Es noticia
Los jugadores, que votarán la última propuesta, pueden llevar a la Patronal a los Tribunales
  1. Deportes
  2. Baloncesto
LA DISTANCIA ENTRE AMBAS PARTES SIGUE SIENDO GRANDE

Los jugadores, que votarán la última propuesta, pueden llevar a la Patronal a los Tribunales

El 'lock-out' patronal tiene en vilo a medio mundo. Los empresarios de la NBA quieren ganar más y han realizado una cruzada sin prisioneros para que

Foto: Los jugadores, que votarán la última propuesta, pueden llevar a la Patronal a los Tribunales
Los jugadores, que votarán la última propuesta, pueden llevar a la Patronal a los Tribunales

El 'lock-out' patronal tiene en vilo a medio mundo. Los empresarios de la NBA quieren ganar más y han realizado una cruzada sin prisioneros para que la parte más importante del pastel de este negocio no recaiga exclusivamente en el bosillo de los artistas, los jugadores. Estos decidirán esta madrugada sobre la última oferta de David Stern, el comisionado de la NBA, cuyo arbitraje parece a todas luces amañado, porque todas sus piedras las lanza contra el tejado del sindicato de jugadores. Estos van a jugar muy fuerte. Si sigue este diálogo de sordos, pueden ser los Tribunales de Justicia quienes decidan.

El cansancio, también el hastío, es manifiesto en todas las partes. Y el enfado. Así, un nutrido grupo de estrellas considera con seriedad la posibilidad de disolver el sindicato de jugadores para emprender acciones judiciales contra la cúpula de la NBA y los dueños de las franquicias. Es una fórmula que los abogados del sindicato barajan y que cada hora que pasa va tomando cueroi, pues "ya estamos cansados de chocar contra una pared y no encontramos más que respuestas negativas por parte de los dueños de las franquicias. Ellos no quieren negociar, sólo miran por sus ganancias y quieren imponer a toda cosa sus criterios", ha dicho un enfadado Paul Pierce

Las palabras de la estrella de Boston reflejan con fidelidad el sentimiento de los jugadores, que han visto cómo un tercio de la temporada ha ido a parar al cubo de la basura y amenaza con abducir el resto. Pierce encabeza este grupo de profesionales que quiere que se solicite la desaparición del sindicato para poder demandar a la NBA en el Comité de Relaciones Laborales por violación de la ley antimonopolio. En el ala dura de esta corriente se encuentran también sus compañeros Kevin Garnett, Scalabrine y Carmelo Anthony.

Porque la paciencia comienza a presentar erosiones. El último jugador que no oculta su malestar es Kevin Durant. El jugador franquicia de los Thunder de Oklahoma, que ha recibido numerosas ofertas este verano, considera la posibilidad de recalar en la ACB para matar el dañido tiempo muerto de este 'lock-out'. Durant ha hablado varias veces con Sergei Ibaka, que juega en el Real Madrid y que le habla entusiasmado del basket de nuestro país. El Valencia está lanzando sus tejos hacia el jugador, que hoy estará en Nueva York para votar la última oferta de los propietarios.

Pensiones para jugadores jubilados

¿Qué ocurre para que haya tanta tensión? ¿Por qué la patronal no quiere dar su brazo a torcer y quiere arañar cada punto porcentual? El convenio laboral de la NBA es modélico y blinda el futuro de un jugador medio. Además de garantizar una fuerte cobertura sanitaria y armar una sólida estructura social para su familia, en el plano salarial crea una estabilidad muy importante. Un jugador que haya actuado cuatro años ininterrumpidos en la Liga tiene derecho a percibir una fuerte pensión cuando se jubile, que llega a alcanzar un total de 500.000 dólares. 

Por cierto, Sergio Rodríguez, hoy en el Real Madrid, tendría derecho a la misma. Todos estos puntos se encuentran en este tira y afloja lleno de nervios que mantienen las partes. Este lunes, alrededor de las 15, 00 (hora española), comenzará una reunión decisiva. Los representantes de los jugadores votarán la última propuesta que, en nombre de la patronal, les presentó el comisionado David Stern. El  global de la misma se sitúa en torno al 50/50.

Los equipos tendrían hasta tres tipos de 'mid-level excepcions' -que permiten a las franquicias fichar jugadores sin que cuente en el tope salarial- según su carga salarial; habría más excepciones para equipos por debajo del tope salarial -que podría estar en torno a los 70-85 millones de dólares durante los próximos seis años-; nuevas normas de traspasos para fomentar el trasiego de profesionales; y se mantendrían los llamados 'Bird rights', que sirven a los equipos para renovar jugadores por encima del tope salarial, extremo muy utilizado por las franquicias más poderosas.

David Stern quiere salvar a toda costa lo que queda de temporada (72 partidos si comenzase el 15 de diciembre), pero las reticencias son muchas. Derek Fisher, el presidente del sindicato, sin levantar un muro de piedra, tampoco lanza campanas de euforia: "Todavía quedan muchos puntos por salvar y la distancia, sin ser insalvable, sigue siendo demasiado grande. Veremos". Los jugadores piensan que llegar al 51,2 en el reparto global podría ser asumible por los patronos. O eso, o el abismo. Stern asegura que la reunión del martes, de llegar los jugadores con una negativa bajo el brazo, significará el cierre definitivo de la temporada. De ser así, el sindicato podría tener las horas contadas. Que hablen los Tribunales.

El 'lock-out' patronal tiene en vilo a medio mundo. Los empresarios de la NBA quieren ganar más y han realizado una cruzada sin prisioneros para que la parte más importante del pastel de este negocio no recaiga exclusivamente en el bosillo de los artistas, los jugadores. Estos decidirán esta madrugada sobre la última oferta de David Stern, el comisionado de la NBA, cuyo arbitraje parece a todas luces amañado, porque todas sus piedras las lanza contra el tejado del sindicato de jugadores. Estos van a jugar muy fuerte. Si sigue este diálogo de sordos, pueden ser los Tribunales de Justicia quienes decidan.