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¿Son las bicicletas unisex en efecto bicis para hombres? Debate en el ciclismo femenino
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'boom' del ciclismo desde la pandemia

¿Son las bicicletas unisex en efecto bicis para hombres? Debate en el ciclismo femenino

A pesar de que cada vez hay más mujeres en ciclismo femenino, la industria ha virado hacia las denominadas bicicletas unisex: algunas grandes marcas han dejado de fabricar bicicletas específicas para mujeres, argumentando que la geometría no es tan re

Foto: Una mujer montando en bicicleta por Sao Paulo, Brasil (EFE)
Una mujer montando en bicicleta por Sao Paulo, Brasil (EFE)

Un crecimiento del 50% en licencias federativas de mujeres, cada vez más equipos nacionales femeninos y dos representantes españolas en Tokio, cuando en Londres 2012 no hubo ninguna: el ciclismo femenino en España no ha dejado de crecer, incluso desde antes de la irrupción de la pandemia, tanto en el ámbito profesional como en el 'amateur'. Y aunque en nuestro país el porcentaje total de mujeres entre los ciclistas sigue siendo relativamente bajo, inferior al 10%, la explosión de este mercado en Estados Unidos y otros países centroeuropeos en la última década ha producido una notable sofisticación de las bicicletas femeninas. En los últimos tiempos, sin embargo, se ha producido una novedad: algunas de las primeras marcas que lanzaron bicicletas para mujeres hace 10 o 15 años han dejado de fabricarlas ahora, bajo el argumento de que, en realidad, no son necesarias.

La oferta es muy variada y se divide ahora básicamente en dos grupos: marcas que venden bicicletas con una geometría específica para mujeres (más allá de añadir componentes ‘femeninos’ o un toque de color a un producto estándar), como la alemana Canyon o la taiwanesa Liv, y marcas que han modificado su oferta y venden ahora principalmente bicicletas unisex en diferentes tamaños y formatos (de forma que cada persona pueda encontrar la más ajustada a su cuerpo), como las también estadounidenses Trek o Specialized (a las que luego se pueden hacer cambios en la suspensión y añadir manillares más estrechos o sillines más anchos, por el mayor tamaño relativo de las caderas femeninas).

¿Hasta qué punto es significativa la diferencia geométrica entre hombres y mujeres para el ciclismo? Las empresas líderes del mercado no se ponen de acuerdo. Specialized, marca pionera de la bicicleta femenina, lanzó en 2019 el lema ‘Más allá del género’, que resume su nueva filosofía: “Diseñamos para la persona, y nuestra filosofía es simple: no hacer una diferencia donde no la hay. Cuando la hay, invertimos mucho en investigación y desarrollo. Solo fabricaremos productos específicos para hombres o mujeres cuando haya datos que respalden esa decisión, y haya un verdadero beneficio en el rendimiento”.

placeholder Diferencias estructurales entre una bicicleta femenina y masculina.
Diferencias estructurales entre una bicicleta femenina y masculina.

Según los datos presentados por la compañía californiana, hay muchas menos diferencias entre la morfología masculina y femenina de lo que se pensaba: la investigación estaba desactualizada. (El consenso hasta hace poco era que las bicicletas femeninas tenían el tubo horizontal más corto y el tubo de la dirección, debajo del manillar, más alto, para compensar las diferencias anatómicas: por ejemplo, el hecho de tener las piernas proporcionalmente más largas que los hombres o un centro de gravedad más bajo).

El grupo taiwanés Giant, el mayor fabricante del mundo, mantiene una política opuesta a través de su marca femenina, Liv, la única con una gama femenina completa para cualquier modalidad de ciclismo. El año pasado, durante un evento, su fundadora, Bonnie Tu, respondió a un comentario sobre “bicis unisex”: “Esas bicis no son unisex, están hechas para hombres”, dijo la actual CEO del grupo.

Foto: El problema de suministro está afectando a todo tipo de bicicletas

Mayor impacto en personas de menor estatura

El gigante norteamericano asegura que “los datos reflejan diferencias singulares en las mujeres, como el ancho de la pelvis, los patrones musculares y la distribución de peso/músculo. Al observar las medidas corporales promedio de hombres y mujeres de 1,70 y 1,60 de altura”, afirman, “observamos diferencias antropométricas significativas que determinarán el mejor ajuste de la bicicleta. Las diferencias en las proporciones son más pronunciadas en hombres y mujeres de menor estatura. Cuando colocas a la mujer promedio en un cuadro para hombres bajos, se tiene que arquear demasiado y estirarse, lo que puede afectar negativamente a su rendimiento, su equilibrio, sus cervicales y otras lesiones”.

Foto: Poder modular la altura del sillín con las tijas telescópicas ofrece una mayor seguridad encima de una bicicleta de montaña

Liv destaca que sus bicicletas son diseñadas por ingenieras mujeres y que ajustan sus prototipos durante las revisiones con pruebas de mujeres ciclistas, no hombres. Pero otros competidores con experiencia y reputación están haciendo interpretaciones distintas de la bicicleta y del mercado, cada uno apoyándose en estudios realizados a partir de bases de datos, aseguran, con información sobre decenas de miles de aficionados. Algunas de las marcas que han dejado de construir bicicletas exclusivamente para mujeres, como Trek, dicen haber descubierto con el paso del tiempo que había hombres que se adaptaban mejor a las femeninas que a las masculinas (y viceversa).

En declaraciones al prestigioso medio especializado británico Cyclist, David Alexander, asesor técnico de la alianza Specialized-Retül, explicó su punto de vista el año pasado: “Las pruebas con nuestros sistemas biomecánicos nos han demostrado que cuando la experiencia de ambos géneros es la misma, no hay por qué cambiar la geometría; pero cuando es diferente, sí” (en referencia por ejemplo a la clásica bicicleta de carretera o cicloturismo, que requiere máxima comodidad por la cantidad de horas que se pasa encima de ella).

Economías de escala

¿Hasta qué punto está vinculada la reducción de bicicletas femeninas con la rentabilidad? “Hacer bicicletas con geometrías femeninas es más caro”, afirma Noelia González, portavoz de la marca Liv en España y Portugal. “Todavía no somos tantas mujeres las que compramos bicicletas en España, pero en Estados Unidos representan ya el 38% del mercado. Ha cambiado mucho la situación en todo el mundo: hace 15 años no había tamaños de bicis ni ropa para nosotras.... Era muy complicado. La aerodinámica, por ejemplo, era una misión imposible. Y hoy no se nos pasa por la cabeza una bicicleta con un sillín que no sea para nosotras, ni un 'culotte' o una badana que no sea específica para nosotras, que tenemos una zona genital húmeda en contacto directo con ello. Ya se ha generalizado; es igual que si entras en un Zara: vas a la sección que te toca.”

placeholder Presentación de la selección española femenina que acudió al Mundial de Ciclismo en carretera de Innsbruck (Austria) en 2018.
Presentación de la selección española femenina que acudió al Mundial de Ciclismo en carretera de Innsbruck (Austria) en 2018.

Liv (marca independiente desde 2014) vende hoy el 15% de las bicicletas Giant que se compran en España, un país donde la venta subió un 20% en 2019 (más de 3.400 unidades al día). Según su análisis, el factor que explica el cambio de tendencia en algunas marcas pioneras a la hora de fabricar bicicletas para mujeres es que se lanzaron demasiado pronto. “Se fijaron en el ejemplo del ‘running’, que explotó en un momento, porque es barato, es fácil, puedes correr en cualquier parte... Y en ese momento quisimos meter el 'boom’ de la bici, y todo a la vez no puede ser”.

“Ahora no quieren permitirse el lujo de tener esas bicis”, continúa González, “lo hacen de otra manera: las bicis de iniciación sí necesitan una geometría distinta, pero en las de gama alta, las de competición, no hay necesidad. Yo en cambio creo que puede haber un punto más de rendimiento en una deportista de élite gracias a la geometría específica, con suspensiones para ella, todo pensado para ella. Pero claro... ¿Cuántas bicicletas de 10.000 euros se venden en el mundo para chicas? Muy pocas... Te puedes cambiar el color, pero no la geometría. Es muchísimo dinero”.

“Los hombres compraban todos los cuadros de color rosa”

Eva Castro, medalla de bronce europea y mundial de 4X (modalidad en la que fue 10 veces campeona de España), es un referente en el ciclismo femenino español de montaña y desde hace seis años la directora comercial para España y Portugal de la marca estadounidense GT (que en este momento no ofrece bicicletas con geometría específica para mujeres). Castro, que vivió en primera persona la evolución de la bicicleta (“antes no había ni doble suspensión”, cuenta), tiene una opinión similar a la expresada por el analista de Trek: “La competición es diferente; yo, por ejemplo, me monto la bicicleta a mi manera, pero en una bici de carretera, donde se pasan muchas horas, es mejor la geometría femenina. (Y eso que luego hay bastantes diferencias entre las mismas mujeres y los propios hombres, cuerpos raros, etc). Pero lo veo con muy buenos ojos. El tema es que en España somos pocas mujeres aún, aunque esté creciendo mucho el ciclismo, y varias empresas se han tenido que comer varias gamas a medio vender”.

placeholder Eva Castro, en acción. (Pinbike)
Eva Castro, en acción. (Pinbike)

Una pregunta que queda sin responder es si la búsqueda de bicicletas específicas por parte de las mujeres podría deberse también a factores que no tengan que ver con la geometría y la longitud de brazos, piernas o tronco (como por ejemplo diferenciarse). Aquí Castro –que trabajó otros seis años en tiendas– distingue claramente entre ciclistas principiantes y experimentadas: “Las mujeres que montaban muy bien solían ser reacias a los modelos femeninos, pero para iniciarse son perfectos. Y es muy comprensible: yo si mañana empezase a hacer surf, por ejemplo, y me dijesen que hay una tabla diseñada para mujeres, me compraría esa”.

También da algún dato sorprendente: “Para mí las bicicletas unisex son para los dos géneros, hombres y mujeres. De hecho, cuando sacábamos colores raros, como el celeste o el rosa, pensados inicialmente para mujeres, ¡se las llevaban todas los hombres!” Al ciclismo femenino le falta mucho camino, dice Castro (especialmente al profesional, "ninguneado por los medios"). “Cuando una de cada tres bicis vendidas en España sean para mujeres habrá geometría para todos”.

Un crecimiento del 50% en licencias federativas de mujeres, cada vez más equipos nacionales femeninos y dos representantes españolas en Tokio, cuando en Londres 2012 no hubo ninguna: el ciclismo femenino en España no ha dejado de crecer, incluso desde antes de la irrupción de la pandemia, tanto en el ámbito profesional como en el 'amateur'. Y aunque en nuestro país el porcentaje total de mujeres entre los ciclistas sigue siendo relativamente bajo, inferior al 10%, la explosión de este mercado en Estados Unidos y otros países centroeuropeos en la última década ha producido una notable sofisticación de las bicicletas femeninas. En los últimos tiempos, sin embargo, se ha producido una novedad: algunas de las primeras marcas que lanzaron bicicletas para mujeres hace 10 o 15 años han dejado de fabricarlas ahora, bajo el argumento de que, en realidad, no son necesarias.

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