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El Barcelona se bebe su segunda Copa del Rey seguida en un Clásico rocoso y defensivo
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BARCELONA 64 - 59 REAL MADRID

El Barcelona se bebe su segunda Copa del Rey seguida en un Clásico rocoso y defensivo

Pese a ir por delante en el marcador durante gran parte del encuentro, el empuje de Mirotic y la explosión de Jokubaitis acaban derrotando al Real Madrid en el tramo final de partido

Foto: El Barça ganó la Copa tras una gran remontada. (EFE/Jorge Zapata)
El Barça ganó la Copa tras una gran remontada. (EFE/Jorge Zapata)

El Fútbol Club Barcelona logró su segunda Copa del Rey consecutiva, cumpliendo con el favoritismo, al derrotar en una disputada final al Real Madrid por 64-59, en un encuentro que los blancos dominaron casi desde el principio, y que llegaron a ir ganando de hasta quince puntos. No obstante, los culés supieron remontar a base de tesón, con una excepcional segunda mitad de Nikola Mirotic, MVP del torneo, y Rokas Jokubaitis, que asoló a los blancos en un último cuarto que recordará por siempre.

No ha escondido la ACB que la idea en esta Copa del Rey del retorno, la de la normalidad, era la de crear un verdadero espectáculo. A diez minutos del inicio, la música procedente del Festival Jardín de las Delicias subió los decibelios del Palacio de los Deportes, mientras que sobre el parqué llamaba la atención la performance de dos artistas que flotaban sobre un velo gigantesco, a varios metros sobre el suelo, como si Fernando Romay y Roberto Dueñas hubiesen decidido subirse uno encima del otro. Una vez decretado el inicio de la final, un tapón de Mirotic sobre Yabusele demostró que el citado tríptico de El Bosco también iba a tener presencia en el partido: concretamente, el cuadro de la derecha, el Infierno. El partido fue una cruda batalla que dejó al Barcelona como vencedor, en su tercer triunfo contra el Real Madrid en menos de un mes.

Foto: Caitlin Clark, en plena jugada. (Reuters/Troy Taormina)

Arrancó mejor el equipo de Pablo Laso con seis puntos de Alberto Abalde y un tapón de Vincent Poirier sobre Dante Exum que aún debe andar buscando el australiano. El FC Barcelona, capaz de superar los cien puntos ante Manresa y Murcia, ¡llevaba solo tres puntos en los primeros nueve minutos! El primer cuarto concluyó con un impactante 19-5 en el electrónico. Un trabajo defensivo espectacular de los blancos, con solo una canasta en juego del rival, obra de Mirotic.

Hubo mayor fricción en el segundo cuarto, con las defensas imponiéndose sobre el juego ofensivo, tal y como había predicho Sarunas Jasikevicius en las declaraciones pre-partido. El FC Barcelona se acercó en el marcador, pues lo cierto es que era muy difícil cuajar otros diez minutos tan lamentables. Enchufadísimo estuvo en la marca Jeff Taylor, uno de los jugadores por los que siempre ha apostado Laso en su etapa como entrenador blanco, por muchas críticas que haya recibido a lo largo de la década, algunas, ciertamente, merecidas por su apatía en ciertos tramos desde que el sueco fichara por el Real Madrid en la canícula de 2015. El descanso llegó con un pobre 29-18, y con la sensación de que incluso los de Laso podrían haber hecho más daño en los primeros veinte minutos.

Si se miran los guarismos, la mitad que cuajó el equipo que defendía el título logrado el curso pasado es la peor que cualquiera de los ocho participantes ha hecho en los cuatro días de Copa del Rey. El Joventut, en el partido inaugural, logró únicamente 23 puntos, por lo que los 18 de los azulgranas hablan bien de la gran defensa merengue, pero, sobre todo, evidencian la horrible actuación en ataque de los catalanes en la primera contenida. En el descanso, mientras Grison animaba el cotarro y entretenía al pabellón, se pidió a los periodistas que empezasen a pensar el voto para el MVP del torneo: de fijarse únicamente en el apartado ofensivo, habrían dado ganas de votar por Máximus, la bailonga mascota del Río Breogán.

placeholder FOTO: EFE/Jorge Zapata.
FOTO: EFE/Jorge Zapata.

Todo cambió en los dos últimos cuartos

El Barça mediocre se quedó en los vestuarios, y el equipo que salió se pareció más al que avasalló al Manresa y al que lidera la Euroliga con mano de hierro. En esto mucho tuvo que ver Nicola Mirotic, con un triple y varias jugadas excelentes. Jasikevicius, no obstante, tuvo que sentarlo tras cometer su tercera falta personal. Como una hormiga con el trozo de pan, los catalanes continuaron reduciendo la ventaja para cerrar el tercer cuarto con una desventaja de cinco puntos, 46-41. Unos buenos minutos de Heurtel, Taylor y Deck impidieron que el partido llegase igualado al tramo decisivo. En cualquier caso, con la exigua ventaja, todo estaba por decidir.

Una canasta de Sanli y un triple de Laprovittola pusieron el empate en el electrónico a ocho minutos del final, y otra de Calathes puso al FC Barcelona al frente del partido por primera vez en 33 minutos de juego. Pero contestó con un triple desde su casa Adam Hanga, que venía de fallar dos tiros libres, para poner uno arriba a los blancos. La final pasó a ser no acta para cardiacos, y Jasikevicius pidió un tiempo muerto, amenizado por la música de los burgaleses Grotèsque, quizás un guiño al carácter grotesco que había tenido la final por momentos, con una puntuación realmente baja. Y el intercambio siguió, con un protagonista inesperado, Rokas Jokubaitis, con dos triples y otros dos '2+1' seguidos realmente oportunos para los suyos, poniendo al Barça cuatro arriba a falta de tres minutos. Ha nacido una estrella.

Lo intentó Laso sacando a Hanga y a Rudy. Este último, MVP de la Copa del Rey de hace 18 años, llegó a Granada con molestias y no pudo brillar, y el húngaro se lesionó –veremos si de gravedad– en una desafortunada acción con su excompañero Calathes. Empató el Madrid a menos de un minuto del final, con cuatro puntos seguidos del incombustible Sergio Llull, pero Mirotic puso desde el tiro libro dos arriba a los suyos a falta de 33 segundos. Falló una bandeja increíble Deck con menos de veinte por jugar tras desbordar con clase a Mirotic, pero el montenegrino cogió el rebote y, de nuevo en la personal, anotó los dos. Cuatro arriba para el FC Barcelona a falta de escasos segundos, lo que significó el torneo para los culés. El Barça golpeó al final, sin brillantez, pero fue suficiente para llevarse la segunda copa seguida, cumpliendo así con el favoritismo que le daban los expertos.

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FOTO: EFE/Jorge Zapata.

En ocasiones, el nombre de ciertas personas queda asociado de manera inconfundible al de una ciudad. Hace cien años, en 1922, se celebró en Granada un conocido Festival de Cante Jondo. Un imberbe Edgar Neville, apenas entrado en la veintena, llegó a la localidad andaluza como periodista, y allí escribió crónicas aún celebradas, e hizo amistad con un chaval que, pese a su juventud, también empezaba ya a ser muy conocido, Federico García Lorca. La amistad de ambos fue duradera, el futuro director de cine que fue Neville, en pleno franquismo, homenajeó a su amigo Lorca, asesinado muchos años atrás, en el inicio de la magnífica Duende y misterio del flamenco (1952), ofreciéndole desde la imagen el entierro que nunca nadie le ha podido dar, superando la censura de la dictadura por lo sutil de su tributo. Su nombre, desde ese 1922, quedó unido al de la ciudad de Granada, y lo demostró en su película treinta años después. Un siglo después, en 2022, ha sido otro joven de tan solo 21 años, Jokubaitis, quien inscribió su nombre en letras de oro al anotar doce puntos en la recta final, uniendo su nombre así de por vida al de la ciudad de La Alhambra. No se sabe qué será del base lituano de aquí a treinta años, pero sí se puede decir que su explosión en el baloncesto es ya toda una realidad.

Y de este modo, el FC Barcelona alza su vigésimo séptima Copa del Rey, por fin, en un ambiente digno de un torneo como el copero, que le da el color necesario a un deporte que, al menos durante tres días, vuelve a estar en el escaparate, y más tras la larga espera ocasionada por la emergencia sanitaria del covid-19. Además, Mirotic consigue su segundo trofeo MVP tras el que lograra, precisamente, con la camiseta del Real Madrid, rival al que hoy ha endosado 19 puntos. Un torneo para el recuerdo.

El Fútbol Club Barcelona logró su segunda Copa del Rey consecutiva, cumpliendo con el favoritismo, al derrotar en una disputada final al Real Madrid por 64-59, en un encuentro que los blancos dominaron casi desde el principio, y que llegaron a ir ganando de hasta quince puntos. No obstante, los culés supieron remontar a base de tesón, con una excepcional segunda mitad de Nikola Mirotic, MVP del torneo, y Rokas Jokubaitis, que asoló a los blancos en un último cuarto que recordará por siempre.

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