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No hay lugar para despistes en la España de Scariolo: victoria ante Irán (65-85) y pleno de victorias
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Un mal inicio

No hay lugar para despistes en la España de Scariolo: victoria ante Irán (65-85) y pleno de victorias

Los hermanos Hernangómez y Santi Aldama lideran las estadísticas de la selección, que se enfrentará en la segunda fase contra Letonia y Canadá en dos pruebas de alta exigencia

Foto: Juancho, uno de los más destacados contra Irán. (EFE/EPA/Mast Irham)
Juancho, uno de los más destacados contra Irán. (EFE/EPA/Mast Irham)

España ha conseguido el pleno de victorias en la primera fase del Mundial gracias a una victoria, sin demasiado esplendor, contra Irán (65-85). Así llega invicta ante los rivales de mayor entidad, como Letonia y Canadá, que aguardan a la vuelta de la esquina. Contar con Sergio Scariolo como entrenador es uno de los mejores antídotos contra la relajación casi inevitable, cuando se afronta un partido que se sabe que, salvo hecatombe, se debe ganar casi por inercia, y más aún cuando ya se está clasificado para la segunda fase y el rival, la República Islámica de Irán, es el peor equipo de lo que va de campeonato. Pero ni el elixir de la eterna intensidad que sabe imprimir el preparador italiano hasta los entrenamientos evitó que España saltase a la cancha algo adormecida, y que los persas se distanciasen en el marcador hasta llevarse el primer cuarto (16-17).

El rigor táctico, marca de la casa de esta selección campeona de casi todo, brillaba por su ausencia en los primeros compases, y el choque se convirtió en un correcalles errático, con Juan Núñez moviendo la pelota con menor precisión del que acostumbra el jovencísimo y talentoso base, y con decisiones desacertadas del colectivo. Joel Parra, uno de los jugadores que menos minutos está jugando en lo que va de torneo, salió de inicio, pero tampoco estuvo enchufado el reciente fichaje del FC Barcelona. Solo Juancho Hernangómez, el ficcional Bo Cruz de la película Garra (2022), parecía mínimamente enchufado con seis puntos en los primeros instantes.

Un inicio a medio gas

Los pobres primeros minutos fueron un espejismo y las aguas parecieron volver a su cauce pasado el primer cuarto, también coincidiendo con la entrada en pista de jugadores que aportarían intensidad hasta en un velatorio, como son Alberto Díaz o Usman Garuba. España puso una marcha más, aunque sin alcanzar los excelsos minutos de candidato a todo que sí se vieron en muchos tramos del encuentro ante Brasil. Este mínimo paso adelante fue suficiente para que la vigente campeona se marchase a los vestuarios con nueve puntos de ventaja en un electrónico capicúa (43-34), con los hermanos Hernangómez como principales exponentes en anotación: once para Juancho y siete para Willy.

Otra de las buenas noticias de la selección en este campeonato es Santi Aldama y su crecimiento paulatino y palpable. Declaraba Piti Hurtado, en el análisis de la selección española para este diario, que sería injusto pedirle mucho al canario, ya que es un recién llegado a La Familia, pero que su buen hacer será determinante para la suerte de la selección en el Mundial. Es algo que ya está quedando claro. Sin hacer apenas ruido, el jugador de Memphis Grizzlies va incrementando sus estadísticas de manera silenciosa, y nunca se desconecta del encuentro. En su tercer partido oficial en la absoluta firmó unos guarismos notables: once puntos y ocho rebotes, cosechados, en su mayoría, en el tercer cuarto.

Concentración para evitar sustos

No pasará este República Islámica de Irán – España a los anales de los mejores partidos de la historia, para sorpresa de nadie. Sin grandes esfuerzos y sin ningún atisbo de espectáculo, los favoritos apuntalaron su diferencia y comenzaron a incrementarla con cierta parsimonia, pero con decisión, como hormigas que transportan el grano evitando sobresaltos innecesarios. Solo esa necesaria excitación extra de Garuba o algún triplazo de Juancho parecían soliviantar al público del Indonesia Arena, más silencioso que de costumbre con todo decidido. Incluso el entrenador iraní Hakan Demir parecía tranquilo en la segunda mitad, quizás resignado a su destino, asemejándose a uno de los sosegados personajes del cine de Abbas Kiarostami.

placeholder Garuba, en pleno rebote. (EFE/EPA/Adi Weda)
Garuba, en pleno rebote. (EFE/EPA/Adi Weda)

Scariolo dio minutos a todos sus jugadores, excepto Rudy Fernández, reservado por molestias. El más destacado fue Juancho Hernangómez, con 21 puntos y cinco rebotes. Tras unos grandes partidos de preparación, el menor de los hermanos no estuvo muy fino ni contra Costa de Marfil ni contra Brasil, pero si sus actuaciones en lo que resta de torneo se asemejan a las que habituó en el Eurobasket pasado, España será una selección mucho más temible. El italiano trató de ser equilibrado en el reparto de minutos, y los onces protagonistas anotaron. De los persas destacó el joven Amini, capaz de anotar 19 puntos.

España lleva sin perder un partido en el Mundial desde el año 2014, cuando la elegancia de Boris Diaw mandó a casa a los anfitriones, que ya soñaban con una final de ensueño en Madrid contra la Estados Unidos de Kyrie Irving y Lebron James. Han pasado nueve años y, once partidos después, La Familia no ha vuelvo a perder un encuentro en el campeonato del mundo. La racha puede aumentar este viernes, a las 11:45 horas, si se vence en segunda fase a la destacada Letonia, artífice de la eliminación francesa. Un triunfo, además, sellaría el pase a cuartos de los de Scariolo, y daría a estos una preciada tranquilidad para encarar el duelo contra la extraordinaria Canadá.

España ha conseguido el pleno de victorias en la primera fase del Mundial gracias a una victoria, sin demasiado esplendor, contra Irán (65-85). Así llega invicta ante los rivales de mayor entidad, como Letonia y Canadá, que aguardan a la vuelta de la esquina. Contar con Sergio Scariolo como entrenador es uno de los mejores antídotos contra la relajación casi inevitable, cuando se afronta un partido que se sabe que, salvo hecatombe, se debe ganar casi por inercia, y más aún cuando ya se está clasificado para la segunda fase y el rival, la República Islámica de Irán, es el peor equipo de lo que va de campeonato. Pero ni el elixir de la eterna intensidad que sabe imprimir el preparador italiano hasta los entrenamientos evitó que España saltase a la cancha algo adormecida, y que los persas se distanciasen en el marcador hasta llevarse el primer cuarto (16-17).

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