rayo Vallecano. Su ir y venir está motivado, en parte, por su desarrollo pero también por no cumplir las expectativas vestido de rojiblanco (como su última cesión al equipo de Vallecas). El año pasado, por fin, explotó como jugador colchonero.

¿Se imaginan a un piloto de Fórmula 1 con un margen de confianza tan grande? Sebastian Buemi: "Las puertas siguen abiertas, pero hoy en día es muy difícil (regresar)". Jaime Alguersuari: "¡No creo que me volváis a ver de vuelta en F1 chicos!". Luis Razia: "Parece difícil volver allí". Estos tres pilotos son ejemplos recientes de la complejidad que entraña mantener un hueco en el Gran Circo, una dificultad que se acentúa por factores financieros en la mayoría de las ocasiones.Son pocos los casos como los de Adrian Sutil, Romain Grosjean o Kimi Raikkonen-salieron y volvieron a entrar-.

Un Mundial sin los mejores

De los pilotos que participaron entre 2011 y 2012, dieciséis no empezaron el Mundial de esta temporada.La Fórmula 1 está considerada como la competición que está en la cúspide de la pirámide del automovilismo y, sin embargo, no existe la sensación de que los pilotos que la forman sean los veintidós mejores del mundo. A un Mundial de fútbol sí acuden los mejores futbolistas.

El aspecto económico es tan importante que predomina en ciertas situaciones deportivas, como los entrenamientos que echaban en falta Alonso y Bottas y en la dificultad para que, por muy válidos que sean, pilotos buenos no estén en Fórmula 1. "La F1 echará de menos a Barrichello", indicó Damon Hill en enero de 2012 cuando, sorprendido, vio cómo el brasileño no tenía un hueco en la parrilla de aquel año.

"Sólo les importa conseguir más... más dinero"

La ‘Fórmula 1 como negocio’ deja pocos huecos a la ‘Fórmula 1 como deporte’. "Esto es la Fórmula 1, un negocio. Sólo les importa conseguir más... más dinero, más patrocinadores, más pilotos a su alrededor. Mira los pilotos que están haciendo cola para entrar en el equipo Williams. Creo que hay como veinte deseando conseguir el segundo asiento". Vitaly Petrov, en 2011, contó así su experiencia en el Gran Circo.

Si el fútbol siguiera las directrices de la Fórmula 1, el mundo del balompié no gozaría ahora del ‘fenómeno’ Diego Costa, quien incluso podría terminar jugando el próximo mundial de Brasil con la selección española. Viendo este caso, quizás a más de uno le venga a la cabeza algún que otro ‘Diego Costa’ que la F1 ha dejado escapar o, directamente, no ha dado las oportunidades necesarias.