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Dopaje, sanciones y muchas dudas en Astana, el equipo del ganador del Tour
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no estará en el world tour 2015

Dopaje, sanciones y muchas dudas en Astana, el equipo del ganador del Tour

No es la primera vez que el Astana tiene problemas con la UCI. Alberto Contador ya se quedó sin poder defender su primer Tour de Francia en 2008

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Hace unos días, cuando se destapó el quinto caso de dopaje de Astana en poco tiempo, Alexandr Vinokourov dijo públicamente que no temía en absoluto por la licencia World Tour de la Unión Ciclista Internacional. Que lo que había pasado era ajeno a su equipo, ya que tres de los cinco positivos ocurrieron en el equipo continental, el amateur, que apenas tiene en común con el Pro Tour el maillot y el patrocinio del gobierno de Kazajistán. Lo dijo, pero puede que por dentro supiera lo que se avecinaba. Era muy complicado que la UCI no tomase medidas severas después de lo sucedido. Es probable, bastante de hecho, que Vinokourov no tenga nada que ver con lo sucedido, que ni siquiera tuviera conocimiento de los dopajes. Pero cinco son demasiados como para pasarlo por alto.

Tontería juvenil, descuido médico o complot global, da igual el motivo. La UCI decidió dejar en el aire la licencia para el Astana, medida que confirmará de manera irrevocable el próximo miércoles 10 de diciembre. Entonces, todos los corredores del equipo profesional tendrán que preguntarse si les merece la pena quedarse en un equipo en el que no van a poder competir al máximo nivel. Y la plantilla del Astana es una de las mejores del panorama internacional, con dos ciclistas de un nivel excepcional como el ganador del Tour 2014, Vincenzo Nibali, y uno de los mejores corredores de su joven generación, Fabio Aru.

La UCI se ha puesto seria en este asunto. Ya lo avisó Christian Prudhomme: “La UCI tiene que investigar a Astana”. Prudhomme es ni más ni menos que el director del Tour de Francia. Y lo dice no sólo por los últimos casos de dopaje dentro de la entidad kazaja, sino por la tradición de fama algo dudosa de Astana, manchada desde su fundación con la palabra dopaje, de la que no se ha podido separar en ningún momento.

Con decir que en sus inicios fue dirigida por Manolo Saiz, uno de los miembros más destacables de la trama de Eufemiano Fuentes en la Operación Puerto, decimos mucho. Astana heredó la plantilla, el director y los inmensos problemas de Liberty Seguros. Tantos eran sus miembros implicados en la mayor trama de dopaje de nuestro país que no pudieron participar en el primer Tour de Francia que tenían por delante. Más de la mitad de la plantilla y varios directivos estaban implicados en la trama y aunque no pudieron vetarles a tiempo, no tomaron la salida al estar sancionados seis miembros del equipo, no completando los cinco miembros mínimos que existe la Grande Boucle para arrancar.

Pero ese fue solo el comienzo de una serie de estragos que se han prolongado hasta nuestros días. Lo más inmediato después de aquel episodio fue el abandono de Würth como patrocinador secundario. Sin embargo, los éxitos comenzaron pronto, con Vinokourov ganando la vuelta a España 2006 y Kashechkin la finalizó tercero. Al final de ese año, después el triunfo, la estructura de Manolo Saiz se disolvió y se fundó un segundo proyecto Astana alejado de la figura del español.

Comenzó su segunda etapa de manera muy prometedora, con los dos miembros anteriores como grandes favoritos en cada vuelta que disputasen, pero fueron ellos dos los ejemplos del despropósito en el que se ha convertido Astana. Los dos dieron positivo en el Tour 2007 y de nuevo Astana despareció para volver a fundarse. Fue entonces cuando Kazajistán confió en un viejo zorro de este deporte, Johan Bruyneel, para que a la tercera fuera la vencida. Se creó siguiendo la base del disuelto Discovery Channel de Alberto Contador. Pero poco después de empezar, el Tour anunciaba que no daría cabida al Astana en su competición. Contador, que ganó la ronda gala el año anterior por primera vez, no la podía defender.

Por sus filas han pasado grandes corredores, de los mejores de siempre, pero varios de ellos estuvieron manchados de una u otra forma. Parece que hace un siglo, ya casi nadie se acuerda, pero en 2009, Armstrong y Contador compartieron equipo en Astana. Contador ganó el Tour de ese año y el americano finalizó tercero. Todos sabemos que a Armstrong le anularon todos sus resultados desde 1999, y también que aquel Tour de 2009 fue el último que ganó el de Pinto de forma legal, ya que la UCI le desposeyó del que logró en 2010. Desde entonces, han pasado cuatro años sin mayores problemas… hasta ahora, cuando Vincenzo Nibali ya estará empezando a hablar con otros equipos para poder defender de alguna manera su Tour del curso pasado.

Hace unos días, cuando se destapó el quinto caso de dopaje de Astana en poco tiempo, Alexandr Vinokourov dijo públicamente que no temía en absoluto por la licencia World Tour de la Unión Ciclista Internacional. Que lo que había pasado era ajeno a su equipo, ya que tres de los cinco positivos ocurrieron en el equipo continental, el amateur, que apenas tiene en común con el Pro Tour el maillot y el patrocinio del gobierno de Kazajistán. Lo dijo, pero puede que por dentro supiera lo que se avecinaba. Era muy complicado que la UCI no tomase medidas severas después de lo sucedido. Es probable, bastante de hecho, que Vinokourov no tenga nada que ver con lo sucedido, que ni siquiera tuviera conocimiento de los dopajes. Pero cinco son demasiados como para pasarlo por alto.

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