La Guardia Civil busca ahora el laboratorio que sirve de almacén en la 'Operación Galgo'

La ‘Operación Galgo’ ha destapado una red de dopaje cuya ilegalidad va más allá de las trampas en las competiciones deportivas. Tras nueve meses de investigación, la Guardia Civil han reunido las pruebas necesarias para acusar a los implicados de distribuir materiales dopantes. Si bien no existe ningún análisis positivo que pruebe que Marta Domínguez haya consumido sustancias prohibidas, la atleta continúa siendo el epicentro de la búsqueda y se acumulan las pruebas contra ella a pesar de que la palentina niega absolutamente todo. A la acusación de tráfico se puede unir además el de evasión fiscal y blanqueo. Los agentes siguen tirando del hilo e investigan ahora la más que posible existencia de un gran laboratorio donde se almacenarían todas las sustancias y material relacionados con la práctica del dopaje.

 

Médicos deportivos, farmacéuticos, entrenadores, atletas y representantes. Todos ellos, salpicados por un escándalo en el que muchos de ellos están metidos hasta el cuello. Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) efectuaron registros en los domicilios de los sospechosos en distintos puntos de España: Palencia, Segovia, Madrid, Las Palmas y Alicante. Pero la central distribuidora podría estar en la capital. Una vez halladas considerables cantidades de anabolizantes, esteriodes, EPO, hormonas y documentación relacionada con métodos ilícitos, las investigaciones se centran ahora en esclarecer dónde se ocultaba el material, un lugar físico que sirviera de punto de partida para la distribución a esos niveles. La Guardia Civil tiene indicios de que en las proximidades de Madrid se halla el almacén donde todavía se esconden las sustancias, el instrumental, y en el que se conservaban las bolsas de sangre que los deportistas utilizarían más tarde para realizar las transfusiones. Dar con el depósito principal de dichos productos sería la prueba irrefutable de que la red de dopaje que se investiga trabaja a gran escala.

Domínguez, sospechosa de ocultar el dinero en paraísos fiscales

Marta Domínguez es la gran decepción. Aunque parecía difícil de creer que la mejor atleta española de la historia estuviese metida en semejante embolao, cada vez es más complicado desvincular su nombre de la ‘Operación Galgo’. La campeona del mundo lo tenía todo: gozaba del reconocimiento del mundo del deporte, el afecto de la gente y el apoyo económico necesario para vivir del atletismo de forma profesional. ¿Qué le podía haber empujado a formar parte de un sistema que atenta contra su propio deporte? Solo hay una respuesta: el dinero. Los 60.000 euros de la beca ADO, los ingresos por derechos de imagen y patrocinadores se quedan cortos teniendo en cuenta lo que se puede llegar a ingresar formando parte del negocio del dopaje.

Primero se hizo pública su supuesta implicación en la trama como suministradora de las sustancias ilícitas, pero, aunque la afectada niega tajantemente que se haya encontrado algo en su casa, nuevas y graves acusaciones se vierten sobre ella. Mediante una intensa investigación, basada entre otras cosas en escuchas telefónicas, la Guardia Civil ha concluido que el dinero que Marta generaba no podía proceder exclusivamente del atletismo. Además, la investigación apunta a la existencia de cuentas corrientes en diferentes paraísos fiscales y no descarta la posibilidad de que la medallista también incurra en un delito de blanqueo de dinero.

Madrid ya sirvió como central en la denominada Operación Puerto (2006), en la que ya estuvo implicado el médico de la Real Federación Española de Atletismo, Eufemiano Fuentes. Gran parte de las dependencias de la red donde los deportistas acudían se situaban en el centro de la capital y muchas de ellas eran propiedades de los mismos implicados, pero se trataba de puntos dispersos, según concluyeron las investigaciones que se prolongaron durante tres meses. Sin embargo, la red española era solo un departamento dentro de un gran entramado con conexiones internacionales. Solo en el registro de una de las propiedades de Fuentes se encontró un arsenal: 96 bolsas de sangre congelada y 20 de plasma, identificadas con nombres clave, y distintos tipos de productos prohibidos.

Un año antes, la Policía Nacional y la Guardia Civil desarticuló una red de distribución de anabolizantes y esteriodes. La 'Operación Mamut', como se denominó, se saldó con la detención de 73 personas y la incautación de más de 20.000 ampollas y 600 cajas de productos ilegales, en total, 30 millones de dosis. En esta ocasión también era necesario un almacén donde salvaguardar el material. Una nave situada cerca del polígono de Pedroches (Córdoba) fue el lugar elegido para ocultar grandes cantidades de productos, pero fue desmantelado durante el operativo. Más recientemente, en 2009, la historia se repitió en la 'Operación Grial'. La trama valenciana no tuvo tanta repercusión, pero dilapidó las carreras de deportistas como Paquillo Fernández, pillado con EPO en el registro de su casa.