El destino impide a Alberto Contador ser la gran leyenda de la historia del ciclismo

La mala fortuna se ha cebado con Alberto Contador. El ciclista español no podrá competir en la próxima Vuelta a España después de la dura caída sufrida en el Tour de Francia, que le produjo la rotura de su tibia derecha. Las graves heridas en el descenso del Petit Ballon, en la décima etapa de la 'Grande Boucle', han provocado que el ciclista de Tinkoff-Saxo, no esté listo para la próxima gran vuelta por etapas. Llamado a ser uno de los grandes corredores de todos los tiempos, la diosa fortuna le ha 'reducido' el palmarés de manera ostensible en las últimas temporadas.

Desde que Contador debutara como corredor profesional, en 2003, sus condiciones le han hecho ser uno de los ciclistas que más alto apuntaban del panorama internacional. Sin embargo, a las primeras de cambio, iba a tener uno de los reveses más duros de la carrera: en 2004, en plena Vuelta a Asturias, el ciclista español iba a sufrir convulsiones en medio de una de las etapas, lo que hizo temer por su salud. Las pruebas determinaron que sufría una grave enfermedad: un cavernoma cerebral congénito, del que tuvo que ser operado de manera inmediata.

Después de un año completamente en blanco, Contador regresaba a la competición tras mucho trabajo de rehabilitación: ahora quedaba por ver si el ciclista que se intuía en sus primeros compases de carrera estaba o no de vuelta. Y, lo cierto, es que mejoró cualquier expectativa puesta en él. Sus brillantes temporadas en 2005 y 2006 hacían esperar de él grandes cosas... pero la 'Operación Puerto' se iba a cruzar en su camino. La implicación de Manolo Saiz en la misma iba a dejar a su equipo, Liberty-Würth, sin poder competir en el Tour de 2006.

Sólo un año después, Contador iba a cumplir su particular venganza llevándose su primer título en la ronda gala. Acababa de nacer una estrella, con un prometedor futuro por delante. El español se convertía en uno de los grandes ciclistas del momento, una situación que iba a seguir acrecentándose en las siguientes temporadas... aunque con algún mal momento. Por ejemplo, en 2008 iba a levantar la Vuelta a España y el Giro de Italia, pero no iba a poder participar en el Tour después de que Astana fuera excluido de aquella competición por el dopaje de Vinokourov un año antes.

El español iba a olvidar esta situación un año después, al conseguir de nuevo la victoria final en el Parque de los Príncipes... momento en el que iba a empezar su calvario. Pese a ganar el Tour de 2010 y el Giro de 2011, un positivo por clembuterol iba a provocar que se le retiraran ambos triunfos, momento en el que su carrera nunca volvió a ser la misma. Un año después, en 2012, no podría competir ni en Tour ni en Giro por culpa de la sanción, por lo que decidió competir en la Vuelta, logrando un importantísimo triunfo que le sirvió para reverdecer unos laureles que no brillaban desde hacía un par de años.

Dos años para el olvido

2013 puede ser, sin duda, uno de sus años más difíciles. En un curso esperanzador para volver a ganar el Tour de Francia tras la sanción impuesta, el año no salió como esperaba. En una campaña mal planificada, el español acababa la 'Grande Boucle' en cuarta posición, lo que le valía para recibir duras críticas del principal patrocinador, Oleg Tinkov. Tras su fracaso en la ronda gala, anunció que no participaría en la Vuelta de 2013 por culpa del desgaste, una situación que le dejó señalado, después de un año en el que sólo consiguió ganar una etapa del Tour de San Luis.

Tras la dura temporada, llegó el momento de centrarse de nuevo en el Tour: 2014 se planteaba como la de su redención. Con un triunfo en el Algarve y sus victorias en la Tirreno-Adriático y la Vuelta al País Vasco, Contador llegaba a la ronda gala como el gran favorito a la victoria final. Pero una desafortunada caída le ha arruinado la temporada: sin Tour y sin Vuelta a España, el ciclista madrileño ha visto cómo se macha otro año sin el tan deseado éxito. A sus 31 años, ve cómo se le va acabando la carrera deportiva y los triunfos se le van escapando.

Contador apuntaba a que sería uno de los mejores ciclistas de todos los tiempos -sobre todo uno de los que más triunfos podría cosechar en el Tour de Francia-, a la altura de corredores históricos como Jacques Anquetil (1957, 1961, 1962, 1963 y 1964), Eddy Merckx (1969, 1970, 1971, 1972 y 1974), Bernard Hinault (1978, 1979, 1981, 1982 y 1985) o Miguel Indurain (1991, 1992, 1993, 1994 y 1995) -sin contar a Lance Armstrong y sus siete Tour desposeídos por dopaje-, pero el destino no ha querido que llegue a su nivel... de momento. El ciclista español tiene cuerda para rato y, una vez recuperado, tratará de recuperar en 2015 la senda ganadora que ha perdido de un tiempo a esta parte.