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El campeón del mundo de martillo que regaló su medalla de oro... ¡¡para pagar al taxista!!
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LE OCURRIÓ AL POLACO PAWEL FAJDEK

El campeón del mundo de martillo que regaló su medalla de oro... ¡¡para pagar al taxista!!

Pawel Fajdek acababa de ganar su medalla de oro de lanzamiento de martillo, ante lo que decidió salir de fiesta a celebrarlo, en una fiesta en la que se iba a quedar sin el trofeo recientemente ganado

Foto: El polaco Pawel Fajdek celebra en el podio de Pekín su segunda medalla de oro en un Mundial.
El polaco Pawel Fajdek celebra en el podio de Pekín su segunda medalla de oro en un Mundial.

Ser campeón del mundo es un logro que sólo está al alcance de los elegidos. Muchos años de entrenamiento, de sufrimiento y de dedicación exclusiva para, por fin, poder subir a lo más alto del podio y escuchar el himno de tu país con la medalla de oro colgada al cuello. Y, si lo consigues dos veces consecutivas, la locura puede ser absoluta. Eso es lo que le ha pasado al polaco Pawel Fajdek, lo que le ha llevado a una celebración sin precedentes.

Después de que este domingo consiguiera reeditar su título de campeón del mundo de lanzamiento de martillo en Pekín. Fajdek decidió celebrarlo a lo grande... tanto como para tener que llamar a la policía tras darse cuenta de su error -aunque no lo reconoció-. Demasiado alcohol en su cuerpo lle llevó a hacer algo tan inesperado como deshacerse de su medalla de oro -con la que, por supuesto, salió de fiesta-. Pero, ¿qué hizo con ella? Muy fácil: pagar al taxista.

Tras una importante celebración para conmemorar su título en Pekín, después de lograr la medalla de oro con un lanzamiento de 80,88 metro, Faldek decidió regresar al hotel a dormir. Una vez el taxi le llevó hasta su lugar de reposo, el polaco se iba a dar cuenta de que no llevaba más dinero encima. Así, ni corto ni perezoso, no tuvo ningún problema en pagar al conductor de manera inesperada, al entregarle su medalla de oro recién conseguida.

Horas más tarde, quizás tras ser consciente de lo que había hecho, decidió llamar a la policía para que éstos intentaran encontrar al taxista al que había entregado su medalla. Después de una búsqueda concienzuda, los cuerpos de seguridad de Pekín consiguieron dar con el conductor, al que le pidieron que devolviera la presea al atleta polaco. Sin embargo, el taxista no estaba muy por la labor, al entender que había sido un regalo.

Conminado por la policía a entregar la medalla, el taxista pequinés insistía en que se trató de la forma de pago del atleta, mientras que Fajdek lo negaba, asegurando que simplemente la había perdido y que, horas después, recordó que se la había dejado olvidada en el coche que le llevó de vuelta a casa. Finalmente, el taxista cedió y decidió devolver la medalla al atleta. Demasiado alcohol para celebrar su segundo título mundial.

Pawel Fajdek puede presumir de tener un palmarés realmente espectacular, pues con sólo 26 años está llamado a marcar una época en el mundo del atletismo. De momento, ya suma 2 oro en los Mundiales, 2 oros en la Universiada y una plata en los Europeos. Su próximo objetivo no es otro más que luchar por el oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016, para los que ya ha aprendido algo: si gana el oro, deberá llevar dinero para el taxi.

Ser campeón del mundo es un logro que sólo está al alcance de los elegidos. Muchos años de entrenamiento, de sufrimiento y de dedicación exclusiva para, por fin, poder subir a lo más alto del podio y escuchar el himno de tu país con la medalla de oro colgada al cuello. Y, si lo consigues dos veces consecutivas, la locura puede ser absoluta. Eso es lo que le ha pasado al polaco Pawel Fajdek, lo que le ha llevado a una celebración sin precedentes.

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