Los errores en el lanzamiento y las individualidades desangran al Laboral Kutxa

El Laboral Kutxa se hundió en los cuatro minutos finales ante el Nizhny Novgorod (89-85) y no supo rematar un partido de la Euroliga que tuvo encarrilado. Encajó un parcial de 11-0 que le llevó de dominar por cinco y a entrar en los 50 segundos finales seis puntos por debajo, pero con la imposible misión de levantar un duelo que se le escapó por la horrenda gestión del tramo definitivo. Una sucesión de errores en el lanzamiento y el ansia individualista de Mike James y Darius Adams en la dirección dieron al traste con una posible victoria que le hubiera situado en la senda correcta para llegar a los cuartos de final de la Euroliga.

El partido comenzó a ritmo de concurso de triples con media docena de canastas anotadas entre el Nizhny y Laboral Kutxa en los primeros cinco minutos. Los rusos lograron bajar el ritmo del partido con la aparición de Rochestie y Mekel pero el Baskonia supo mantener el mando. Los vitorianos se atascaron en el segundo con la dirección de Mike James y estuvieron a merced de un Nizhny más cómodo que manejó el ritmo. Thompkins por el bando local y Bertans mantuvieron la anotación para alcanzar el intermedio con una mínima ventaja vitoriana (41-43).

Se sostuvo el Baskonia en la reanudación con los puntos interiores de Shengelia y un renacido Begic para contener el ímpetu del Nizhny que apretó. Un postrero acelerón, rematado con un triple de James sobre la bocina, permitió coger aire a los de Ibon Navarro antes de iniciar el periodo definitivo. Los errores en el lanzamiento y el exceso de individualismo de James y Adams pusieron contra las cuerdas al Baskonia. Un rebote ofensivo convertido por Parakhouski, dos tiros libres del poste ucraniano y un mal tiro de Causeur lapidaron las opciones vitorianas para los últimos 50 segundos que se desangraron con un pésimo final de partido y de nuevo gestionado de manera nefasta.