Un Giro por las alturas

El mundo del ciclismo se tiñe de rosa, el color del Giro de Italia. La carrera transalpina, que monopolizará la atención del pelotón ciclista durante el mes de mayo, ha querido en su 97 edición innovar saliendo desde Irlanda del Norte (Belfast), pero a su vez manteniendo su esencia montañosa de la última época y ha diseñado un recorrido ideal para los escaladores. Con nueve finales en alto, cinco jornadas de media montaña, una cronoescalada y 40 subidas puntuables no es de extrañar que los dos grandes favoritos al triunfo final en Trieste –se rompe con la hegemonía de Milán como lugar de clausura- sean el español Joaquín Rodríguez y el colombiano del Movistar Nairo Quintana. Además, el resto de aspirantes también destacan por sus dotes de escaladores.

El complicado traslado desde Irlanda a Bari, donde tendrá lugar la primera etapa en suelo italiano, ha llevado a los organizadores y a la UCI a conceder un tercer día de descanso dentro de las tres semanas de carrera y a programar la ‘Grand Depart’ en viernes en lugar de sábado. El banderazo de salida se dará con una contrarreloj por equipos que servirá para marcar las primeras diferencias entre los favoritos. Las otras dos jornadas en tierras británicas invitan al lucimiento de los esprinters, aunque el mal tiempo que se prevé y las carreteras estrechas y sinuosas podrían deparar alguna sorpresa a más de uno.

Una vez en Italia comienza el verdadero Giro. Siguiendo la tradición de las grandes vueltas en los últimos años, el trazado se ha diseñado para que la carrera mantenga su emoción hasta el último día. De ahí que la primera y segunda semana transcurran con etapas de desgaste, pero donde los favoritos no cedan sus opciones de victoria. Eso sí, con la marca Giro siempre presente, estas jornadas estarán salpimentadas con algunos finales movidos donde poner picante para el espectador. Los mejores ejemplos son las etapas 8 y 9 con las metas en alto en Montecopiolo y Sestola.

La contrarreloj de la duodécima jornada será de las pocas oportunidades de las que dispondrán los menos avezados en la montaña para robar tiempo a los escaladores, que desde la etapa 14 con final en Oropa –el mismo lugar donde Ugrumov casi doblega al mismísimo Miguel Indurain- hasta el final disfrutarán de un Giro que pasará a jugarse en las alturas. Jornadas épicas como la etapa 16 entre Ponte di Legno y Val Martello tras subir colosos como el Gavia y el Stelvio –el mismo trazado que se suspendió el pasado año por la nieve- o el penúltimo día con la terrible ascensión al Monte Zoncolán pondrán las notas de heroísmo a una última semana infernal.

A la hora de hablar de los favoritos los nombres que copan las apuestas son Nairo Quintana y Joaquín Rodríguez. Ambos pasan la presión al contrario y los dos buscan el que sería su primer triunfo en una gran vuelta por etapas –aunque tanto uno como otro han subido al podio en otras ocasiones-. Del resto de ‘outsiders’ destacan grandes nombres como Cadel Evans –que tendrá a Samuel Sánchez como escudero-, el colombiano Rigoberto Urán –segundo el pasado año tras Nibali-, los veteranos locales como Scarponi, Basso o Pozzovivo. Un peldaño por debajo se encontrarían corredores cuya victoria podría considerarse más sorprendentes caso del polaco del Tinkoff Rafa Majka o los irlandeses Nicholas Roche y Daniel Martin.

Al margen de los aspirantes a la victoria, en la ‘corsa’ rosa habrá otros dorsales de renombre como Kittel, Viviani o Petacchi para las llegadas masivas, la combatividad de los ‘escarabajos’ del Colombia Team o cazadores de etapa como Ulissi, Boasson Hagen o Tiralongo. El único equipo español será el Movistar, que luchará por la general con el ya mencionado Quintana.