La cinta rosa de Marta Domínguez volverá a correr en junio

En una batalla, el soldado herido es el más peligroso. Marta Domínguez, en diciembre, fue enviada a una guerra a la que no quería ir. Ha sobrevivido y ha salido indemne y triunfadora. Ahora, con las secuelas psicológicas presentes, sólo piensa en volver a la competición para regresar a la lucha que más le gusta y con la que se ha ganado, dignamente, hasta ahora su vida. La magistrada Mercedes Pérez Barrios hará público en un par de semanas el sobreseimiento total de la atleta con la Operación Galgo. Hecho que podría coincidir con su maternidad. Tres o cuatro semanas después, en junio, la 'cinta rosa' volverá a la carga.

Tal y como adelantó El Confidencial a principios de abril, Domínguez quedará desvinculada totalmente de lo que iba a ser el mayor caso de dopaje de nuestro atletismo. Un operación cuyo nombre dio precisamente la atleta palentina. La semana pasada se la exculpó del tráfico de sustancias dopantes contra la salud pública y aún quedaba por resolver el delito de blanqueo de capital. Una vez corregido este hecho con Hacienda y Nike (la firma pagaba a la atleta en Andorra para ahorrarse los impuestos de una cantidad entre 30.000 y 40.000 euros), la jueza desvinculará totalmente a Marta del ‘Galgo’.

Desde que surgió la trama, multitud de medios de comunicación han querido hablar con la corredora de 35 años. Ella quiere asumir con tranquilidad el veredicto y no pretende hacer aspavientos públicamente. Cuando la magistrada dicte sentencia, con calma, reflexionará si merece la pena denunciar o no el caso. '¿Quién inició todo este atropello contra mí?' Es la pregunta que se hace Marta desde el pasado diciembre.

Ya tiene en mente Londres 2012

Lejos de perder fuerzas en los despachos, la actual campeona del mundo de 3000 obstáculos, está centrada en volver a entrenar para preparar los JJOO de Londres 2012. De la Operación Galgo, además de haber hecho una limpieza en la agenda de amistades, Marta ha cogido impulso para estar más motivada de cara la cita inglesa. Es su principal y último gran objetivo para despedirse del atletismo por la puerta grande.

Después ya se verá. Lo que parece más extraño es que vuelva a la RFEA que preside José María Odriozola. Al menos a corto plazo. Han limado asperezas y han acercado posturas aunque dista del trato anterior. Para Odriozola se trataba de 'su niña bonita' y le supo mal desposeerla por motivos diplomáticos de la vicepresidencia que ocupaba. A favor del presidente está que nunca la retiró su beca procedente de la Federación.

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