Los clubes europeos no quieren arriesgar con los 'jugadores NBA'

El cierre patronal de la NBA se ha convertido en una realidad, y la mejor liga del mundo no comenzará a disputarse hasta que se produzca un acuerdo que, a día de hoy, se antoja bastante complicado. Los jugadores y la propia liga no han sido capaces de llegar a un acuerdo para llevar a cabo un nuevo convenio colectivo, y Europa se ha convertido en uno de los posibles destinos de las grandes estrellas.

La situación de la NBA es bastante complicada. Recién convocado el cierre patronal, se desconoce cuánto va a durar este parón. Ante este gran problema, en el que la competición estará completamente parada, los jugadores se han planteado la posibilidad de jugar en Europa para evitar estar parados de manera indefinida, aunque la situación no está muy clara.

Los jugadores que deseen recalar en el viejo continente se encuentran ante dos graves complicaciones: la primera de ella, el gran esfuerzo económico que puede suponer para un club hacerse con los servicios de un jugador NBA; la segunda, la posibilidad de caer lesionado, que podría provocar un conflicto entre su club de origen, su club de destino y el propio jugador.

Para que estos grandes jugadores desembarquen en Europa, los clubes de destino deberán realizar elevadas ofertas económicas. Pero una vez solucionado el 'lock-out', los jugadores están obligados a regresar a la NBA de manera automática, por lo que los clubes del viejo continente habrán perdido al jugador y el montante económico desembolsado para toda la temporada.

Un seguro que puede complicar aún más la situación

Además, los equipos europeos estarán obligados a suscribir un seguro por si existiese alguna lesión. Esta cobertura será muy cara, y una hipotética lesión en el viejo continente que le impidiera participar en la NBA una vez solucionado el cierre patronal podría desembocar en un importante litigio entre los clubes con el jugador de por medio, lo que complica la situación.

David Stern, comisionado de la NBA, anunció durante la última reunión sus objetivos de cara al próximo convenio: reducir el salario de los jugadores en un 30 por ciento, bajar el tope salarial de los equipos a 50 millones -actualmente está establecido en 55 millones- y disminuir el número de equipos en la NBA. Estas propuestas no han sido aceptadas por los jugadores, produciéndose el 'lock-out'.

Ante esta falta de acuerdo, la liga estará parada hasta que ambas partes consigan llegar a un acuerdo. Este parón puede ser breve o se puede alargar en el tiempo, una situación que no se puede saber a día de hoy,. De momento, las posturas están muy alejadas, pero está previsto que en las próximas fechas la NBA y el sindicato de jugadores establezcan un calendario de negociación.

De momento, los jugadores ya están valorando la posibilidad de desembarcar en Europa, mientras que algunos equipos también están pensando en este supuesto. Muchos números deberán echar los clubes para incorporar a un jugador NBA, que debe estar dispuesto a perder dinero para no pasarse un año sin jugar. La situación es compleja y su solución no parece nada sencilla.