Medio pelotón se cae en la primera etapa del Tour: "Hoy no ha sido muy azul la Costa Azul"

En el Tour del coronavirus, más aún que los Prineos y los Alpes, lo que produce verdadero pánico es que dos positivos por coronavirus en cualquier equipo (incluidos mecánicos, etc) significan la expulsión de la formación y de sus estrellas. Y aunque no ha habido ningún positivo hasta ahora, la carrera no arrancó nada bien este sábado en Niza (comienzo y final de las dos primeras etapas): fue una por momentos angustiosa sucesión de caídas (alguna de ellas espectaculares, como la del colombiano Miguel Ángel López, 'Superman') que no se detuvo hasta casi la línea de meta. Con una pésima noticia para el ciclismo español: el más perjudicado de todos fue Rafa Valls, el ciclista español del Bahrain-McLaren, uno de los gregarios más relevantes Mikel Landa en su primer Tour como líder absoluto de un equipo.

El alicantino, que se facturó casi con total seguridad la clavícula, es la primera baja de un carrera que padeció los riesgos de la tormentosa lluvia de verano, con un asfalto extraordinariamente resbaladizo que obligó incluso a algunos ciclistas (como Primoz Roglic) a pedir calma al pelotón cuando el equipo Astana decidió asumir riesgos en un descenso a 50 kilómetros de meta. El que más tiempo perdió fue Pavel Sivakov, el tercer hombre del Ineos. Su compañero Amador se cayó dos veces. También Porte, Nieve, Pinot, Alaphilippe, el citado 'Superman', Buchmann, Nairo Quintana, Marc Soler, Valls y decenas y decenas de ciclistas que acabaron el día de pésimo humor: una etapa sin teórica trascendencia, más allá de conocer el nombre del primer líder del Tour (el noruego Alexander Kristoff, del UAE Emirates), terminó en una escabechina de arañazos y contusiones.

Cuando lo peor parecía superado y el pelotón se encaminaba a su primer 'sprint', dentro ya del recinto urbano de Niza, unos treinta corredores dieeron con sus huesos en la carretera; acababan de pasar por la de tres kilómetros a meta (tras la cual una caída no tiene consecuencias en la clasificación por una posible pérdida de tiempo). Los ciclistas, empapados y magullados, no esperaban un comienzo tan duro. "Esto se llama la Costa Azul, pero hoy no es azul", afirmó en línea de meta el jefe de filas del equipo EF, el colombiano Rigoberto Urán: "Sabíamos que era un circuito complicado para bajar, había bastante peligro, con muchos nervios".

Movistar: parte de lesiones

En el equipo Movistar se fueron todos al suelo menos Valverde, Mas y Cataldo. Rojas fue el más dañado por su percance, pero Marc Soler se cayó en dos ocasiones y Erviti tres. (Aunque preocupan los golpes de Rojas y Soler, el equipo ha confirmado que ninguno de los dos sufre fractura alguna). "Menudo comienzo", declaró Erviti tras cruzar meta: "Llueve poco en esta zona, y cuando llueve, ya veis cómo se pone la pista. A tres kilómetros de meta había un problema con el paso de cebra. Salvo Enric Mas y Valverde, todos hemos tocado el suelo. Cuando se ha producido el parón en el pelotón yo estaba reintegrándome y no puedo describir la situación exacta, pero pienso que ir más tranquilos ahí era lo más sensato; la 'pista' se ha puesto muy mala".

Aunque no tuvo que bajarse la bicicleta en ningún momento, Mikel Landa es otro gran damnificado de la jornada. La mala suerte de Rafa Valls es un muy serio contratiempo para el ciclista alavés, y además una circunstancia particularmente desgraciada para Valls, que después de varias lesiones y menos oportunidades de las deseadas en el Movistar se ve obligado a retirarse en el momento de su regreso a la élite. Landa, uno de los candidatos al podio de París, comienza con mal pie el Tour del miedo.