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Guantes confiscados y condena de cárcel: así fue la pelea más negra de la historia del boxeo con Muhammad Ali de testigo
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MÁS DE 30 AÑOS DESPUÉS

Guantes confiscados y condena de cárcel: así fue la pelea más negra de la historia del boxeo con Muhammad Ali de testigo

Tuvo lugar en el año 1983, con el puertorriqueño Luis Resto subiéndose al ring para enfrentarse al estadounidense Billy Collins Jr. en el Madison Square Garden

Foto: (@RelatocuriosoK)
(@RelatocuriosoK)

Han pasado más de tres décadas, pero nunca deja de sorprender el recuerdo de la pelea de boxeo en el peso welter que protagonizaron Luis Resto, de Puerto Rico, y Billy Collins Jr, de Estados Unidos, aquel 16 de junio de 1983. Fue en un Madison Square Garden en el que no cabía un alfiler ante la expectación del que iba a ser el combate principal de la velada, el cara a cara entre Davey Moore y Roberto 'Mano de Piedra' Durán por el peso superwelter. Entre los miles de aficionados estaba incluso un tal Muhammad Ali.

Todos los focos estaban puestos en Billy Collins Jr, de 21 años, una de las grandes promesas del boxeo estadounidense en ese momento y señalado como el gran favorito ante un Luis Resto que ya había pasado su mejor época y que, pese a su experiencia, no parecía que fuera a suponer un gran problema para el púgil local, que estaba cada vez más cerca de lograr el cinturón de campeón. Pero ni mucho menos la historia acabó siendo así.

Foto: Ali, antes de un combate (Las Vegas News Bureau).
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Guantes confiscados y una condena de cárcel

Billy Collins Jr llegaba con un récord 14-0, de los cuales 11 de sus victorias habían sido por KO, pero se encontró en Luis Resto un hueso duro de roer. Al acabar el tercer asalto, el estadounidense había recibido una gran cantidad de duros golpes que provocaron que sus pómulos y cejas estuvieran hinchadas. "Es mucho más fuerte de lo que creí… mucho más. No creí que Resto pegara tan fuerte. Parece que tiene ladrillos en las manos", le confesaba a su padre, el también boxeador Billy Collins Sr, entre asalto y asalto. Pese a la sugerencia de abandono desde el otro lado de las cuerdas al tener cada vez menos visión, el púgil se negó a abandonar tratando de dar la vuelta al combate y que su récord siguiera impoluto.

La pelea siguió avanzando, con Collins Jr siendo claramente derrotado por Resto. Pese a ello, no logró noquearle y el triunfo fue por decisión unánime a los puntos, dejando el rostro de su rival totalmente hinchado y desfigurado. Fue tras la pelea cuando ambos púgiles se saludaron y abrazaron, pero cuando el ganador fue a hacerlo con Collins Sr, este vio una cosa muy inusual en los guantes de Luis Resto, que trató de separarse al instante, pero no pudo al ser agarrado por el padre de su contrincante.

"Espera, espera. Todo el relleno de los guantes fue cambiado", dijo Collins Sr, que notó que la espuma del interior de los guantes había sido sustituida por yeso, por lo que cada golpe que daba Luis Resto había sido muchísimo más duro, explicando cómo había quedado de desfigurada la cara de Collins Jr tras recibir más de 400 impactos en el rostro. Las lesiones en el ojo que le provocaron esa noche le obligaron a no poder volver a subirse un ring para boxear, pero las consecuencias fueron mucho peores. El que había llegado al combate como prometedor boxeador del momento, cayó en depresión, el alcoholismo y la drogadicción antes de que en marzo de 1984 acabara con su coche cayendo por un barranco. "No importa lo que digan, no fue un accidente. Él se quitó la vida porque ya le habían matado", dijo su padre sobre el suceso.

Después de demostrarse que efectivamente Luis Resto había manipulado el interior de sus guantes, la Federación Internacional de Boxeo le inhabilitó de por vida, siendo posteriormente condenado junto a su entrenador a tres años de cárcel por "agresión, conspiración y posesión de arma letal" tras las denuncias de la familia de Collins Jr. Varios años después, en 2008, el puertorriqueño acabó admitiendo que utilizó yeso en el interior de los guantes y alrededor de sus manos en el documental Assault In The Ring: "La gente me dice que lo olvide. Lo intenté, pero siempre vuelve a mi mente".

Han pasado más de tres décadas, pero nunca deja de sorprender el recuerdo de la pelea de boxeo en el peso welter que protagonizaron Luis Resto, de Puerto Rico, y Billy Collins Jr, de Estados Unidos, aquel 16 de junio de 1983. Fue en un Madison Square Garden en el que no cabía un alfiler ante la expectación del que iba a ser el combate principal de la velada, el cara a cara entre Davey Moore y Roberto 'Mano de Piedra' Durán por el peso superwelter. Entre los miles de aficionados estaba incluso un tal Muhammad Ali.

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