Al Real Madrid no le funcionó nada frente a un Panathinaikos casi perfecto

Un irreconocible Real Madrid ofreció su peor versión en Atenas y encajó una abultada derrota, la segunda que sufre en 2015 en todas las competiciones, ante un Panathinaikos muy superior que jugaba más al envite y que supo frenar desde el principio al actual subcampeón de Europa (85-69). Nada funcionó en el equipo de Pablo Laso que ve cómo el Barcelona se sitúa a un triunfo en la tabla, teniendo en cuenta que aún deben jugar ambos en el Palau.

Con un juego trabado e impreciso comenzó un primer cuarto en el que las ventajas fueron casi siempre para los griegos y en el que el Madrid no encontraba la fluidez de los últimos partidos, se veía dominado en el rebote y acumulaba pérdidas en ataque. Los blancos sólo anotaron un par de canastas en los primeros diez minutos aunque compensaron en parte su desacierto gracias a la eficacia desde el perímetro. Pablo Laso buscó soluciones en el banquillo aunque los cambios no impedían que las distancias fuesen creciendo hasta que, a base de apretar en defensa, un parcial de 7-0 los volvió a poner a un punto.

Rudy anotó dos triples para empatar a 29 hasta que los locales, que tardaron más de quince minutos en estrenarse desde la línea de 6,75, endosaron al actual subcampeón un 9-0 que le permitió abrir brecha de nuevo antes del descanso. Tras perder los dos primeros cuartos, tocaba mejorar si se quería sumar la décima victoria que prácticamente garantizase el liderato del Grupo E aunque esta vez el tercer cuarto no fue el salvador. El tercer cuarto comenzó con dos triples del inspirado Gist y de Blums. Por el Madrid, sólo Reyes pudo anotar en los primeros cuatro minutos. Ocho puntos seguidos del capitán mantuvieron con vida al Madrid aunque con el paso de los minutos las diferencias helenas no bajaban de los diez puntos y Laso no encontraba respuestas al desacierto de sus jugadores.

Con 16 puntos abajo arrancó el último cuarto, en el que la impotencia de un Madrid al que no le salía nada contrastaba con la facilidad anotadora de un Panathinaikos que alcanzó los veinte puntos de renta (78-58) y en el que Pappas y Nelson lideraron la anotación. A partir de ese momento, el choque no tuvo historia. Ambos equipos se intercambiaron canastas, Jayce Carroll aprovechó sus minutos para acabar con 16 puntos en su casillero y sólo algún conato de pelea alteró los ánimos hasta el final del partido que concluyó con un contundente 85-69 a favor del equipo ateniense.